Dirección y guión: Andrzej Jakimowski. País: Polonia. Año: 2007. Duración: 96 min. Género: Comedia dramática. Interpretación: Damian Ul, Ewelina Walendziak, Rafal Guzniczak, Tomasz Sapryk, Iwona Fornalczyk, Joanna Liszowska, Grzegorzg Stelmaszewski, Simeone Matarelli. Producción: Andrzej Jakimowski. Música: Tomasz Gassowski. Fotografía: Adam Bajerski. Montaje: Cezary Grzesiuk. Diseño de producción: Ewa Jakimowska. Vestuario: Aleksandra Staszko. Estreno en España: 24 Abril 2009. |
SINOPSIS
Todo transcurre en una pequeña y rutinaria aldea, donde Stefek, un niño de 6 años que juega con las palomas, con sus soldaditos de plomo y en las vías del tren, busca fórmulas en su imaginación y trucos cotidianos para conseguir que su padre, «secuestrado por una mujer», regrese algún día a casa. A su vez, controla todos los movimientos de su hermana mayor, Elka, especialmente aquellos relacionados con su novio y el amor.
¡Debate esta película en nuestros foros!
CRÍTICAS
[Jerónimo José Martín, La Gaceta]
Hacía tiempo que no llegaba desde el Este de Europa una película tan sugestiva como ésta. Ambientada en un pueblo polaco durante un verano, describe las peripecias de Stefek, un simpático chaval de seis años que sigue a todos lados a su guapa hermana Elka, ya de 17, a la que un chico del lugar le lanza los tejos. Pero ella está obsesionada con conseguir un trabajo en la Unión Europea. Por su parte. Stefek insiste en afirmar que un tipo al que ven cada mañana en la estación es su padre, que los abandonó cuando él era un bebé. Su hermana le enseñará entonces como manejar el propio destino a través de conjuros muy cotidianos.
Minimalista, poética y melancólica, esta película del polaco Andrzej Jakimowski (Zmruz oczy, Solidarnosc, Solidarnosc) rezuma en cada fotograma ese tono nostálgico y cálido de los relatos autobiográficos. Su inquieta cámara mima a los sólidos no actores —sobre todo al niño Damian Ul y a Ewelina Walendziak—, y arranca al espectador la sonrisa, la lágrima o la congoja, al tiempo que le ofrece reflexiones valiosas sobre la ausencia del padre y la lucha entre el azar y la libertad, dos de los grandes temas recurrentes del cine contemporáneo. Además, entre líneas, y dentro de su retrato más bien amable de los ambientes rurales polacos, Jakimowski deja entrever la profunda degradación moral que provocó el comunismo en su país. Habrá que seguir los pasos de este cineasta, digno heredero de maestros como Krzysztof Kieslowski, Andrzej Wajda o Krzysztof Zanussi.
¡Debate esta película en nuestros foros!