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Título Original: Wall Street |
SINOPSIS
Bud Fox es un joven y ambicioso corredor de bolsa quien cae bajo el encanto del superbroker Gordon Gekko. Bud, inicialmente impresionado por la ostentación y riqueza del hombre mayor, se entusiasma demasiado siguiendo sus instrucciones, especialmente después de disfrutar sus resultados. Pero pronto se da cuenta que es tan sólo un títere en el juego de Gekko, ya que se esfuerza desesperadamente para desenredarse de las consecuencias de su propia ambición.
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CRÍTICAS
[M. López-A. Seda, Narracine]
Wall Street, La ambición es buena
Esta película, que causó furor en su estreno, es con la crisis actual de un gran interés. ¿Puede la especulación ser un fin en si mismo? La respuesta es NO pues creamos a un monstruo que no tiene alimento para saciarse y por tanto arrasa por dónde pasa. ¿Qué les sucede a quienes ejecutan esta estrategia tan resultadista? Este subir o fracasar nos lleva al éxito a cualquier precio donde no hay límite, a la vez el vació humano es absoluto.
Bud Fox (Charlie Sheen) es un joven asesor de bolsa novato con muchas aspiraciones. Proviene de familia trabajadora, su padre Carl, (Martin Sheen, el mismo que en la vida real) es operario y enlace sindical de la compañía Bluestar, una aeronáutica que se encuentra en una situación financiera complicada. En su afán de progresar, Bud se cuela en el despacho de Gordon Gekko (Michael Douglas), un tiburón de Wall Street despiadado. Para poder captar el interés de Gordon, Bud se ve obligado a dar un chivatazo sobre la empresa de su padre. Y sólo así podrá seguir trabajando para Gordon. Bud acaba espiando directivos, investigando información confidencial clasificada, sobornando abogados, manipulando ordenes de compra y venta en la bolsa… Gordon es su ídolo.
Y ahora empiezan para mí las perlas de la película que son los personajes que simbolizan la cara y la cruz delante de la vida. El primer ejemplo es en el trabajo. Hay dos jefes adultos de Bud. El primero, Lynch (James Karen) es el superficial, un hombre falso, sin el éxito de Gekko, pero igual de vacío. Cuando Bud sube como la espuma, éste empieza a enjabonarlo, le cambia el despacho, le dice que siempre había creído en él… en cambio Lou Mannheim (Hal Holbrook) es el hombre realista que siempre trata de recordarle a Bud quién es. Fijémonos cuando Bud es destronado, cuando le caza la policía judicial, qué comentarios tienen ambos hacia él.
La comparación estelar de la película es Gordon y Carl. Cuando Bud ya se cree el futuro ídolo de Wall Street, intenta convencer a Gordon para que compre la Bluestar con el fin de reflotarla. Para vestir esta farsa Gordon nombre a Bud director General sin experiencia de la aerolínea. Para conseguir la OPA Gordon y Bud deben convencer a los sindicatos. Es aquí cuando Carl y Gordon se conocen. El padre de Bud cala a Gordon a la primera “este hombre mide a los demás sólo por el tamaño de su cartera”. Carl cree en el trabajo bien hecho, en el trabajo duro, en la honestidad y no se fía de Gordon. Por eso Bud se enfada mucho con su padre, le dice que es un fracasado y que no puede soportar que su hijo triunfe. Finalmente la operación se realiza pero al cabo de nada Gordon ya está liquidando la Bluestar. Es aquí cuando Bud vuelve a su padre y éste lo apoya incondicionalmente.
Otra comparación en segundo lugar sería Larry Wildman (Terence Stamp) y Gekko. Dos brokers pero el primero comprende que el dinero es para financiar la actividad industrial real y no un fin en si mismo.
Esta película es una joya y tiene conversaciones que han sido enmarcadas en el cine. Véase el discurso de Gordon Gekko en el consejo de accionistas de Teldar Papers.
Cómo triunfar en la Gran Manzana
El joven Bud Fox es un corredor de bolsa que pretende hacerse un hueco dentro de Wall Street. Cuando conoce a Gordon Gekko, todo un tiburón de las finanzas, Fox se introducirá en un mundo lleno de lujo, dinero y ambición. Ante este panorama, Fox corre el riesgo de perder el rumbo y más aún cuando el propio Gekko le ofrece un negocio importante con el que puede enriquecerse, pero que es también sucio e inmoral.
Film exquisitamente dirigido por Oliver Stone y que cuenta con un elenco de grandes actores, como Charlie Sheen, su padre Martin Sheen o Michael Douglas. Una de las mejores películas del mundo de la economía y de la bolsa de Nueva York desde el punto de vista de un joven sencillo que quiere triunfar. Oscar y Globo de Oro al mejor actor para Douglas, cuyo papel de cínico y ambicioso ‘broker’ le iba ni que pintado.
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Justo la he visto hoy. Película eficaz, desde luego.