Presentamos un clásico que comenzó en la televisión y posteriormente se adaptó al cine. Una película que en tan sólo 95 minutos nos muestra la personalidad de unos jurados, sus prejuicios y emociones. Un film que no deja indiferente, mostrando temas que suelen generar gran controversia en la sociedad.
PELÍCULA RECOMENDADA POR CINEMANET Título Original: 12 Angry Men |
SINOPSIS
Los doce miembros de un jurado deben juzgar a un adolescente acusado de haber matado a su padre. Todos menos uno están convencidos de la culpabilidad del acusado. El que disiente intenta con sus razonamientos introducir en el debate una duda razonable que haga recapacitar a sus compañeros para que cambien el sentido de su voto.
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CRÍTICAS
[Núria Xalabarder – CinemaNet]
Doce hombres sin piedad es un drama de intriga judicial, que transcurre en los Tribunales de Nueva York, en el marco de un juicio por asesinato. El acusado es un chico de dieciocho años, sospechoso del asesinato de su padre. Todos los indicios apuntan hacia su culpabilidad, y los miembros del jurado –elegidos a sorteo– se retiran a deliberar, sin tener dudas de que el veredicto final será de culpabilidad.
Sin embargo, el caso se complica cuando uno de los miembros emite un voto de inocencia, frente a los restantes once que culpan al muchacho. La votación ha de ser unánime, por lo que el jurado número 8 provoca que todos los miembros tengan que sentarse en la mesa y examinar el caso, que en un principio parecía evidente, pero que pronto dejará de serlo.
La acción transcurre enteramente en la sala de deliberaciones, en un día de calor sofocante y húmedo, donde la tensión y los nervios se hacen presentes a medida que pasan las horas.
La película mantiene la intriga en todo momento, a medida que el jurado avanza en la investigación y consigue mantener la atención del público, transmitiéndole el clima de calor, agobio y estado de ánimo de cada personaje.
Henry Fonda interpreta al jurado número 8, el único hombre que es capaz de darse cuenta desde un principio que la vida de un ser humano está en sus manos. Es capaz de mantenerse firme en su opinión y obligar a los demás a enfrentarse con el caso. Sabe en conciencia que no se puede enviar a una persona a la horca sin ni siquiera hablar del asunto. Su actitud choca frente al egoísmo del resto, que consideran que es una pérdida de tiempo deliberar y quieren acabar rápido y volver a sus ocupaciones diarias, a su pequeño mundo de siempre. Vemos también que el número 8 es un hombre íntegro, al que no le influye la hostilidad de los demás ni se deja influir por su antipatía.
La película muestra unos personajes muy reales y muy distintos entre sí, que han de superar sus prejuicios interiores y mirar el caso desde un ángulo objetivo, olvidando la condición de las personas que intervienen en él y sin hacer suposiciones sin fundamento.
Cada miembro del jurado deberá aprender a dejar de lado las cosas que le afectan y a juzgar rectamente al chico. Deberán aprender a salir de su realidad para ver la realidad tal como es en verdad.
Otro aspecto a destacar es la reflexión acerca de cómo influyen los actos propios en otras personas. En este caso, el efecto de la decisión humana discutida –veredicto de culpabilidad o inocencia– es nada más y nada menos que la vida de otro ser humano. El número 8 es el primero en darse cuenta, y así se lo hace ver a los otros: la vida del chico está en sus manos, en la decisión del jurado y es algo que no puede tomarse a la ligera.
Una película fundamental para los amantes del buen cine.
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