¡García! (Temporada 1) | TOP series españolas del año

Gabriel Sales

Periodista y especialista en Comunicación y Branding digital. Cinéfilo y crítico de cine y series de televisión.

Nivel HBO y estilo propio

¿Existe el supersoldado español? Sí, y se llama García. Estamos ante una especie de historia sobre el Capitán América pero en nuestro país, y eso siempre resulta extraño. Sobre todo porque de partida existe un miedo enorme a encontrarse con una parodia absurda con autoconciencia de ridiculez. Pero no es lo que yo he encontrado. Me he visto envuelto en un producto bastante decente gracias en parte al inconfundible toque de HBO como productora. Al menos en la forma el acabado es notable, con una estética muy pulida y una destreza visual que realmente no esperaba.

A esto hay que añadir un estilo y tono muy marcados que nacen de su guionista, Carlos de Pando, experto ya en tratar este tipo de personajes clásicos que deben adaptarse a los tiempos modernos, pues lo ha hecho tantas veces en El ministerio del tiempo. Estamos ante una comedia de aventuras de manual que juega su papel para dar el descanso necesario al juicio que obviamente se va a emitir sobre la temática de la serie: franquismo y comunismo, las dos Españas y demás. Y por eso el cariz que toma siempre es de brocha gorda, sin dar demasiada profundidad a los asuntos tratados y en ocasiones con algún exceso de caricatura en ciertos personajes. No vaya a meterse en un lío.

Sí que se ve cierta profundidad en ese cambio que debe dar el soldado de la España dictatorial, cuya visión se demuestra claramente inocente y fuera de la realidad. Y cómo este patriota debe enfrentarse a una nueva nación polarizada, en las esferas de sociedad y política, siendo que viene de una única moralidad impuesta.

Humor liviano

Pero en definitiva estamos ante una obra de claro humor blanco y aventura liviana que encuentra en su sátira amoral su verdadero encanto. Aquí es donde entra en juego la buena dirección de Eugenio Mira, que a través de sus planos retrata perfectamente ese estilo de cine clásico y un conducto claramente al tebeo.

Es una filmación limpia, transparente y sin pretensión. No hace amago de experimento, sino que se limita a homenajear más al cine que a otra cosa. Hay un nivel de producción y de puesta en escena soberbias en este sentido. Todo es lineal y predecible, pero perfectamente ejecutado y necesario para lo que se cuenta en la narrativa. La dirección aquí juega  con la agilidad del relato de tebeo y apuesta por una filmación atrevida en cuanto a la acción, pero sin desmesura.

Interpretaciones

Es verdad, lo confieso, el producto español muchas veces se me atraganta por el bajo nivel de tantos intérpretes. No me ha pasado, al menos demasiado, en esta ocasión. Francisco Ortiz haciendo de García me ha convencido sobremanera, con esa planta, actitud tosca y voz grave que vienen de lujo al personaje. 

Después tenemos a Veki Velilla, que sinceramente ha sido una sorpresa grata que no esperaba. No hay que confundir la irritabilidad que produce su personaje con la altura interpretativa de la actriz. La actuación está muy conseguida, porque se nota del todo natural. Derrocha inquietud, caos y mucha incoherencia propias a esa figura millennial que tanto adoras como odias. Tiene verosimilitud y ofrece al diálogo y la historia una comedia orgánica que no requiere de gracias forzadas.

De lo mejor del año

García nos ha regalado un tiempo de mucho disfrute donde el espectador toma parte activa de la trama principal, también a través de su discurso histórico y político de fondo, pero siempre desde un prisma relajado y carente de un juicio forzado. Esto se agradece. Aunque habrá algunos que quieran darle un sentido conspiranoico, pero yo no lo veo para nada.

Está gustado y mucho en sus primeros capítulos, y HBO está logrando de nuevo la fórmula del éxito que obtuvo con 30 monedas.