Hablar es una propuesta diferente del director español Joaquín Oristrell filmada en un único plano secuencia, que a la vez que reflexiona sobre el poder de la palabra, introduce al espectador en la cotidianidad del madrileño barrio de Lavapiés.
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ESTRENO Título Original: Hablar
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SINOPSIS
Un viaje entre el teatro y el cine, rodada en un plano único y en continuidad de 80 minutos y medio kilómetro de recorrido, en el popular barrio de Lavapiés de Madrid. Los personajes hablan, discuten, ríen, lloran, amenazan, susurran, gritan, roban, se citan, se enfadan, se abrazan… y proponen al espectador una reflexión sobre el inmenso poder de la palabra.
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CRÍTICAS
[Pablo Gugel – Colaborador de CinemaNet]
El plano secuencia está de moda. Para los menos cinéfilos, un plano secuencia se podría definir como una sucesión de planos sin cortes. Ya en Birdman, la gran triunfadora de los Óscar 2014, el plano secuencia fue un elemento fundamental y probablemente el gran artífice de su éxito. En Birdman estaba falseado, pues tenía algunos imperceptibles cortes. En Hablar, la última película del veterano director español Joaquín Oristrell, el plano secuencia es la película.
En un producto a medio camino entre el teatro y el cine, filmado en un plano secuencia continuo, Hablar entrelaza diferentes historias corrientes que hablan de temas cotidianos como la crisis económica, los problemas laborales, la inmigración, las discusiones de pareja, la sexualidad, la política o la amistad. Un popurrí de situaciones que están contextualizadas en una noche en el madrileño y céntrico barrio de Lavapiés, conocido en la capital por su multiculturalismo y emplazamiento idóneo para el experimento que propone Oristrell.
Para llevar a cabo esta película, el director barcelonés ha contado con un elenco de actores españoles bastante numeroso, entre los que destacan Antonio de la Torre, Raúl Arévalo, Juan Diego Botto, María Botto, Marta Etura, Goya Toledo, Miguel Ángel Muñoz o Carmen Balagué entre otros muchos. El mayor hándicap de Hablar radica precisamente en que depende mucho de su inspiración, ya que al ser rodada con unas condiciones técnicas tan precisas, la interpretación de los actores tiene un papel fundamental para que llegue el mensaje. Por ello, hay historias mejores y peores, algunas te emocionan y otras pasan prácticamente desapercibidas, pero todas tienen un nexo común: la palabra.
Y es que el título de la película nos revela mucho de su finalidad. A través de los pequeños relatos de vida que se nos presentan, el director reivindica el poder de la palabra y critica la creciente incomunicación que hay en la sociedad, que afecta a todos los ámbitos de la vida, desde la política hasta las relaciones personales. Hablar es un retrato de la España de hoy y te remite a situaciones conocidas, a las conversaciones del día a día, a las preocupaciones del ciudadano de a pie. Ahí, y en la originalidad de la propuesta radica su mayor mérito. De lo contrario, sería otro producto más de la cartelera nacional.
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