Sinopsis
Almut y Tobias se conocen en un encuentro inesperado que cambia sus vidas. A través de pasajes de su vida en común −se enamoran, construyen un hogar, forman una familia− se nos revela una difícil verdad que amenaza con sacudir sus cimientos. A medida que emprenden un camino que los límites del tiempo desafían, los protagonistas aprenderán a apreciar cada momento del inusual camino que ha tomado su historia de amor, que abarca una década.
Crítica
Vivir el momento | Frutos frente a la muerte
Sorpresivamente, Vivir el momento es un honesto drama romántico huido de fantasear con sentimentalismos o edulcorar la dura realidad. Crece radicando su inteligente y desordenada narración en el contraste de hechos y no emociones. Florence Pugh y Andrew Garfield son una delicia juntos y por separado.
Evidentemente, lo primero que me llamó la atención fue cómo se llamaba el personaje interpretado por el siempre simpático Andrew Garfield. Todos sabemos que los nombres son escogidos con un objetivo, como prácticamente todo en una película, y aquí viene como anillo al dedo. A la luz de las Sagradas Escrituras, nos encontramos con este hombre agradecido a Dios por su vida, que discierne mirando al cielo para encarnar la vida buena como regalo. En We live in time, Tobías se compromete con una misión clara de acompañar con fe, permanecer frente a la adversidad. Aquí entra en juego un actor que fuera del trepamuros ha sabido conjugar bien el drama en sus papeles, y en esta ocasión no se aleja mucho del que podría ser su mejor trabajo. Siendo un romance, tiene la virtud de protagonizar sin ser la víctima, a la par que sabe dejar espacio para que todo coja su debido peso.
Al lado tiene a la probadísima Florence Pugh, una fuerza de la naturaleza que nos ha acostumbrado a dominar la pantalla y elevar el nivel general de las cintas. Aquí está deliciosa, haciendo suyo un personaje difícil de registrar sin caer en la pornografía emocional. Complicado cuanto menos. Garfield y Florence, Andrew y Pugh. Sus arcos son interesantes por su cuenta, otorgando una contextualización narrativa constante, pero explotan al máximo cuando bailan en el mismo salón. Una delicia que proviene de una química descomunal, en cada escena y dimensión tratada.
El director, que ya trabajó con Garfield en Boy A, sabe complementarse genialmente con el guion de Nick Payne, que vuela alto dando sentido y dirección clara a una estructura narrativa no lineal. Hay mérito aquí porque es un juego de mimetismo entre mandos e intérpretes. Con clara firmeza y determinación con lo que están relatando, pero promocionando la libertad, fomentando una historia sana, honesta y del todo creíble en su naturalidad. Claro que se fortalece de momentos emocionales de evidente inflexión dramática, pero enraizan en la verdad.
Una verdad tan dura como la muerte, el aparente fin de la existencia y, sobre todo como tormento de Almut, la aproximación al olvido. Funciona tremendamente bien esa diáspora de elementos informativos que van completando el informe final conforme avanzan los minutos. Interesante y tan complejo de ilustrar, por la delicadeza de la enfermedad, como por lo trillado del tema. Son innumerables representaciones en gran pantalla y televisión que ni nos acordamos. En cierto sentido, perdemos parte de nuestra sensibilidad e inocencia frente a estas cuestiones. ¡Sorpresa! Brillantemente se refleja cómo el sufrimiento por el inflexible cáncer no es más que una vía para el amor más sacrificado. Y más importante, la muerte es un crisol, su mera concepción sitúa y ordena tantas cosas. Esto es engorroso de plasmar, somos testigos.
Vivir el momento es uno de los mejores romances de los últimos años, inteligente en fondo y manera de presentar cada asunto. Todo confluye y sabe a pura vida, da esperanza en el desasosiego absoluto. Incluso las escenas de sexo, de química explosiva, tienen un sentido crucial. We live in time es limpia en sus intenciones, se nota mucho y se agradece sobremanera. Agotados estamos ya de propuestas de corte eminentemente morboso en lo emocional. Aquí se derrochan sensaciones lógicas tanto en cuando abrazan la situación, no vuelan desorientadas.
Ficha técnica
- Título Original: We live in time
- Dirección: John Crowley
- Guión: Nick Payne
- País: Estados Unidos
- Año: 2024
- Duración: 107 min.
- Género: Drama romántico, enfermedad
- Interpretación: Andrew Garfield, Florence Pugh
- Productora: Film4 Productions, Studiocanal, SunnyMarch, Film Four, Shoebox Films, Canal+. Distribuidora: A24
- Música: Bryce Dessner
- Fotografía: Stuart Bentley
- Estreno en España: 3 de enero de 2025