Sinopsis
Segovia. Campamento cristiano La Brújula. Bernarda, una monja recién llegada, quiere salvar el campamento con su canción “Viviremos firmes en la fe”. La hermana Milagros, una joven con dudas sobre su vocación, recuerda con nostalgia cuánto le gustaban Presuntos Implicados. Y María y Susana, dos adolescentes castigadas por escaparse a un concierto, tienen un grupo que se llama Suma Latina. Pero desde que Dios se le aparece a María una noche, todo está cambiando. Y es que a Dios le encanta Whitney Houston.
Crítica
¿Qué quiere Él de mí?
Cuando se unen las palabras “película” y “religión” —o más en concreto, “cristianismo”— y se añade “comedia”, los devenires de la industria en los últimos tiempos no invitan al optimismo. Si a la ecuación se suma el concepto de “película española”, lo normal y triste es que se disparen todas las alarmas en obediencia al dicho de “piensa mal y acertarás”. Por fortuna, La llamada –llamada, también, a ser un éxito de crítica y taquilla- rompe con lo anterior para convertirse en una simpática excepción a esa especie de norma aludida ojalá pronto en el camino de la extinción, para la buena salud de la sociedad, el arte y también la cinematografía.
Escrita por Javier Ambrossi y Javier Calvo y tras convertirse en un bombazo sobre los escenarios, el equipo ha dado el salto al cine con esta adaptación sencilla y basada en un puñado de elementos muy bien manejados. El bagaje precedente la ha convertido en una película con muy pocos ensayos en el propio rodaje para dar rienda suelta a las virtudes que produjeron la respuesta del público durante su etapa teatral, comenzando por la historia, pues sin ella nada se sostendría.
Cuenta la difícil etapa de dos jóvenes muchachas en un campamento religioso, cuando por diversos motivos incluida la rebeldía se encuentran ante un difícil paso para la que será su vida futura. Mientras Susana (Anna Castillo) no tiene nada claro hacia dónde ir, para María (Macarena García) las dudas se disparan cuando se le aparece Dios (Richard Collins-Moore) con cada vez más frecuencia y no sabe cómo responder ante Él.
Para ello resultará fundamental el apoyo de Sor Bernarda (Gracia Olayo), la nueva directora del campamento, estricta pero siempre abierta a tender una mano a sus pupilas necesitadas, sin olvidar a Milagros (Belén Cuesta), una joven monja capaz de servir de amiga —más para Susana— y de enlace con la autoridad. Porque la llamada puede ser de muchos tipos. Tal vez no se presente de un modo tan explícito como a María, o puede que pille fuera o sin cobertura a quien la recibe. Quizá el camino que indica sea arduo, confuso, e incluso que la interpretación del mensaje sea equivocada.
Dar con la tecla es el objetivo y esta película trata de eso. ¿Algún recurso mejor que la música? Ya sea desde la docencia, la soledad de una habitación, la quimérica esperanza de una carrera o la comunicación con Dios, se erige como un pilar fundamental de la existencia. Al final va a ser cierto que “la música hace milagros, Milagros”.
Si desde su primera aparición quedó claro que Macarena García tiene ángel, es de justicia destacar la labor de sus compañeras de función: la frescura y espontaneidad de Anna Castillo, la inocencia de Belén Cuesta y la firmeza maternal de Gracia Olayo. Esta película se sustenta fundamentalmente en la interacción entre sus tan dispares personajes, bien avenidos en el fondo y pese a los frecuentes choques y conflictos. Este grupo de talentosas actrices sostiene con ahínco y soltura la marcha de la película, alzándose como máximas responsables del resultado de esos aventajados augurios que los antecedentes facilitan.
Ya que la valoración general es positiva, no resultaría justo ni proporcionado arremeter contra el vocabulario malsonante presente en determinados pasajes, pues va en consonancia con los personajes y sus circunstancias. Si algo se puede objetar es la oportunidad perdida de rascar algo más en esa muy buena idea que sirve de origen a la historia, pues las risas del patio de butacas se producen más por el cómo que por el qué, sin duda mérito del elenco de actrices. También hubiera sido deseable una mayor conexión musical —espléndida selección de piezas, vaya esto por delante— con la narración, a pesar de ello bien hilada. Dos aspectos que hubieran aportado a esta bonita película la chispita necesaria para dotarla de un poco más de alma.
No es una obra maestra, pero se nota que está hecha con ilusión, cariño, entrega, dedicación y respeto, mucho respeto. Lo bien que se lo ha pasado el equipo durante todo este viaje se contagia al espectador, que saldrá seguro feliz y sonriente de la sala con la sensación de una buena inversión de tiempo y dinero. En esencia se trata de un ejemplo de humor sin recurrir a la burla para el tratamiento de un tema serio y determinante para la vida, por medio de unas herramientas muy bien empleadas en ese espléndido vehículo en que puede convertirse la comedia musical para alumbrar una amable pieza con muchas papeletas en la rifa —que no es tal: difícil sí, pero no azarosa— de la buena acogida.
Ficha técnica

- Título Original: La llamada
- Dirección: Javier Ambrossi y Javier Calvo
- Guión: Javier Ambrossi y Javier Calvo, a partir de su obra teatral
- País: España
- Año: 2017
- Duración: 110 min.
- Género: Comedia musical
- Interpretación: Macarena García, Anna Castillo, Belén Cuesta, Gracia Olayo, Richard Collins-Moore
- Productora: Apache Films / Sábado Películas / Lo hacemos y ya vemos
- Música: Leiva
- Fotografía: Miguel Ángel Amoedo
- Estreno en España: 29 de septiembre de 2017