El 29 de septiembre 2023, se estrena en el Pequeño Cine Estudio (en la calle Magallanes, 1, de Madrid) la película de Rafael Gordon La pasión de Kierkegaard. . Horarios del 29 septiembre al 5 octubre 2023:
Viernes 29: 20,15h.; Sábado 30: 18,10h.; Domingo 1: 22,30h.; Lunes 2: 20,15h.; Martes 3: 18,10h.; Miércoles 4: 22,40h.; Jueves 5: 20,20h.
En declaraciones del director a Antonio Peláez, autor de su biografía Rafael Gordon, la conciencia (Huerga y Fierro editores, 2015), «El cine, un bisturí creativo para llegar al más dolorido sentir del alma humana, hace filosofía con la imagen».
Eso es, pues, lo que nos cabe esperar de su última película: la vida del alma del hombre, tal vez perdida en un mundo de pensamiento único e inconsistente, atrapado en una redes que le impiden nadar en el mar abierto de la reflexión humana.
En La pasión de Kierkegaard, dos personajes, Alfredo y Søren Kierkegaard dialogan sobre el ser humano, su angustia originaria y su rumbo perdido. El espectador no puede limitarse a ver una acción, un argumento. Al cine de Gordon hay que ir a paladear cada idea y reflexionarla. Y en una película así, entre hombre y filósofo que hablan sobre cuestiones vitales, el espectador debe identificarse y tomar partido.
Rafael Gordon es el epítome del cineasta independiente. Tiene su propia productora, escribe y dirige las películas que él quiere hacer.
Su primer cortometraje, Angustius Vital, es de 1967 y el último, En la alcoba de la Reina, de 1983 (salvo error en ambos casos). Los largometrajes tendrían que esperar algo más: Tiempos de Constitución, el primero que vio la luz, data de 1978, y a este le han seguido ocho hermanos, hasta llegar a 2023. Gordon es también dramaturgo , con diecisiete obras en su haber, algunas de ellas traducidas a varios idiomas. De hecho, el germen de La pasión de Kierkegaard fue una espléndida obra de teatro.
Decía Orson Welles que «la cámara debe ser un ojo en la cabeza de un poeta». ¿Por qué le interesa tanto Kierkegaard a Rafael Gordon?, ¿qué extrañas coincidencias –si las hay– o qué doloridos rechazos –si los hay– pueden darse entre ellos para estimular su mirada de poeta y su impulso creativo? Tendremos que esperar a ver la película para buscar en ella, unidos o enfrentados (¿o, tal vez ambas cosas?) los espíritus del cineasta y del pensador.
Sin caer en el error de aplicar un «pre-juicio» a la película antes de verla, sí podemos intentar intuir qué dimensiones esenciales del filósofo danés han podido encontrar su caja de resonancia en la inspiración poética, la pluma creativa y la cámara impúdica, que llega hasta el hondón del alma de los personajes de Rafael Gordon.
Søren Kierkegaard (1813-1855) era un buscador de respuestas sobre el hombre. Como Gordon. Para el danés, el ser humano, oprimido por la angustia de la soledad, está situado en la existencia en una dicotomía entre el tiempo y la eternidad. También a Gordon le preocupa el hombre, no como un ser abstracto objeto de estudio, sino cada hombre concreto, en su existencia cotidiana. El ser humano, que puede malograr su vida –única e irrepetible– al confundir lo esencial y lo accesorio, lo que lo orienta a su verdad de hombre, ser pensante abierto a la trascendencia, y lo que lo conduce a convertirse en un mero individuo de un colectivo.
Los ideas de Kierkegaard tuvieron gran influencia en el pensamiento y la obra de Miguel de Unamuno. ¿Qué sucederá en la película de Rafael Gordon?