Dirección: J.J. Abrams. País: USA. Año: 2009. Duración: 126 min. Género: Acción, ciencia-ficción, aventuras. Interpretación: Chris Pine, Zachary Quinto, Leonard Nimoy, Eric Bana, Karl Urban, Bruce Greenwood, Zoë Saldana, Simon Pegg, John Cho, Winona Ryder, Anton Yelchin, Ben Cross, Jennifer Morrison, Rachel Nichols. Guión: Roberto Orci y Alex Kurtzman; basado en la serie «Star Trek» creada por Gene Roddenberry. Producción: J.J. Abrams y Damon Lindelof. Música: Michael Giacchino. Fotografía: Dan Mindel. Montaje: Maryann Brandon y Mary Jo Markey. Diseño de producción: Scott Chambliss. Vestuario: Michael Kaplan. Estreno en España: 8 Mayo 2009. |
SINOPSIS
El destino de la galaxia está en manos de dos encarnizados rivales nacidos en mundos muy diferentes. Uno, James T. Kirk, es un joven granjero de Iowa, amante de las emociones fuertes, un líder nato en busca de una causa. El otro, Spock, se ha criado en el planeta Vulcano, y es un marginado debido a su origen medio humano, lo que le hace vulnerable a la emociones volátiles sin las cuales los vulcanianos han vivido desde hace mucho, y que es sin embargo un ingenioso y decidido estudiante que llegará a convertirse en el primero de su especie admitido en la Academia de la Flota Estelar. Kirk y Spock no pueden ser más diferentes. Pronto se verán compitiendo con todas sus fuerzas para estar entre los pocos elegidos para formar parte de la tripulación de la nave espacial más avanzada que se haya creado jamás: la nave USS Enterprise.
¡Debate esta película en nuestros foros!
CRÍTICAS
Posiblemente, “Star Trek” sea la saga cinematográfica más longeva, después de la de James Bond. Nació como serie de televisión en los años 60, para pasar a la gran pantalla en la década siguiente. Se llegaron a hacer diez películas, con desigual calidad artística y decreciente éxito económico. Cada vez se reducía más el público potencial de los films de la saga, llegando a convertirse en productos para el consumo casi exclusivo de los “trekkies”, tal como se conoce a los fans de la tripulación del Enterprise.
Finalmente, la Paramount se ha decidido a sacar la franquicia de su gueto “friki” y para ello ha encargado un lavado de cara a J.J. Abrams, productor, guionista y director que está detrás de éxitos televisivos como “Alias” y “Perdidos”, o de películas como la última entrega de “Misión Imposible”. Y la jugada ha salido redonda.
“Star Trek (2009)” consigue la cuadratura del círculo: ser lo suficientemente fiel a la saga original para contentar a sus fans, y a la vez enganchar a todo un público nuevo que ni siquiera sabe quién es el doctor Spock. Precisamente la aparición de Leonard Nimoy (el Spock de la saga original) como su alter ego anciano es lo que da a la nueva saga la conexión legítima para coger la antorcha “trekkie”
Y al mismo tiempo, la película de Abrams es plenamente disfrutable para todo neófito en “Star Trek”: Para ello se remonta al nacimiento del Capitán Kirk, y en ese momento un malvado romuliano (enorme Eric Bana) viaja en el tiempo y provoca la muerte de su padre. A partir de esta ruptura del tiempo, la línea temporal se ha alterado, y por lo tanto Abrams tiene libertad para reescribir la historia de “Star Trek”, que básicamente gira en torno a la relación que se fragua entre el capitán Kirk y el dr. Spock. Esta es una pareja de personajes que funciona por contraste: Kirk es osado, intuitivo y pasional, mientras Spock es lógico, metódico y calculador. En esta película, la tirantez inicial de su relación crea una dinámica excelente que trasciende a la propia narración, y que delata el auténtico tema central de la historia: el hombre que llega a su destino a través de sus propias elecciones. La mitificación de los elementos icónicos de “Star Trek” (Kirk y Spock, la nave Enterprise, la Federación galáctica…) juega a favor de esta línea dramática, pues el espectador conoce (o intuye) el glorioso destino que aguarda a los protagonistas a pesar de los “renglones torcidos” que deban recorrer para llegar a él.
También resulta muy interesante la idea de que Kirk y Spock, dos hombres confundidos que buscan su camino, encuentran su identidad en la relación con el otro. Abrams nos cuenta, en definitiva, que el hombre se define en una relación con otro o en sociedad.
Además de todo esto, la película es un magnífico espectáculo repleto de emoción, grandeza y humor. El ritmo narrativo es sobresaliente, los actores creen en lo que están haciendo y lo transmiten, los efectos especiales convencen sin agobiar. Estamos, pues, ante una estupenda película de entretenimiento, que además no está exenta de contenido interesante y mensaje positivo. Si la saga va a continuar por estos derroteros (y el éxito en taquilla de esta primera entrega parece presagiarlo), sólo podemos decir: larga vida y prosperidad a “Star Trek”
Basada en la mítica serie creada por Gene Roddenberry hace más de 40 años, la película narra cómo el capitán Kirk y el capitán Spock empezaron su carrera militar y acabaron trabajando juntos en la Enterprise para luchar contra las amenazas a la Tierra y al planeta Vulcano.
J.J. Abrams, que se considera un fan de la serie sin llegar a ser un auténtico trekkie, decidió que el 11 largometraje sobre estas aventuras interestelares debía empezar cronológicamente en el inicio que unió a los personajes de la saga. Lo cierto es que la decisión es acertada porque, de esta manera, puede aglutinar entre el público a los expertos de serie televisiva y a nuevos espectadores que poco o nada saben del capitán Spock y sus amigos.
Para este viaje, el creador ha reunido a un equipo de personas con las que ya ha trabajado en sus otros éxitos televisivos y cinematográficos: Damon Lindelof (“Perdidos”) y los guionistas y productores Orci y Kurtzman (“Alias”, “Misión: imposible III”, “Fringe”), entre otros.
El tono general, buscado explícita y declaradamente por sus “padres” de celuloide, es ágil, fresco y positivo. La mayor parte del casting la integran actores jóvenes que interpretan también a jóvenes aventureros capaces de renunciar –no siempre a la primera- a modos de hacer y pensar para aunar fuerzas en pro de la humanidad. La dinámica entre los dos tipos de liderazgo, el de Kirk y el de Spock, emoción y razón, es parte de esa gran mitología sobre la heroicidad que late en muchos de las grandes historias clásicas.
Los trekkies de pro encontrarán muchos homenajes, entre ellos la presencia de Leonard Nimoy, un actor que participó en la serie televisiva y dirigió algunos de sus largometrajes.
En general, se trata de un buen producto, que sabe entretener minuto a minuto y ofrecer un buen trabajo sobre una mitologofía pop contemporánea de la que también se pueden sacar algunos valores positivos.