«Marx en la cabeza, Nietzsche en el corazón y Freud en el sexo» es una de las frases de esta película y que resume un poco la historia real de “la madre de Frankenstein” (en boca de Almudena Grandes). Cómo una madre puede matar a su hija y por qué, para ello hay que ver la película y descubrir el lado oscuro del ser humano. Es una película filosófica y terrorífica que versa sobre la educación de Hildegart (Alba Planas).
Tiene todos los méritos para ganar los Goya, por ser una historia real. Dirigida por Paula Ortiz, una directora mística, que ya demostró en Al otro lado del rio y entre los arboles (2022) su talante. Cuenta con unas actuaciones sobresalientes: unos grandes secundarios y unas actrices principales soberbias. De Najwa Nimri ha conseguido sacar lo mejor con muchas escenas donde daba terror su mirada. También tiene una gran fotografía, una puesta en escena celestial (desde el primer segundo te atrapa) y un final que te deja aplatanado.
Película muy dura que entre en mi ranking de las 500 mejores películas del cine español y las 3000 del mundo, con un perfil que se parece a Pobres Criaturas (2023), otra película filosófica en la que un señor que hace de padre de una chica no la deja salir de casa, pero ella quiere ver mundo. La libertad y vivir el amor, son parámetros que se repiten en la gran película de Paula Ortiz, que esta desarrolla con maestría. Siendo una historia conocida, por ser un caso real, no era fácil plasmar una madre autoritaria y una hija que era una niña-prodigio (había publicado 17 ensayos). Fernando Fernán Gómez ya hizo una primera versión en 1977 con Mi hija Hildegart, pero Paula supera con creces a la primera.
Es una película que ya va de boca en boca, lleva casi un mes en cartel y quiero destacar que, cuando fui a verla, de las 60 personas que estaban en la sala, al terminar la película y aparecer los títulos, nadie se levantó. Es una película que no solo te gusta, sino que te atrapa, en especial en unos últimos minutos maravillosos donde la hija canta una canción que es como un regalo para bordar este film de Marcel Barrena, que supera a otra película basada en un caso real de refugiados: Mediterráneo (2021).
Acertado su director, que hasta reserva solo quince minutos al secuestro del autobús y el resto lo dedica a ver cómo vivían muchas familias en barrios marginados donde no llegaba el agua, la luz, ni llegaba el autobús; ellos mismos se hicieron las casas y así nació la barriada de Torre Baró.
Historia de un caso real de los años 70, sencilla y con una actuación de Eduard Fernández que durante el transcurrir de la película va a más. Destacar también que algunos diálogos son en catalán y esto enriquece aún más la cinta.