Dirección: José Luis Garci. País: España. Año: 2008. Duración: 152 min. Género: Drama. Interpretación: Quim Gutiérrez (Gabriel), Paula Echevarría (Inés), Manuel Galiana (don Celestino), Lucía Jiménez (Plata), Enrique Villén (Paco), Miguel Rellán (Mauro Requejo), Tina Sáinz (doña Restituta), Natalia Millán (Anastasia), Manuel Tejada (Godoy), Fernando Guillén Cuervo (regente de imprenta), Carlos Larrañaga (Isidoro Máiquez), Ramón Langa (Juan de Mañara). Guión: José Luis Garci y Horacio Valcárcel; inspirado en textos de Benito Pérez Galdós. Producción ejecutiva: Juan Carmona y Salvador Gómez Cuenca. Música: Pablo Cervantes. Fotografía: Félix Monti. Montaje: José Luis Garci. Dirección artística: Gil Parrondo. Vestuario: Lourdes de Orduña. Estreno en España: 3 Octubre 2008. |
SINOPSIS
Madrid, 1808. Gabriel trabaja de correveidile para una famosa actriz, una marquesa intrigante y un impresor. Está muy enamorado de su novia, Inés, una guapa muchacha huérfana que se ha ido a Aranjuez con su tío sacerdote, Don Celestino. En el Real Sitio, Gabriel e Inés serán testigos del histórico motín del 19 de marzo, que culmina con las masas enfurecidas asaltando el palacio de Godoy. Después de ese suceso, Don Celestino accede a que Inés retorne a Madrid, para vivir allí con otros parientes, Don Mauro y su hermana Restituta, que regentan una tienda de paños en la Puerta del Sol. Este enredo da un giro tras la tumultuosa entrada en Madrid del nuevo rey Fernando VII, El Deseado. Entonces, esos personajes y algunos más sufrirán en propia carne la brutalidad de las tropas napoleónicas ante las revueltas del 2 de mayo.
¡Debate esta película en nuestros foros!
CRÍTICAS
[Jerónimo José Martín, La Gaceta]
MADRID, 1808. Gabriel trabaja de chico para todo primero para una popular actriz, después para una marquesa intrigante y finalmente en una céntrica imprenta de Madrid. Está muy enamorado de su novia, Inés, una guapa muchacha huérfana que se ha ido a Aranjuez con su tío Don Celestino, humilde sacerdote, pariente lejano del todopoderoso Godoy. Durante una escapada al Real Sitio, Gabriel e Inés son testigos del histórico motín del 19 de marzo contra Godoy, cuyo palacio es asaltado por las masas enfurecidas. Pensando en el futuro de la chica, Don Celestino accede a que Inés retorne a Madrid, para vivir allí con unos ricos parientes, Don Mauro y su hermana Restituta, que regentan una tienda de paños en la Puerta del Sol.
Muy pronto, Gabriel descubre que estos avaros comerciantes tienen esclavizada a Inés. Así que, para salvarla, el muchacho se ofrece como mozo por una miseria. Pero la cosa le costará trabajo, pues tanto Don Mauro como el mancebo de la tienda, Juan de Dios, también quieren casarse con Inés. Tras el tumultuoso recibimiento que el pueblo de Madrid rinde al nuevo rey Fernando VII, El Deseado, todos estos personajes y algunos más —como varios compadres de Gabriel, con los que coincide en una popular taberna— sufrirán en propia carne la extrema violencia con que las tropas napoleónicas apagan cualquier intentona contra su creciente presencia en España. Como las sangrientas revueltas que tuvieron lugar en la capital el 2 de mayo.
Como casi siempre, resulta deslumbrante la ambientación de Gil Parrondo, que recrea el Madrid de 1808 con el esmerado detallismo que le ha permitido el generoso presupuesto de la película, aportado sobre todo por Telemadrid. Similar brillantez lucen el excelente vestuario de Lourdes de Orduña, la densa fotografía del argentino Félix Monti y la sobria banda sonora de Pablo Cervantes, que versiona varios temas muy populares de compositores clásicos españoles.
Por su parte, José Luis Garci (Canción de cuna, Luz de domingo) declama con su propia voz la castiza introducción, visualiza con mimo el caleidoscópico guión —escrito por Horacio Valcárcel y él mismo al estilo de Tiovivo c. 1950— y ofrece una puesta en escena esmerada, en la que busca con ahínco la mejor perspectiva de cada situación. Además, la despliega con una melodiosa cadencia, sólo rota en el fragmentado desenlace, en el que la acción se impone finalmente sobre el retrato costumbrista y el folletín de amores.
Ciertamente, pesa un poco que la épica tarde tanto en aparecer, y que lo haga con escasa vibración visual y una cierta confusión expositiva. Y también se resiente el conjunto de la interpretación del protagonista, Quim Gutiérrez, mucho más dubitativa y fluctuante que las de los otros actores, algunos especialmente entonados, como Manuel Galiana, Lucía Jiménez, Enrique Villén o Miguel Rellán. Además, resulta irritante el bobo apunte erótico de la introducción, así como alguna tontada anticlerical, a costa de la mezquindad de Don Celestino y la hipócrita beatería de Don Mauro y Restituta. Pero esto último es consecuencia lógica de que Garci haya tenido como principal punto de referencia los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdos y, en concreto, La corte de Carlos IV y El 19 de marzo y el 2 de mayo.
En cualquier caso, son defectos menores, que no ensombrecen demasiado la notable calidad de esta película ambiciosa, entrañable y entretenida, que brilla con luz propia en una temporada olvidable del cine español.
[Ramón Ramos, Colaborador de Cinemanet]
Tras un año lleno de exposiciones y diversos actos culturales en conmemoración del Bicentenario del 2 de Mayo, llega a la cartelera Sangre de Mayo (José Luis Garci, 2008). La película está inspirada en los Episodios nacionales de Benito pérez Galdós, y nos muestra, a través de la historia de amor entre dos jóvenes que luchan por estar juntos, la vida en Madrid en los albores del levantamiento del pueblo español contra los invasores franceses. Un retrato de la época en todos sus círculos sociales: las conspiraciones palaciegas en El Escorial, el motín de Aranjuez, las conversaciones de taberna en el Madrid más castizo, etc.
Como ya es habitual en Garci, los escenarios y la fotografía son de una pulcritud y elegancia que rozan la perfección. Fotografiada en tonos cálidos, Sangre de Mayo es un fresco histórico muy agradable de ver, con un profundo respeto hacia el público por parte de su director, lo cual hace de ella una película testimonial sobre la celebración del Bicentenario apta para ser disfrutada por todo tipo de público.
Garci se enfrenta por primera vez al reto de dirigir secuencias de acción con tintes épicos, y la verdad es que sale bien parado de la aventura. La combinación de la imagen ralentizada y el uso adecuado de la música consiguen una secuencia muy lograda para alcanzar el clímax de la película. Sin embargo toda la narrativa hasta el momento cumbre es más propia de una película más bien intimista, de corte clásico, sobre los conflictos de sus personajes, en la línea habitual del cine de su autor. La veteranía es un grado y a Garci se le nota que domina el medio, que conoce los elementos y los sabe utilizar.
Entre los actores encontramos a los actores de reparto habituales de Garci, como Carlos Larrañaga, Enrique Villén, Jorge Roelas o Miguel Rellán, y en el papel femenino protagonista repite Paula Echevarría, que había protagonizado también Luz de domingo. El protagonista masculino corresponde a Quim Gutiérrez que trabaja a las órdenes de Garci por primera vez y no lo hace mal. No compone un personaje inolvidable pero hace una interpretación muy correcta. Entre los personajes secundarios destacaría como actor a Carlos Larrañaga, que interpreta a un veterano y cínico cómico de teatro, y como actriz a Lucía Jiménez, en el rol de una mujer castiza con mucha garra.
En definitiva una película muy notable, de factura impecable y con un reparto excelente que recrea el Madrid de 1808 con una verosimilitud aplastante y ofrece al espectador una visión de la sangrienta tragedia sin detalles escabrosos ni morbosos. Muestra los hechos sin herir sensibilidades para que todo el mundo pueda disfrutar de la conmemoración del Bicentenario en el cine.
¡Debate esta película en nuestros foros!