[María Martínez. CinemaNet]
El cine siempre comunica ideas sobre el mundo y el hombre, que pueden ser correctas o no. Por ello, es importante saber analizar críticamente qué propone cada película que se ve. Ésta fue la idea principal de la conferencia que el Director de Proyectos de CinemaNet para Madrid, Juan-Luis Valera, pronunció para 60 jóvenes de la diócesis madrileña de Getafe.
CinemaNet ha estado presente, por segunda vez, en la Escuela de Verano Joven que organiza el movimiento de Acción Católica General de la diócesis de Getafe, en colaboración con la Delegación de Juventud de la misma diócesis madrileña. En el encuentro participaron cerca de 60 jóvenes. Al igual que en las ediciones anteriores, la colaboración de CinemaNet se realizó a través de la conferencia que pronunció el director de Proyectos de esta asociación en Madrid, Juan-Luis Valera.
El principal objetivo de la conferencia era educar a los asistentes –muchos de ellos, a su vez, catequistas o monitores– para que sepan “mirar el cine, y así poder hacer una crítica con fundamento” de las películas que ven. Para ello, en primer lugar, hay que conocer cómo funciona el cine. Juan-Luis Valera explicó que “el cine es un arte, en el que importa mucho el guión, la iluminación, la interpretación, y otras técnicas que le son propias. También es un espectáculo: hay que ser conscientes de que se hace cine para ganar dinero; y si una película, aunque la idea sea muy buena, no consigue ganar dinero, habrá fracasado. Y por último, es asimismo un medio de comunicación social y, como tal comunica unas ideas”.
Las claves de un gran impacto social
La influencia social del séptimo arte es enorme. Aunque no genera comportamientos nuevos, sí “potencia los que ya existen, a veces con tanta fuerza que puede llegar a crear movimientos de opinión”. Este impacto –explicó Valera– se justifica porque el cine “crea, en el espectador, experiencias ficticias, tiene el poder de reconstruir la realidad y hacernos creer que estamos allí”. Así, puede presentar “experiencias universales” y hacer posible que los espectadores las compartan, aunque personalmente no las hayan vivido.
En este mismo sentido, “es muy importante tener en cuenta –añadió– que el cine además da preeminencia a la emoción sobre la razón; es decir, propone una historia con la que te identificas, en vez de un discurso elaborado que se pueda analizar” y criticar. Frente a esta mentalidad discursiva, “el cine entronca mejor con la manera de pensar contemporánea, que es audiovisual”.
Cómo construir una mirada crítica
A la hora de ver cine, es clave tener todo esto en cuenta –subrayó el ponente– porque “ninguna película va a perder la oportunidad de transmitirnos una visión sobre el mundo y sobre el hombre”. De hecho, “es más fácil que nos esté vendiendo una visión equivocada o incompleta esa película que vamos a ver sólo para distraernos”.
Para evitar esto, así como para utilizar el cine como instrumento educativo cuando se trabaja con grupos, Valera sugirió fijarse en cuatro puntos. El primero de ellos es el argumento de la cinta, pues muchas veces hay tantas versiones del mismo como espectadores. Después viene el tema, “el contenido en valores” que siempre propone la película, “incluso la más extravagante”. Con todo, “lo más importante es la cosmovisión de la película, la visión que ofrece sobre el mundo y sobre el hombre. Ésta suele estar más de fondo, ser menos explícita” que el tema. El último elemento es, a partir de la película, “aplicar lo aprendido a la propia vida: qué te ha dicho sobre tu propia vida, qué te llevas de ella”. Estos cuatro puntos –propuso–, pueden ser la base para organizar un buen cinefórum.