Por su alcoholismo y precariedad laboral, Sara (María León) perdió hace cinco años la custodia de su hija Claire, entonces de cuatro años. Ahora Sara ha rehecho un poco su vida, y ha recuperado la custodia de Claire (Noa Fontanals), que ya tiene casi diez años. Una incómoda situación para la niña, que sigue queriendo a su madre de acogida, Virginia (Goya Toledo), una cariñosa mujer de buena posición social, que también está desolada. Un viaje a la ciudad francesa de Marsella, en busca del padre de Claire, unirá a Sara, Virginia y la niña, que intentarán aclarar sus sentimientos mientras conocen a personajes singulares —como el divorciado camionero Jesús (Eduard Fernández) y su hijo (Àlex Monner)—, e intentan zafarse del acoso de unos peligrosos narcotraficantes.
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ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Dirección y guion: Belén Macías. |
SINOPSIS
Sara (María León) y Virginia (Goya Toledo), que luchan por conseguir algo que ambas creen que les pertenece: la custodia de la pequeña Claire (Noa Fontanals), hija biológica de Sara a la cual Virginia durante cinco años. Ante la complicada situación que se les pone por delante y creyendo que así la situación se solucionará con mayor rapidez, deciden viajar a Marsella a buscar al padre de la niña. La película supone el viaje emocional de dos mujeres, que luchan por algo tan delicado como el amor de una niña.
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CRÍTICAS
[Jerónimo José Martín – COPE]
Por su alcoholismo y precariedad laboral, Sara (María León) perdió hace cinco años la custodia de su hija Claire, entonces de cuatro años. Ahora Sara ha rehecho un poco su vida, y ha recuperado la custodia de Claire (Noa Fontanals), que ya tiene casi diez años. Una incómoda situación para la niña, que sigue queriendo a su madre de acogida, Virginia (Goya Toledo), una cariñosa mujer de buena posición social, que también está desolada. Un viaje a la ciudad francesa de Marsella, en busca del padre de Claire, unirá a Sara, Virginia y la niña, que intentarán aclarar sus sentimientos mientras conocen a personajes singulares —como el divorciado camionero Jesús (Eduard Fernández) y su hijo (Àlex Monner)—, e intentan zafarse del acoso de unos peligrosos narcotraficantes.
La tarraconense Belén Macías (El patio de mi cárcel) se consolida como una espléndida directora de actrices en este irregular pero interesante melodrama familiar, con formato de road movie, en el que arranca a María León, Goya Toledo y la niña Noa Fontanals unas interpretaciones memorables, dignas de los más destacados reconocimientos. Facilita su labor un guion muy bien escrito, detallista en el retrato de los personajes principales, y con un tono sereno y ponderado, ni maniqueo ni ideológico, que muestra con honestidad todos los perfiles del complejo dilema humano que describe, siempre desde una perspectiva luminosa y responsable de la maternidad y la paternidad, alejada de la machista cultura del aborto y de las dogmáticas imposiciones de la ideología de género. En este sentido, cabe destacar los sabrosos personajes del camionero Jesús y su hijo —encarnados con desparpajo por Eduard Fernández y Àlex Monner, respectivamente—, así como la inesperada resolución de la intriga en torno al padre francés de Claire.
Ciertamente, el rollito amoroso-sexual de Sara resulta tópico y puntualmente obsceno. Y la subtrama policiaco-mafiosa incluye algunas situaciones poco verosímiles y menos sustanciales. También es verdad que algunos personajes secundarios —como el esposo de Virginia o los familiares de Sara— sólo están esbozados. Pero Belén Macías rueda todo con vigor, aprovecha muy bien las mejores secuencias del guion, y ofrece unos cuantos momentos de conmovedora intensidad emocional y gran hondura dramática y ética. Otra cosa es que una película así conecte con el público en fechas veraniegas como éstas. Parece un filme más apropiado para el otoño o invierno, en fechas próximas a los más importantes galardones del cine español, a los que, sin duda, puede optar en varias categorías, sobre todo interpretativas.