SINOPSIS
Basada en la historia real de tres mujeres y en su empeño de defenderse contra el acoso sexual prevaleciente en Egipto. Cuando una de ellas empieza a clavar un cuchillo en la ingle de los acosadores, se convierte en una heroína fantasma que causa un revuelo por todo el país.
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CRÍTICAS
[Jerónimo Martín – COPE]
El título de esta película hace referencia al autobús que una de las protagonistas, Fayza (Bushra), toma cada día en la capital de Egipto para realizar su trabajo de funcionaria. En él, esta musulmana practicante sufre casi a diario el manoseo de algún hombre; lo que, unido a la tosquedad de su marido, la ha sumido en una desasosegante postración, que pone en peligro su matrimonio y su trabajo.
Su vida cambia cuando asiste a una conferencia de Seba (Nelly Karim), una rica y liberal diseñadora, que sufrió el acoso de un grupo de aficionados al fútbol y ahora enseña a otros mujeres a defenderse de esos actos. Fayza se toma la justicia por su mano en el siguiente ataque que sufre, provocando una verdadera conmoción mediática y policial, que salpica también a Nelly (Nahed El Sebai), joven monologuista aficionada, a punto de casarse, que decide denunciar al acosador que un día la maltrató en la calle. Su denuncia sería la primera de este tipo en toda la historia de Egipto, lo que lleva a la chica a enfrentarse con su propia familia y la de su novio.
Basada en hechos reales, esta notable película supone el debut como director de Mohamed Diab, en su quinto trabajo como guionista. Quizás por un exceso de personajes, a ratos flaquea un poco la continuidad narrativa del filme. De todas formas, Diab consigue su objetivo de implicar emocionalmente al espectador en los dramas de los personajes, planteados desde una perspectiva moral muy sólida.
En efecto, la película denuncia con vigor el acoso sexual y, sin despreciar la religión, encuentra sus causas en un machismo ancestral, en el desprecio a la dignidad de la mujer de ciertas corrientes islámicas y en la progresiva sexualización materialista de las sociedades contemporáneas, con la consiguiente tendencia a considerar a la mujer y al varón como simples objetos de placer, también en las relaciones conyugales. Diab se muestra especialmente valiente al criticar el mal entendido liberalismo de algunas mujeres, que alientan ese hedonismo con su provocativa falta de pudor y su desinhibición exhibicionista en materia sexual.
Todo esto se expresa en el filme sin discursos cargantes ni moralinas sensibleras, con sobriedad y casi sin sordideces —alguna hay—, a través de una sólida puesta en escena hiperrealista, cuya progresión dramática principal se enriquece con una original trama policial, muy bien dosificada por Diab, y encarnada con desbordante autenticidad por Ahmed El Feshawy, que da vida al entrañable detective de la policía cairota. Su esfuerzo completa los de Nelly Karim, Bushra y Nahed El Sebai, todas ellas muy convincentes en la piel de las sufridas protagonistas.
Acoso sexual en Egipto
Debut en el largometraje del joven realizador egipcio Mohamed Diab, estudiante de la New York Film Academy, y hasta ahora guionista de títulos como El gezira, poco conocidos fuera de su país. También es el autor del libreto de esta cinta, que explora el duro tema del acoso sexual en Egipto.
El film está basado en hechos reales. Fayza, una mujer tradicional que trabaja duramente para sacar dinero para poder mandar a sus dos hijos a un colegio de pago, se ve obligada a coger el autobús para ir al trabajo, que es el medio más económico. Pero en este medio de transporte, diversos hombres aprovechan a diario la aglomeración de pasajeros para manosearla. Decide tomarse la justicia por su mano, y aprovechar la multitud para apuñalar en la entrepierna a sus acosadores.
Mientras un astuto policía cuya mujer está a punto de dar a luz investiga el caso, la vida de Fayza se cruzará con la de otras dos mujeres, Seba, adinerada diseñadora de joyas que ha sido agredida sexualmente por un grupo, y Nelly, aspirante a humorista atacada en plena calle por un ladrón.
El título, El Cairo 678, hace referencia al autobús que coge la protagonista. El citado Mohamed Diab logra un film complejo, con personajes tridimensionales, que aborda el tema central con cierta profundidad. El aspecto más interesante es el contraste entre las dos protagonistas modernas, y la mujer conservadora.
Del reparto destaca Boshra, estrella egipcia que ha sido presentadora televisiva y protagonista de series de éxito. También llama la atención el veterano actor árabe Maged El Kedwany, como el policía que entiende la perspectiva de las protagonistas y que da lugar a la secuencia más emotiva.
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