Sinopsis
Motivado por la fe que había recuperado en la humanidad e inspirado por la acción altruista de Superman, Bruce Wayne recluta la ayuda de su nueva aliada, Diana Prince, para enfrentarse a un enemigo aún mayor. Juntos, Batman y Wonder Woman se mueven rápidamente para intentar encontrar y reclutar un equipo de metahumanos que combata esta nueva amenaza. El problema es que a pesar de la formación de esta liga de héroes sin precedentes –Batman, Wonder Woman, Aquaman, Cyborg y Flash– puede que sea demasiado tarde para salvar el planeta de una amenaza de proporciones catastróficas.
Crítica
Entretenido choque de estilos
Tras varios meses de tráileres, teorías y de una campaña de marketing solo digna de las películas más esperadas, La Liga de la Justicia ya está aquí. La reunión de los héroes más famosos de DC Comics prometía ser una experiencia sobrehumana para los fans de los cómics, aunque parce que no hay forma de que logren salir de la larga sombra de Marvel, que año tras año se las arregla para destrozar las taquillas.
Probablemente lo más sonado de la cinta ha sido el abandono del director Zack Snyder en las últimas fases de la producción, un acontecimiento que fue recibido como un milagro por aquellos que repudiaron Batman v Superman, y como una tragedia para los amantes de su tono oscuro y fatalista. Para sorpresa general, el elegido por Warner Bros para concluir la película no fue otro que Joss Whedon, que en su día sorprendió al mundo entero con sus dos cintas de Los Vengadores. Mucha gente pareció sorprendida, pese a que en el mundo de los cómics esta clase de movimientos de banquillo no es nada raro.
Casi parece más interesante la historia que hubo detrás de las cámaras que la que ocurre frente a ellas, y es que Whedon y Snyder no podrían tener estilos más diferentes. El primero es un optimista que apuesta por diálogos jocosos y escenas de acción coloristas y el segundo, un fan declarado de los cómics más oscuros y adultos, plasmando sus inclinaciones en tramas trágicas y atmósferas lúgubres. La mano de Whedon se ha hecho notar en la postproducción, así como en muchos de los diálogos, pero sobre todo en los recortes, ya que una cinta que auguraba sobrepasar las tres horas, ha terminado rozando las dos, una duración bastante escueta si tenemos en cuenta su escala épica.
Las comparaciones con Los Vengadores son inevitables, ya que ambas películas simbolizan lo mismo, pero considero que cada una de ellas ha jugado un papel muy diferente en sus respectivos universos. Mientras que los muchachos de Marvel venden sus cintas como una culminación de sus películas, parece que DC ha optado por usarla de pistoletazo de salida, siendo las películas posteriores una serie de spin-offs de la misma. El tono más luminoso y optimista de Whedon impera cuando caen los créditos, marcando una nueva hoja de ruta que aleja a Batman y a los suyos de la oscuridad de Snyder. Solo el tiempo dirá que pasará.
El principal defecto de esta película probablemente sea su falta de imaginación, y es que -aunque sea algo de lo que pequen la mayoría de las películas del género- lo cierto es que puede ser llevado de formas mucho mejores. Sí, en Los Vengadores el malo también comanda a una horda de matones sin rostro generados por ordenador, pero ese malo es el magnífico Loki de Tom Hiddleston, y el grupo de héroes que lo derrota son personajes con los que has creado lazos en otras películas.
Realmente, un servidor prefiere este regreso a la sencilla fórmula del equipo de super héroes, y es que hay que ser muy Christopher Nolan para mantener el espíritu aventurero y conmovedor de los cómics en un thriller oscuro con un argumento obtuso. Snyder lo intentó sin éxito en sus dos cintas anteriores, y es normal que DC haya querido distanciarse de este estilo. Si bien es cierto que esta oscuridad está justificada si uno ve los cómics de los que bebe –El regreso del caballero oscuro, The Flashpoint Paradox, La muerte de Superman-, uno no puede evitar preguntarse hasta qué punto determina el tono de la película o si es un síntoma de un director pretencioso.
Tal y como he dicho antes, creo que La Liga de la Justicia persigue marcar un antes y un después en el universo cinematográfico de DC. Cambia el tono al menos unos 90 grados, y aunque ignoro si Zack Snyder regresará a la silla de director, veo muy poco probable que haya vuelta atrás. Creo que, a pesar de las críticas, mucha gente querrá saber más de Aquaman, Flash o Cyborg, así como de otros personajes que ya han tenido más protagonismo.
DC Comics tiene aún mucho que decir en las salas de cine de todo el mundo, y puede que la próxima vez que propongan un evento mayor, lo planeen con más calma y con un estilo más claro.
(A partir de aquí hay spoilers)
No creo que haya sorprendido a nadie realmente, ya que era algo que se veía venir a kilómetros, pero Superman regresa, y con su resurrección finaliza su camino como el Cristo del universo de DC. En Man of Steel lo vimos comprender quién era; en Batman V Superman, cómo el hombre (Batman) lo mata, y en La Liga de la Justicia resucita para librar al mundo del mal. Este viaje parece haber convertido al último hijo de Kripton en un reflejo más fiel de su personaje en los cómics, más sonriente e incluso capaz de soltar pullas sacadas palabra por palabra de los tebeos.
Probablemente lo mejor de toda la cinta sean las interacciones entre los personajes (que asimismo darán pie a más spin offs). Por primera vez en este Snyder-universo, los héroes se sienten humanos con una amplia gama de emociones. Se acabaron los perfiles planos y oscuros. Bienvenidos sean los personajes vivaces y que no se avergüenzan de sonreír.
Antes he perdonado el argumento simplón, pero lo cierto es que no hay forma de excusar la pobre ejecución que tiene Steppenwolf, el villano que planea destruir el mundo. No es Loki, cierto, y casi puede justificarse con el pretexto de que ningún otro villano de Marvel es memorable, pero el mundo de los cómics está plagado de villanos inmensos, y nos merecemos al próximo Heath Ledger. Una sutil mención a Darkseid augura acontecimientos mucho mayores en el horizonte, así como una Liga de la Perdición o incluso un conflicto con Brainac, pero eso solo el futuro lo dirá.
Al final, el Salón de la Justicia es un símbolo en sí mismo. La Liga se alzará en el mismo lugar en el que Batman y Superman se pelean, un símbolo bastante explícito de que el nuevo DC se alzará sobre las cenizas de algunos de sus fracasos. “Hay sitio para más” dice Wonder Woman augurando la llegada de aún más héroes. Este universo está muy vivo, y puede que llegue a brillar del todo cuando Marvel concluya el suyo con Infinity War.
En definitiva, La Liga de la Justicia es una película muy entretenida que gustará a aquellos que quieran pasar un buen rato, pero que puede llegar a enamorar a los fans que ya tengan una conexión emocional con los personajes. Se puede llegar a hacer algo corta, pero hay rumores que apuntan a que el corte original de Snyder ascendía a los 240 minutos e incluía un sinfín de flashbacks y escenas a cámara lenta.
Como dice el proverbio: mejor malo conocido que malo por conocer.
Ficha técnica

- Título Original: Justice League
- Dirección: Zack Snyder
- Guión: Chris Terrio, Joss Whedon (Historia: Zack Snyder, Chris Terrio)
- País: EEUU
- Año: 2017
- Duración: 121 min.
- Género: Acción
- Interpretación: Ben Affleck, Gal Gadot, Ezra Miller, Jason Momoa, Ray Fisher, Henry Cavill, Amber Heard, Amy Adams, Ciarán Hinds, J.K. Simmons
- Productora: DC Comics / DC Entertainment / Dune Entertainment / Lensbern Productions / Warner Bros. / Atlas Entertainment / Cruel, Unusual Films
- Música: Danny Elfman
- Fotografía: Fabian Wagner
- Estreno en España: 17 de noviembre 2017