Sinopsis
La historia de dos hermanas adolescentes que están a punto de abandonar su país para siempre cuando se reencuentran inesperadamente con un padre ausente. Esta relación amplificará y aliviará a la vez su dolor por el cambio.
Crítica
REINAS / Con los pies en el suelo, con los ojos mirando al cielo, nada es imposible
Una de las películas más hondas de contenido de las que hemos visto recientemente. Elena es una joven empleada de una agencia de viajes, que vive en Lima (Perú) en la década de los 90 del pasado siglo. Está separada y es madre de dos niñas, Aurora, una adolescente de catorce años y Lucía de solo diez años. El contexto social es muy difícil, con una fuerte crisis económica y una alarmante inestabilidad política; escasean los alimentos, hay frecuentes cortes de luz y toque de queda cada atardecer en la ciudad.
Elena ha conseguido un empleo en Minnesota (EE.UU.) que les puede proporcionar, a ella a sus hijas, unas expectativas de futuro de las que carecen en Perú. Han cerrado ya el piso y se han trasladado a casa de la abuela, una mujer fuerte que las acoge con todo cariño. Ya tienen también los tres pasaportes y solo falta que Carlos, el padre de las niñas, firme la autorización para que puedan salir del país.
Carlos, el padre ausente, es casi un desconocido para Aurora y Lucía. Ha sido un fracasado en los trabajos y vive a salto de mata, pero no es una mala persona, respeta a su mujer y quiere mucho a las niñas, sus reinas, con las que ahora establece una relación cercana y entrañable. Está dispuesto a dar la autorización, pero con él nunca es seguro que acuda a las citas.
Es una historia muy sencilla, pero que se apoya en personajes de una gran hondura humana. Elena ha estado tan preocupada gestionando su nuevo trabajo y el viaje a otro país, que apenas si ha tenido tiempo para estar pendiente de las niñas. Lucía no se ha resentido de esa ausencia porque su hermana Aurora es para ella una madrecita, pero Aurora está en plena adolescencia, con todos los descubrimientos y torpezas que eso supone, y hubiera necesitado cerca de ella la figura de un adulto que la orientara para no cometer graves errores en su proceso de crecimiento. Carlos, el padre, para disimular su insignificancia ante sus hijas, se inventa historias y miente sin reparo. Pero es un buen hombre, que quiere de verdad a Elena y a las niñas.
La abuela es el refugio seguro de todos. Es una mujer entera, jamás tiene una queja ni un lamento por quedarse sin su hija ni sus nietas. Quiere su bien generosamente y es de lo único que se preocupa. Por Carlos siente un desprecio mal disimulado, pero, a pesar de todo, lo acoge en su casa y le prepara un rincón para dormir.
Si las protagonistas son las niñas, porque toda la acción gira alrededor de ellas, la abuela simboliza la familia, el hogar, ese lugar de amor, de acogimiento donde uno se siente incondicionalmente querido y a salvo de cualquier dolor. Es en ese ámbito, en la familia, donde los personajes cobran vida y son los lazos familiares los que les permiten avanzar.
El trabajo actoral es muy bueno en general, pero hay que destacar, ante todo, a Susi Sánchez, que es la sombra protectora que los cobija a todos con su amor inconmensurable y su grandeza humana. Hace un trabajo soberbio, se expresa con más silencios que palabras, pero llega al corazón del espectador. Las dos jóvenes actrices que dan vida a las niñas, Abril Gjurinovic y Luana Vega, están magníficas por su naturalidad. Jimena Lindo y Gonzalo Molina llevan muy bien sus personajes de Elena y Carlos.
Lo fundamental de la película es que respira autenticidad por los cuatro costados, de principio a fin, con algunas escenas realmente memorables y que muestran el dominio de Klaudia Reynicke para captar lo más profundo con el objetivo de la cámara, sin apenas necesidad de palabras. Una es cuando, después de una noche en comisaria, Elena y Carlos hablan del futuro, sentados en la cocina, con una sencilla jarra de agua sobre la mesa. Para él y para ella lo más importante en esos momentos es el bien de sus hijas; ni Carlos ni Elena piensan en sí mismos, en sus apetencias o conveniencias, solo en el bien de las niñas. Son la figura de los padres, todos los padres y madres del mundo, que aman inmensamente y por encima de todo a esos seres que han llamado a la vida. El consejo del padre a las niñas es una sabia lección de vida: «Con los pies en el suelo, con los ojos mirando al cielo, nada es imposible».
Otra escena magistral es en el despacho del notario: Carlos tiene el bolígrafo en la mano y se queda parado, no firma. El espectador entiende que ese trazo sobre un papel puede significar que no vuelva a ver a sus hijas, y simboliza también su fracaso como padre de familia que no ha sabido protegerlas y cubrir sus necesidades. La cámara se detiene para captar ese momento de dolor, de humillación y de grandeza humana y el espectador, conmovido, se solidariza con él.
Ficha técnica

- Título Original: REINAS
- Dirección: Klaudia Reynicke
- Guión: Klaudia Reynicke, Daniel Vega
- País: Perú
- Año: 2024
- Duración: 01h 44 min min.
- Género: Drama
- Interpretación: Luana Vega, Abril Gjurinovic, Susi Sánchez, Jimena Lindo, Gonzalo Molina Guión: Klaudia Reynicke, Daniel Vega
- Productora: Coproducción Perú-Suiza-España; Alva Film, Maretazo Cine, Inicia Films, Radio Télévision Suisse (RTS). Distribuidora: BTeam Pictures, Filmcoopi Zürich, Tondero Producciones
- Fotografía: Diego Romero
- Estreno en España: 06-09-2024