Introducción
Entre 2005 y 2006 Hollywood realizó dos películas sobre el escritor Truman Capote. Él se describió a sí mismo con esta afirmación: “Soy alcohólico, drogadicto y homosexual. Soy un genio”. Su novela A sangre fría marcó época. Sirvan estos datos para mostrar brevemente su vida, la película Capote, y en la segunda, Infamous.
Su vida
Truman Streckfus Persons nace el 30 de septiembre de 1924 en Nueva Orleans. Comienza a escribir a los ocho años; reconoce que no conocía a nadie que escribiese y a poca gente que leyese. “Pero el caso era que sólo me interesaban cuatro cosas: leer libros, ir al cine, bailar claqué y hacer dibujos”. Físicamente raro -con un estrafalario flequillo y sin sobrepasar el metro cincuenta y cinco de altura-, poseía una voz y unos gestos obvia y alarmantemente afeminados, lo que consternaba a su madre. Con 17 años, después de desempeñar diferentes empleos: bailarín en un barco fluvial o corrector de guiones radiofónicos, comenzó a trabajar en The New Yorker y cambia su apellido por el del segundo marido de su madre, Capote.
A los 21 años abandona ese trabajo y se dedica a escribir. Dirá que sus relatos de juventud nacen de «simples observaciones cotidianas que anotaba en mi diario. Descripciones de un vecino. Largas transcripciones literales de conversaciones oídas. Chismes locales”. Capote utilizó la literatura para ofrecer una versión camaleónica de su acelerada y atormentada existencia, aunque en sus escritos encontramos una exigente preocupación por la calidad literaria y una emocionada nostalgia de la infancia. Combina en sus relatos elementos grotescos y religiosidad tradicional, pero no llega a la trascendencia.
En principio, sus historias se leen con interés, con atención, pero no dejan poso. Y llega su novela A sangre fría; antes de dedicarse a ella comenzó a preparar las notas y la estructura de una ambiciosa novela a la que puso por título Plegarias atendidas, que procede de una frase de Santa Teresa de Jesús: «Se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas que por las no atendidas»; libro técnicamente complicado. No lo terminó; opinaba que la literatura tiene su propia vida, e insistía en bailar a su propio ritmo».
A sangre fría salió a la luz en 1966, fue de las novelas más vendidas; considerada un reportaje periodístico, creció hasta convertirse en el paradigma de la no ficción. Capote se interesó por los asesinos -Perry Smith y Richard Hickock- porque en ellos reconoce un pasado común, y le hace preguntarse por qué sus vidas son tan diferentes. A sangre fría, icono de la simbiosis entre el periodismo y la literatura, es considerada, con justicia, el antecedente inmediato del Nuevo Periodismo. Fue incapaz de llevar su propia ida en la dirección deseada.
Con el paso de los años, la popularidad y una conducta de abusos fueron agostando su creatividad. Se mostraba como un hombre lleno de tics y un modelo de libertinaje. Siempre permaneció solo, y se destruyó. Buscó la amistad con muchos famosos, pero casi nadie lo aceptó y sus amistades de la alta sociedad lo echaron de sus filas. Murió el 25 de agosto de 1984 en Los Ángeles, cuando solo contaba 59 años y no era más que la sombra de sí mismo. Aún así cabe honrar a Truman Capote como uno de los mejores narradores norteamericanos del siglo XX. Triunfó en la literatura escribiendo sobre perdedores de la sociedad, y cayó derrotado en la vida narrando el comportamiento de los vencedores del mundo.
Primera película: Capote (2005)
Recoge la dramática biografía estadounidense sobre Truman Capote dirigida por Bennett Miller y protagonizada por Philip Seymour Hoffman en el papel principal. La película se basó en la obra de 1988 Capote, una biografía de Gerald Clarke. La película se convirtió en un éxito de taquilla y recibió elogios de los críticos por la actuación principal de Hoffman. Ganó muchos premios. Muestra que Capote decidió investigar y analizar el asesinato de los cuatro miembros de la familia granjera Clutter, de Kansas, a manos de dos hombres. Para ello viaja a Kansas e invita a su amiga de la infancia, Harper Lee, a que lo acompañe. Con halagos y sobornos se le facilita a Capote realizar visitas a la prisión.
Los cuentos de Capote sobre escenarios de películas y estrellas de cine cautivan a una tal Marie. Con el tiempo, su esposo se encariña con Capote y le permite ver las fotografías de las víctimas. Los Dewey, Lee y Capote están cenando cuando los sospechosos de asesinato, Perry Smith y Richard «Dick» Hickock, son capturados. Los halagos, los sobornos y una profunda comprensión de la condición humana facilitan las visitas de Capote a la prisión donde están detenidos los acusados, estableciendo una amistad profunda con uno de ellos, dado también que el proceso de apelación dura años.
Sin que se resuelva el caso judicial, Capote siente que está atrapado en una historia sin final y no puede terminar su libro. Finalmente, consigue que Smith describa los asesinatos y sus pensamientos en ese momento con gran detalle. Consigue lo que quiere de Smith, pero ve insensibilidad y egoísmo en sus propias acciones en el proceso. El retrato del protagonista es sobrio, sin complacencias. Perfilan su profundo narcisismo, que le facilita casi automáticamente a detectar los puntos débiles del otro.
Philip Seymour Hoffman hace una soberbia interpretación; evita los excesos a que se presta el personaje, lo dota de mil y un matices. ¿Qué cabe destacar? La soledad de Capote. A pesar de ser un personaje público tan tremendo, sus sentimientos más intrínsecos, que es de lo que realmente va la película, son privados. En la superficie vemos la elaborada historia de un escritor que hacía todo lo que estaba de su mano para completar su obra escrita, pero no su vida.
Segunda película: Infamous (2006)
En castellano se ha titulado Historia de un crimen y en América Latina Infame. Al leer diferentes críticas de la misma, me quedo con un título impresionante: “Truman Capote: 100 años de sangre fría y champán amargo”.
Escrito y dirigido por Douglas McGrath. Protagonizado por Toby Jones y muchos famosos con papeles secundarios: Sandra Bullock, con Daniel Craig, Gwyneth Paltrow, Isabella Rossellini, etc. El argumento se centra en la investigación que Truman Capote lleva a cabo sobre unos asesinatos cometidos en el Estado de Kansas con el fin de escribir su libro, titulado A sangre fría. No obtuvo en taquilla el éxito esperado. El argumento nos sitúa en el club nocturno «El Morocco», Nueva York, 1959: Un hombre diminuto y homosexual llamado Truman Capote entra pausadamente del brazo de una dama elegante y de la alta sociedad, Babe Paley.
Un largo abrigo de visón se confía a la chica del guardarropa, se enciende una cerilla, se prende un cigarrillo y… la alta sociedad de Manhattan se pasea por el local. Se sirve caviar mientras una encantadora y bellísima cantante, armoniza con su música. En una de esas noches, Truman Capote lee un breve artículo en el periódico The New York Times, el 16 de noviembre de 1959, con el siguiente título: «Un granjero rico y tres miembros de su familia resultan asesinados». El autor decide investigar un poco más sobre el caso y así poder iniciar un nuevo libro, bajo el título de A sangre fría, que posteriormente se convertiría en su obra cumbre.
A partir de aquí, se produjo un punto de inflexión en la vida del escritor que marcaría el inicio del fascinante periodo de seis años de creación de la novela. Durante esos años Truman Capote investigó en la localidad de Kansas junto a su amiga de infancia Harper Lee (la autora de Matar un ruiseñor) lo ocurrido en el trágico asesinato. Preguntando a los policías Alvin Dewey e incluso al propio asesino, Perry Smith, del que le atrae algo más que simplemente el saber por qué cometió el crimen.
El periodista británico David Thompson la definió como la mejor película de Truman Capote, mucho más inquietante que la versión estrenada el año pasado. Infamous toma un ángulo diferente en su descripción del autor, y funciona lo suficientemente bien por sí misma. Una sorpresa muy grata es el retrato bellamente matizado de la confidente de Capote, Harper Lee, que da a la película de lo que carece: sensación de veracidad. En España Carlos Boyero la definió para el diario El Mundo como “una extraordinaria recreación de lo que ocurrió en la gestación de A sangre fría”. Ver Infamous tan pronto, después de Capote, es una experiencia extraña. Infamous cuenta exactamente la misma historia, desde la primera lectura de Truman Capote sobre un asesinato en Kansas hasta la publicación de A sangre fría. La visión general de los realizadores sobre cada historia también es idéntica: el libro hizo a Capote y lo arruinó.
Sin embargo, a pesar de esas similitudes, las películas son muy diferentes en cuanto a escenas, diálogos, reparto y ambiente. Vea Capote e Infamous seguidas para ver una rara ilustración de las diferentes maneras en que se pueden interpretar papeles y contar historias. O vea Infamous por separado. Es una película valiosa por derecho propio, con sus propias virtudes
Una pregunta elemental podría ser ¿Quién es el verdadero Truman Capote? ¿Cuál lo representa mejor? Infamous ofrece una representación más superficial de la historia, mientras que Capote era más interna y misteriosa. Infamous explica las cosas, incluida la relación de Capote con Perry, uno de los asesinos, mientras que Capote sugería cosas demasiado complicadas para ser explicadas. Tal vez la diferencia se pueda resumir de esta manera: al ver a Philip Seymour Hoffman en el papel principal, fue fácil ver a Capote como alguien verdaderamente extraordinario, tal vez un genio.
Su Capote era un hombre más interesante, pero uno no puede evitar preguntarse: ¿es la interpretación de Toby Jones más fiel a la realidad? Infamous opta por mostrar a Capote en acción y en sus ratos de ocio, mientras que la presentación que McGrath hace de la alta sociedad es superficial, como una guarida de narcisistas tontos; por lo tanto, su atractivo para Capote solo puede interpretarse como algo desconcertante o como evidencia de un defecto de carácter. En Infamous Capote aquí es demasiado pusilánime, parece más un hombre que se enamora que un artista en la búsqueda despiadada de la verdad. Sus escenas son tempestuosas y dramáticas, pero de una manera cinematográfica, predecible, sin mucha complejidad o sutileza.
En realidad ambas películas son inteligentes y reflexivas. Ambas muestran a un Capote real, proporcionado por el propio personaje, o por sus conocidos, en forma de declaraciones a un supuesto programa televisivo, una novedad esto último en el film que nos ocupa. McGrath subraya convenientemente el marcado narcisismo de Capote, pero al tiempo se esfuerza en humanizarlo para que el espectador empatice mejor con él. Acierta al describir sus numerosas extravagancias y su irresistible afición al cotilleo, y el modo en que finalmente se gana la confianza de un cerrado entorno rural con sus anécdotas de Hollywood, una de las mejores escenas del film. Hay detalles finos, como aquel en que el sheriff recibe la noticia de que han atrapado a los dos asesinos: el egocéntrico Capote se alegra por sí mismo y su libro, pero él mismo detecta lo mezquino de su reacción espontánea y, maravilloso matiz, rectifica al felicitar al que ya puede llamar su amigo.
McGrath se toma excesivas licencias al pintar su relación, como la del supuesto enamoramiento homosexual entre ambos, y una agresión física en la celda, a punto de transformarse en violación. De alguna manera parece querer justificar la posterior sequía creativa de Capote con lo que sería un amor truncado, lo que no deja de ser, como mucho, una hipótesis. En definitiva, ambas expresan la misma tesis: el libro que labró la reputación de Capote, acabó con el escritor.
Y esta es la enseñanza: el hombre, todo hombre, encierra su grandeza en vasos de barro. Disfrutemos del buen cine y, como siempre, aprendamos a vivir y a rectificar.