‘¿Universidad o Escuela de Cine?’, tema de debate en UNIFEST´06
La idea de que ambas instituciones son complementarias ha sido un concepto sobre el que ha estado de acuerdo la mayoría de los participantes en este debate celebrado por la organización del II Festival Internacional de Cortometrajes Universitarios, UNIFEST´06, el pasado 12 de julio en el Cuartel de Pavía en Aranjuez. No obstante, cada uno de los disertantes vertió su opinión acerca de los planes de estudio, las salidas laborales e incluso la valoración sobre la formación teórica.
En el II Festival Internacional de Cortometrajes Universitarios, UNIFEST´06, que finalizó el viernes 14 de julio, hubo un gran espacio dedicado a la formación de los cortometrajistas participantes. Tal es el caso del Taller de AVID que contemplaba la programación, el Taller de Guión impartido por el reconocido guionista argentino Fernando Castets, así como la celebración de un debate donde se vertieron las más diversas opiniones en torno a cuál es el mejor camino para formarse en el sector cinematográfico: “¿Universidad o Escuela de Cine?”.
En el debate participaron, por parte de la universidad, el profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, José Luis Martín Sáez, y David Yáñez, director de cortometrajes y ganador del Premio Aranjuez en Unifest´05; como representantes de las Escuelas de Cine, opinaron Ismael Martín, profesor de la Escuela Cinematográfica y Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM) y un alumno de la misma, Simáo Lopes.
El aula 304 del Cuartel de Pavía en Aranjuez se convirtió así en un escenario para analizar cuestiones relacionadas con los planes de estudio, la formación teórica, la realización de prácticas y de inserción laboral en cada una de estas instituciones educativas. Ismael Martín, por ejemplo, reconoció que Universidad y Escuela de Cine “son complementarias, aunque es imprescindible tener un título universitario para poder especializarse después”. Se trata de una idea pronunciada al comienzo del debate y que estuvo en suspensión hasta el final de esta pugna verbal en la que el galardonado David Yáñez introdujo un factor determinante que sería punto de inicio de diversas opiniones: “Para coger una cámara no hace falta tener una base sólida teórica, pues también es importante el concepto de estética”.
Al hilo de esta idea se pronunciaba desde el público Andrés Olivera, director del cortometraje Conductas y condicionantes del comportamiento grupal –Premio la Voz del Público en Unifest´06-, creyente en la idea de que “pueden salir genios sin que haga falta estudiar”, y continuó explicando que “es más importante la formación práctica”.
¿Existe un modelo formativo ideal?
La mayoría de los participantes en el debate coincidieron en la idea de que no existe un camino directo para estudiar cine. Una solución propuesta por los disertantes fue la de conjugar una sólida base teórica y, paralelamente, la realización de prácticas en sus distintas especialidades; una idea que se desestimó al instante por el gran desembolso que supone disponer de ambas fases formativas conjuntas por parte de las instituciones educativas.
Salió al paso entonces José Luis Martín, profesor de la URJC, con una mención a la Declaración de Bolonia y su modelo europeo de estudiar tres cursos –o lo que es lo mismo, el “grado”- más uno de especialización –o “postgrado”- sujeto a los precios públicos estipulados desde el Gobierno que oscilarán entre 780 y 1.680 euros.
Desde el punto de vista de su condición de estudiante mexicano, Edgar Lazarín –director del cortometraje Entre Pisos, Premio Real Villa y Sitio de Aranjuez en Unifest´06- continuó la conversación expresando por su parte que no es muy lógico que una persona que quiera estudiar cine tenga que pasar antes por realizar el grado de Comunicación Audiovisual y después tener que realizar un período de especialización.
Salidas laborales en la industria española del cine
Pere Ortín, productor y director cinematográfico, sentenció que “la industria del cine no existe en España” y argumentó tal afirmación con varios datos pragmáticos como que de 300 películas que se presentan a subvención cada año, solamente se estrenan alrededor de 60 como máximo, que sólo aguantan 5 días en pantalla; por lo que “no hay que generar falsas apariencias” y se debe tener en cuenta que muchas veces no hay trabajo porque “los productos son muy costosos”. A su juicio, “los cineastas deben formarse en la universidad, como un físico por ejemplo, para luego desarrollar su profesión” porque es de vital importancia sobre todo “leer libros y aprender a mirar, en este caso, a través del objetivo de una cámara”.
Como dijo Ismael Martín, profesor de la ECAM, “todo es mejorable, pero también es cierto que la universidad se ha acercado al mundo profesional con infraestructuras de las que no se disponía hace diez años”. Añadió que no hay que aferrarse a la idea de que la única meta de estudiar cine es llegar a ser director de cine, pues se puede ejercer la profesión de montador o director de fotografía, entre muchas otras especialidades. Por ello, “los alumnos deben tomarse su tiempo para decidir qué quieren hacer en el mundo del cine”.
> extraido de Aprendemas.