Sinopsis
El ambicioso actor neoyorquino Edward se somete a una intervención quirúrgica radical para transformar drásticamente su aspecto. Como resultado, muchas cosas cambian en su vida y, sin embargo, todo sigue perturbadoramente igual. Aunque haya cambiado exteriormente y pueda empezar una nueva vida, sigue siendo quien es y no quien quiere ser. Entonces se pierde el papel de su vida y su nuevo rostro de ensueño se convierte en una pesadilla.
Crítica
A Different Man | Identidad y proyección
Enorme altura coge A different man con su absoluta conciencia de importunar al espectador. Un hábil e inteligente corte de realidad que logra su virtud en su continuo desborde de meta cine, mezclado con gran cantidad de capas intangibles y una única misión de concienciar. Es una película que te sumerge en temas de identidad, belleza, y percepción social a través de una narrativa que mezcla thriller, comedia negra, y drama psicológico.
Nos situamos ante una exploración de la dicotomía entre ser y parecer, temática ya trillada pero en esta ocasión especialmente abordada por un director que adereza el asunto con humor negro y un enfoque cuasi surrealista. La transformación de Edward actúa como puente a radiografiar conceptos como aceptación de uno mismo, la autenticidad y la inflexible presión social.
Aaron Schimberg escribe y dirige una pieza que rezuma existencialismo, engalanada de teatralidad, literal y metafórica, pero finalmente directa al crudo de la vida misma. Una obra para debatir largo y tendido sobre sus cuestiones más irresolubles. La dimensión relacional encarnada por los espléndidos Sebastian Stan, Renate Reinsve y Adam Pearson adquiere una categoría sublime en su referencialidad a la esfera sociocultural. El YO con el TÚ y el VOSOTROS, el NOSOTROS junto al TODOS, y de esta manera, siendo solo tres, se van generando una infinidad de cordeles interconectados.

Tiene claras similitudes con La sustancia y sin embargo, aun tocando tantos temas parecidos con estilo diferente, la cinta americana prefiere diferenciarse de la británica al adentrarse en lo profundo de la caricatura identitaria. El sentido de la vida toma aquí un vestido de contrastes duales, entre lo fealdad normativa que en la realidad exterioriza una deformidad interior, y la belleza que se bifurca en la mirada limpia del otro y la aceptación de puertas hacia dentro. Del mismo modo, cada una de ellas sirve de espejo de las otras. Como elemento disruptivo, también acogido cuando interesa a las normas duales, aparece ese Oswald catártico y revitalizador. Su mera presencia actuará como apacible cura de humildad para el avergonzado Edward y firme llamada a la conversión para el impostado Guy Moratz.
Los intérpretes son aquí fundamentales. Stan ofrece una actuación versátil y conmovedora, capturando tanto la vulnerabilidad como las partes más tenebrosas de Edward. Su cambio físico, obtenido por medio de maquillaje protésico, es clave para entender el conjunto narrativo. A partir de ahí, será su papel dual donde brille por completo y en contraste absoluto con Pearson, que encarna su personaje con su propia neurofibromatosis, aportando realismo máximo y un carisma en constante confrontación con alter ego metafórico. Para acabar tenemos a Reinsve como Ingrid, que incorpora una dimensión emocional y crítica al relato.
En resumen, A different man es una propuesta valiente y reflexiva que no solo entretiene sino que también invita a un profundo examen personal y social. Un ofrecimiento sencillamente genial, brillante y de obligatorio visionado.
Ficha técnica

- Título Original: A Different Man
- Dirección: Aaron Schimberg
- Guión: Aaron Schimberg
- País: Estados Unidos
- Año: 2024
- Duración: 112 min.
- Género: Thriller
- Interpretación: Sebastian Stan, Renate Reinsve, Adam Pearson
- Productora: A24, Grand Motel Films, Killer Films
- Música: Umberto Smerilli
- Fotografía: Wyatt Garfield