[Marta Gª Outón – Colaboradora de CinemaNet]
La llegada de Roland Emmerich, Channing Tatum y Jamie Foxx a España ha sido como aterrizar en casa… en La Casa Blanca, quiero decir, ya que el marco de la rueda de prensa del día 4 de Septiembre estaba situado en un contexto entorno a la película. Después de que en su última película, Asalto al poder (White House Down), Roland Emmerich hiciera estallar este emblemático edificio, atacado a su presidente y puesto en riesgo la vida de uno de sus mejores agentes, el director y sus protagonistas han sido recibidos en la rueda de prensa de Madrid después de pasar por el Salón Oval.
El equipo llegó con humor, seguro de sí mismo y optimista con respecto al estreno, conscientes de que habían logrado entretener al público con la película y superado las expectativas. Los tres expusieron respuestas ya ensayadas para preguntas evidentes y ya oídas, como por ejemplo: ¿por qué se hizo la película cuando meses antes había salido en cartelera acerca del mismo tema: Olympus has fallen? “¿Cómo es el título? ¿Trata del hogar de los dioses?”, bromea Emmerich tras escuchar al periodista. El rodaje ya estaba terminado, a Sony le había gustado la idea y, lo más importante, al director también; ahí se zanjó el asunto. Pero también se les hizo cuestiones que tampoco se esperaban y una de ellas fue acerca de la recepción de la película, cuyo tema aborda la polémica de las armas nucleares, pues aún se amenaza con un posible ataque a Siria por parte de Estados Unidos; actualmente se están viviendo momentos difíciles, asegura Emmerich, pero el cine no puede evitar reflejarlos.
Tras dejar aparte las cuestiones políticas, se preguntó a los actores por sus personajes. Jamie Foxx, el tercer presidente norteamericano de color dentro del cine de Hollywood, se inspiró para interpretar a su personaje, evidentemente, en Obama y en su serenidad (en la que se puede leer un perpetuo “Yes we can”, explica el actor con humor). Channing Tatum evidenció su química con Jamie Foxx en los momentos más cómicos y con la pequeña que hace de su hija en la película, con quien logró demostrar una extraordinaria relación paternofilial. La minuciosa labor de construcción de los personajes fue la tarea fundamental para el director, a parte de la costosa dedicación para recrear la Casa Blanca, y por eso explica su interés en presentarnos desde el principio quienes son los protagonistas y quienes son los antagonistas y sus motivaciones.
No obstante, hubo coincidencia de opiniones a la hora de valorar la película de Emmerich, no solo por la puesta en escena, sino también por su atrevimiento de exponer en ella cuál es la verdadera vulnerabilidad de Estados Unidos, porque por una vez en el cine de Hollywood el ataque terrorista a un icono americano no lo realiza ningún grupo radical externo al país, sino un enemigo interno y cercano al poder. “América está en peligro de ser invadida, pero el problema es la división que existe en América después de la Guerra Civil. Ya Lincoln dijo que la mayor debilidad de Estados Unidos se encuentra en esa división”, explica Roland Emmerich.