La isla Nublar vuelve a estar abierta al público en la forma de un enorme parque temático, el Jurassic World. Todo está bajo control hasta que los experimentos de los científicos por conseguir nuevos dinosaurios que asombren a los visitantes dan lugar al Indominus Rex.
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ESTRENO Título Original: Jurassic World. |
SINOPSIS
Años después de lo sucedido en “Jurassic Park”, la isla Nublar vuelve a estar abierta al público en la forma de un enorme parque temático, el Jurassic World. Todo está bajo control hasta que los experimentos de los científicos por conseguir nuevos dinosaurios que asombren a los visitantes dan lugar al Indominus Rex, una máquina de matar mucho más inteligente que sembrará el caos en el lugar al escaparse de su jaula.
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[Guillermo Altarriba. Colaborador de Cinemanet]
Años después de lo sucedido en “Jurassic Park”, la isla Nublar vuelve a estar abierta al público en la forma de un enorme parque temático, el Jurassic World. Todo está bajo control hasta que los experimentos de los científicos por conseguir nuevos dinosaurios que asombren a los visitantes dan lugar al Indominus Rex, una máquina de matar mucho más inteligente que sembrará el caos en el lugar al escaparse de su jaula.
Bajo esta premisa se desarrollan algo más de dos horas de montaña rusa en la que el “más grande, más vistoso, más ruidoso” es la regla principal. Chris Pratt y Bryce Dallas Howard guían al público por una película que parece una atracción especialmente bien diseñada del parque temático que le da título. “Jurassic World” es una montaña rusa que va de la acción al bromance, pasando por pinceladas de comedia bien encajadas. Un conjunto sin más pretensión que hacer pasar al espectador un buen rato.
Las películas se han de valorar en buena parte por la intención de los autores, y es en este sentido que la última entrega de la saga basada en los dinosaurios de Michael Crichton funciona a la perfección. “Jurassic World” no promete más que una tarde de entretenimiento desacomplejado, y en ese campo cumple con nota. A cambio, no conviene buscarle fondo intelectual más allá del comportamiento heroico clásico de los protagonistas.
Una película con buenos y malos dibujados con brocha gorda en la que, aunque los actores cumplen todos con su función, la palma se la llevan los efectos especiales: los enormes reptiles lucen genial en pantalla. En definitiva, el retorno al parque jurásico décadas después no sorprenderá al público como lo hizo la cinta original, pero a cambio no defraudará a nadie que entre en la sala buscando un blockbuster honesto y despreocupado. O buscando dinosaurios, que los hay, y muchos.
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