Sinopsis
Dos ex-compañeros de la universidad, Óscar y Danny, deciden embarcarse en el negocio cannábico abriendo un club de fumadores exclusivo para los socios del mismo. Este idílico club se rige por 129 normas en pos de una mejor convivencia, pero pronto se convertirá en un caos cuando las normas dejen de aplicarse.
Crítica
Marihuana a medio quemar
[Jesus Lujan. Colaborador de Cinemanet]
Óscar (Rodrigo Poisón) y Danny (Jimmy Castro) nos hacen socios de su club, un club que navega en la alegalidad para poder ofertar cannabis a los miembros del mismo. A pesar de la laxitud del negocio, en éste se encuentran personajes dispares que conviven dentro del local con 129 normas, meticulosamente ideadas por uno de los dueños, sucediéndose a lo largo del relato.
Los socios de tan exclusivo club son, entre otros, a una bloguera que vende muñecas por internet, una anciana afín al régimen franquista o un chulo de barrio, aparecen irrisoriamente caricaturizados y de forma eventual con una sobreinterpretación innecesaria, intentando insuflar aire a clichés que hace tiempo que dejaron de ser cómicos. Más bien por casualidad que por causalidad, se ven sumergidos en tramas interrelacionadas entre ellos, dando forma a una película coral sin perder de vista la esencia de la comedia costumbrista.
A pesar de tener como detonante el robo de un fardo de droga, un recurso a todas vistas funcional pero capaz de ofrecer una amalgama de posibilidades interesantísima, deja un sabor amargo a la hora de resolver el conflicto, donde el resultado o es simplón o es, simplemente, inacabado.
La forma en la que el director novel Alberto Utrera y su equipo nos quieren mostrar su historia, no es, ni buena ni mala, es indiferente. Inserta recursos fílmicos new age como la división en capítulos, la interacción con el espectador, las ya mencionadas normas del club invadiendo el plano o un mannequin challenge que queda muy resultón, donde, lo único que puede sacar en claro el espectador es que “menos es más”, a pesar que algunas de estas estratagemas narrativas están justificadas y son necesarias para la comprensión del relato. El problema es que el mal uso de estos elementos en la narración provocan una desconexión temporal de la narración.
El largometraje, más o menos indirectamente, nos intenta despenalizar el consumo de cannabis a través de mensajes subyacentes. Intentan demostrar al público que el club donde se desarrolla la acción no es un fumadero de opio de finales del S.XIX o que el cannabis es consumido por diferentes estratos sociales. En consecuencia, crea un intratexto fílmico cutre que busca una sugestión hacia la laxitud mostrándonos una visión deformada de la realidad.
Smoking club es un hijo de su tiempo y peca de lo que pecan la gran mayoría de películas de su ramo, sus carencias técnicas tienen mayor solución que sus carencias narrativas. Haciendo un símil culinario, a Smoking club le falta un poco más de cocción; sus grandes fallos son, por un lado, la negación de haber intrincado un poco más trama, a pesar de que a priori, lo tenía todo para hacerlo y por otro, la raquítica finalización de la historia, donde en algunas de las subtramas se solucionan al gusto del espectador y de lo que cada cual deduzca, porque ni siquiera se dan pistas para poder componer un final para ellas. Una lástima.
Ficha técnica
- Título Original: Smoking Club (129 normas)
- Dirección: Alberto Utrera
- Guión: Alberto Utrera, Sergio Granda, Carlos Soria
- País: España
- Año: 2017
- Duración: 80 min. min.
- Género: Comedia
- Interpretación: Rodrigo Poisón, Jimmy Castro, Natalia Mateo, Margarita Lascoiti, Edu Díaz, Ángela Chica, Clara Alvarado, Álvaro Lafora, Nuño Benito, Christian Reyes, Silvia Vacas, Marta Balón, Úrsula Gutiérrez
- Productora: MoA Studio
- Música: ...
- Fotografía: Miguel Ángel García
- Estreno en España: 7 de abril de 2017