[María Martínez López. CinemaNet]
El documental ’Eggsploitation’ denuncia, en Estados Unidos, los riesgos a los que se somete a las donantes de óvulos para la industria de la reproducción artificial
Cada vez son más frecuentes en las ciudades españolas los carteles que animan a las mujeres, sobre todo a las jóvenes, a ‘donar vida’. No es algo exclusivo de España. En todo el mundo “se busca a mujeres jóvenes mediante anuncios en los boletines universitarios, en medios de comunicación y en Internet, ofreciéndoles hasta 100.000 dólares por ‘donar’ sus óvulos, para ‘ayudar a convertir en realidad el sueño de alguien’”. Se buscan, además, mujeres atractivas e inteligentes, por lo que uno de los campos que más se explotan son las universidades.
Sin embargo, no todo es tan idílico como muestran los anuncios, llenos de mujeres y bebés sonrientes. En Estados Unidos, de forma lenta pero firme, se está dando a conocer ‘Eggsploitation’, un documental del ‘Center for Bioethics and Culture’. Como adelanta el título de la cinta (un juego de palabras que une las palabras ‘egg’ –óvulo– y ‘exploitation’ –explotación–), ésta denuncia los engaños de la industria de la infertilidad. Se estrenó a finales de julio, y todavía sigue presentándose en pases privados por todos los Estados Unidos, además de venderse en DVD.
Gravísimos efectos secundarios
El documental se desarrolla a partir de los testimonios de tres mujeres –Calla, Alexandra y Sindy–, hoy profesionales con formación superior, que en su juventud vieron en la donación de óvulos una forma rápida y fácil de ganar dinero, a la vez que ayudaban a parejas infértiles. Sin embargo, las tres acabaron sufriendo efectos secundarios graves –síndrome de hiperestimulación ovárica, accidentes vasculares cerebrales, cáncer de mama, infertilidad… –, que llegaron a poner en riesgo su vida.
Los efectos secundarios más frecuentes están relacionados en la mayoría de los casos con los tratamientos hormonales tan agresivos a los que se somete a las donantes, para optimizar el dinero que se les paga y conseguir varias decenas de óvulos en un solo ciclo. Los “perturbadores testimonios” de estas mujeres –subrayan los promotores del documental– “son un toque de atención sobre una industria de miles de millones de dólares y muy poco regulada, que está poniendo en peligro la salud de mujeres jóvenes para satisfacer el deseo de otros de tener un hijo”.
Sin regulación
La cinta denuncia que no existe una regulación para proteger a las mujeres, ni registros. Por ello, no se sabe ni la cantidad de donantes de óvulos que hay, ni la frecuencia y gravedad de los efectos secundarios, un dato necesario para reducir el riesgo para las donantes. Una de las mujeres, Calla, afirma en ‘Eggsploitation’ que “la industria sabía que esto sucederías antes o después. Simplemente han estado lanzando el dado, y me ha tocado a mí. A ellos les compensaba por el dinero”.
Pero, al final, más allá de las posibles mejoras en el control, la pregunta principal es: “¿Deberíamos estar pidiendo a mujeres jóvenes y sanas que se arriesguen por algo que no salva la vida a nadie?” Eso es lo que han querido plantear desde el ‘Center for Bioethics and Culture’, una entidad que lleva diez años dedicándose a la divulgación sobre cuestiones bioéticas, como la investigación con células madre, la reproducción asistida, la clonación y la eutanasia.
‘Eggsploitation’ se estrenó en julio y, desde entonces, se está presentando en pases privados pro todo Estados Unidos, además de venderse en DVD. Aunque a menor escala, está despertando un interés similar al que en su día suscitó ‘Blood Money’, el largomentraje documental sobre la industria abortista de David Kyle que, en España, se estrenó en salas el pasado mes de octubre.