Joseph Kosinski y Jerry Bruckheimer Films lo han vuelto a hacer. Ya nos deslumbraron con su película de altísimos vueltos Top Gun: Maverick (lo sentimos pero la broma era necesaria), una secuela que al principio parecía innecesaria dado el cierre de la original y que luego se demostró que no solo era necesaria sino muy superior a la primera. En este caso, F1 no es secuela, pero demuestra que la unión de este director con este productor da películas de una calidad y espectacularidad altísima. Un filme de carreras pero que encierra tras de sí muy interesantes lecciones y mensajes. Por eso nos hemos animado a hacer memoria y recordar, además de recomendar, otras estupendas películas de coches y carreras que merecen la pena ver en casa si tenemos un rato libre.
F1 (Joseph Kosinski, 2025)
Apodado “el más grande de todos los tiempos”, Sonny Hayes (Brad Pitt) fue el fenómeno más prometedor de la Fórmula 1 en la década de 1990 hasta que un accidente en la pista casi acaba con su carrera. Treinta años después, es un piloto nómada a sueldo al que contacta su antiguo compañero de equipo Rubén Cervantes (Javier Bardem), propietario de un equipo de Fórmula 1 en apuros que está al borde la quiebra. Rubén convence a Sonny para volver a la Fórmula 1 y tener una última oportunidad para salvar al equipo y ser el mejor del mundo. Su compañero será el novato Joshua Pearce (Damson Idris), el piloto estrella del equipo que está decidido a imponer su propio ritmo. Pero, con el rugido de los motores, el pasado de Sonny empieza a afectarle y descubre que en la Fórmula 1, el compañero de equipo es el rival más feroz, y que el camino a la redención no se puede recorrer en solitario.
Lo dicho: Kosinski y Bruckheimer, con música de Hans Zimmer y el visto bueno de la Fórmula 1 han dado un blockbuster de primera calidad, con un rodaje innovador que ha permitido poner las cámaras en zonas aparentemente imposibles, y además con cámaras certificadas por IMAX, lo que da una imagen de una calidad altísima. Si se ve en este tipo de cines se gozará durante todo el metraje de una pantalla completa, algo nada habitual. Y todo el reparto está sensacional, encabezado por Brad Pitt y secundado por Damson Idris. Se puede esperar a verla en casa, pero lo más recomendable es ir a verla a un cine con pantalla gigante y sonido muy alto. Y si se puede ver en IMAX, mejor que mejor.
Le Mans ’66 (James Mangold, 2019)
Aún no sabemos qué razones llevaron a 20th Century Studios a cambiar el título original Ford v. Ferrari ya que además tenía todo el sentido dada la trama, pero como lo importante es la película en sí pues es un detalle menor. Aquí tenemos un maravilloso duelo actoral entre los geniales actores: Matt Damon y un camaleónico Christian Bale.
Se centra en un excéntrico y decidido equipo americano de ingenieros y diseñadores, liderados por el visionario automovilístico Carroll Shelby (Damon) y su conductor británico Ken Miles (Bale). Henry Ford II y Lee Iacocca les dan la misión de construir desde cero un nuevo automóvil con el fin de derrocar el dominio de Ferrari en el Campeonato del Mundo de Le Mans de 1966.
Bajo esta trama de rivalidad teníamos una película centrada en dos formas de trabajar: la de Shelby y la de Miles, muy distintas y de hecho enfrentadas, que sin embargo dieron lugar a un coche increíble. Incluye además unas secuencias de carreras sublimes donde la altísima velocidad no quita que todo se entienda perfectamente gracias a una magnífica planificación en la dirección por parte de James Mangold. Ahora mismo se puede comprar en formato físico o bien verla online en servicios como Disney+, Movistar Plus+, Google Play Películas, Apple TV, Rakuten TV y Amazon Prime Video.
Rush (Ron Howard, 2013)
Una película dirigida por Ron Howard casi siempre tiene sello de calidad garantizado en el tratamiento de los personajes y los mensajes (aunque tiene sus pequeñas recaídas como El código Da Vinci). Así que cuando dirigió Rush tuvo un éxito muy merecido.
Contó en la actuación con un duelo muy intenso: Chris Hemsworth y Daniel Brühl para narrar la rivalidad que mantuvieron dos grandes pilotos de Fórmula 1, el británico James Hunt y el austriaco Niki Lauda, sobre todo en 1976, año en el que Lauda sufrió un gravísimo accidente que casi le costó la vida. Y lo hizo estupendamente bien a pesar de alguna escena sexual no demasiado explícita pero sí innecesaria. Además contó con una magnífica banda sonora del siempre eficiente Hans Zimmer. Se puede ver en Apple TV, Rakuten TV y Amazon Prime Video.
Saga Fast and Furious
De esta saga ya hablamos y, aunque se caracteriza por su enorme desprecio a las leyes de la física, lo cierto es que tiene mensajes sobre la amistad, el trabajo en equipo, la vida aún no nacida y la familia que conviene no ignorar. Son muchas y aún faltan por llegar, pero si se saca tiempo para verlas poco a poco y sin prisas, se pueden disfrutar mucho.
Cars (Disney-Pixar)
La saga de animación (que, una vez más, recordemos, no es un género sino una forma de hacer cine) de los reyes del sector es especialmente famosa entre los más pequeños gracias a su humor blanco y una animación portentosa de los coches que se hacen muy cercanos para todos. Tres películas muy divertidas que tienen carreras espectaculares gracias a que la animación hace posibles planos imposibles de rodar usando cámaras de verdad (a ver quién logra poner una bajo el coche y que termine la escena intacta) y mensajes estupendos sobre el trabajo en equipo, la amistad y el valor. Evidentemente al ser de quien son están disponibles, pero no solo, en Disney+: también en Google Play, Rakuten TV y Amazon Prime Video.
Gran Turismo (Neill Blomkamp, 2023)
El amante de los videojuegos Neill Blomkamp aceptó llevar a la gran pantalla el videojuego superventas de PlayStation Gran Turismo, pero claro, había que darle un argumento para que tuviera interés: la historia de un joven jugador de Gran Turismo que, gracias a sus habilidades con los videojuegos, gana una serie de competiciones de Nissan para convertirse en un piloto de carreras profesional. Y de paso tenemos una relación maestro-discípulo entre Jack y Jann, los protagonistas, con sus altibajos correspondientes.
Tiene la suficiente dosis de espectacularidad y carreras genialmente rodadas. Por supuesto el realismo cede en pos de dicha espectacularidad, pero ese es el objetivo: que den ganas de jugar al juego y tratar de ganar campeonatos. Buen reparto con David Harbour, Orlando Bloom, Archie Madekwe, Takehiro Hira, Darren Barnet, Geri Halliwell o Djimon Hounsou entre otros.
The Italian Job (F. Gary Gray, 2003)
Fabuloso remake del clásico de 1969 que dirigiera Peter Collinson y protagonizara en aquel entonces Michael Caine. F. Gary Gray se pone a los mandos del fime dirigiendo a un elenco estupendo: Mark Wahlberg, Edward Norton, Charlize Theron, Seth Green, Jason Statham, Yasiin Bey y Donald Sutherland.
Una banda de ladrones liderada por un veterano (Donald Sutherland) se propone llevar a cabo un robo en Venecia planificado por el inteligente Charlie Croker (Mark Wahlberg), pero la banda es traicionada por uno de sus miembros. Para recuperar el botín, deciden dar un nuevo golpe, pero eso supone introducirse en el sistema de control de tráfico de Los Ángeles, manipularlo y crear el mayor atasco de la historia.
Aquí se trataba tanto de llegar el primero a la meta como de ser los más hábiles y rápidos en la calle, a poder ser sin costar vidas humanas ni daños personales. Y Gary Gray lo logró con creces, con mucha elegancia y un estilo blanco y desenfadado. Sí, hay que dejar de lado el realismo porque lo que hacen no se podría hacer, pero es que parece real, tan real… unas asombrosas persecuciones por el metro, alcantarillas e incluso escaleras. Muy recomendable película que se puede ver en Amazon Prime Video, Apple TV, Google Play o Rakuten TV.
Baby Driver (Edgar Wright, 2017)
Milagro hecho cine, así de claro. El siempre sorprendente Edgar Wright dejó a todos sorprendidos al mezclar imagen y sonido de una forma nunca vista antes.
Baby, un joven y talentoso conductor especializado en fugas (Ansel Elgort), depende del ritmo de su banda sonora personal para ser el mejor en lo suyo. Cuando conoce a la chica de sus sueños (Lily James), Baby ve una oportunidad de abandonar su vida criminal y realizar una huida limpia. Pero después de haber sido forzado a trabajar para un jefe del crimen (Kevin Spacey), deberá dar la cara cuando un malogrado golpe amenaza su vida, su amor y su libertad.
Wright mezcla robos con thriller con comedia con drama y con videoclips logrando una especie de baile musical visual que no para. Es divertida, emocionante y tiene ritmo asombroso, con la música como columna vertebral y una banda sonora maravillosa con la que se orquestan coreografías que incluyen persecuciones automovilísticas, carreras por las calles, o personajes simplemente moviéndose en interiores. Es imprescindible, así de claro, una auténtica rara avis en el cine de coches. Está anunciada secuela cuya llegada se hace eterna.
Death Race (Paul W.S. Anderson, 2008)
Lo primero: solo para adultos, y no por escenas sexuales explícitas, ni mucho menos, sino por su alto nivel de violencia ya que el título lo dice todo: la carrera de la muerte, y muertes sangrientas no faltan. Pero la película no es solo eso, está muy bien hecha con una espectacularidad que no da pausa al espectador.
En un futuro próximo. Una penitenciaría atestada de presos inspiró a los carceleros para crear un pasatiempo tan cruel como lucrativo. Presos capaces de todo, un público global hambriento de violencia televisada y un ruedo espectacular se unen en DEATH RACE. El tricampeón de velocidad Jensen Ames (Jason Statham) es todo un experto a la hora de sobrevivir en el desértico paisaje en el que se ha convertido el país. Cree haber cambiado de vida, pero el exconvicto es acusado de un terrible crimen que no ha cometido. La directora de Terminal Island (Joan Allen) le obliga a ponerse la máscara de Frankenstein, un favorito del público al que parece imposible matar, y le da dos opciones: competir o pudrirse en una celda. Con el rostro escondido detrás de la máscara metálica, el preso deberá sobrevivir a los tres días más terribles de su vida, enfrentándose a los peores criminales procedentes de las cárceles más duras del país si quiere salir libre. Al volante de un monstruoso coche armado con ametralladoras, lanzallamas y lanzagranadas, este hombre desesperado será capaz de destruir todo lo que se interponga en su camino para ganar el juego de masas más retorcido de la Tierra.
Paul W.S. Anderson mezcló muy bien carreras muy espectaculares con peleas, aunque fueran dentro de los coches, y le salió un filme realmente entretenido, con un Jason Statham metido en su papel y bien secundado por Joan Allen, Tyrese Gybson e Ian McShane. Cada coche estaba dotado de varios sistemas de defensa y ataque para sobrevivir a la carrera, y eso le añadía aún más interés. La película tuvo varias secuelas aunque no tuvieron tanto éxito.
Disponible en Amazon Prime Video, Apple TV y Google Play.