Una personalidad tan compleja y fascinante como la de Alfred Hitchcock merece ser conocida por todos los cinéfilos. En esta aproximación se aprovecha la ocasión para contarnos en realidad la historia de su matrimonio y el papel decisivo que su esposa tuvo en la carrera profesional del cineasta. Sin embargo esta sólida relación se ve interferida por su pasión por las rubias y su tendencia al voyeurismo. La película es más interesante que brillante, y la disfrutarán sobre todo los cinéfilos conocedores de la obra del cineasta inglés.
ESTRENO
Título original: Hitchcock
País: Estados Unidos
Año: 2012
Dirección: Sacha Gervasi
Intérpretes: Anthony Hopkins, Helen Mirren, Scarlett Johansson, Toni Collette, Jessica Biel, Danny Huston, James D’Arcy, Michael Stuhlbarg, Michael Wincott, Kurtwood Smith, Richard Portnow.
Guión: John J. McLaughlin; basado en el libro “Alfred Hitchcock and the making of Psycho”, de Stephen Rebello
Música: Danny Elfman
Fotografía: Jeff Cronenweth
Distribuidora en cine: Hispano Foxfilm
Duración: 98min.
Género: Comedia dramática
Estreno en EEUU: 14 Diciembre 2012
Estreno en España: 1 de Febrero de 2013
SINOPSIS
Después del gran éxito cosechado por “Con la muerte en los talones”, Alfred Hitchcock se embarca en un proyecto arriesgado: la adaptación de la novela “Psicosis”. Las dudas que despierta la película desde el principio en todos los estamentos de la industria se mezclan con los problemas del matrimonio de Hitch y Alma Reville.
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CRÍTICAS
[Enrique Almaraz Luengo – Colaborador de Cinemanet]
Después del gran éxito cosechado por “Con la muerte en los talones”, Alfred Hitchcock se embarca en un proyecto arriesgado: la adaptación de la novela “Psicosis”. Las dudas que despierta la película desde el principio en todos los estamentos de la industria se mezclan con los problemas del matrimonio de Hitch y Alma Reville.
Una personalidad tan compleja y fascinante como la de Alfred Hitchcock merece ser conocida por todos los cinéfilos. Tal vez eso fue lo que pensaron los responsables de este particular film ceñido a un momento profesional muy concreto en la vida del mago del suspense, así que, en una adaptación del libro “Alfred Hitchcock and the making of ‘Psycho’”, de Stephen Rebello, el guionista John J. McLaughlin y el director Sacha Gervais ponen encima de la mesa el peculiar y desconcertante experimento resultado de agitar en la coctelera un buen puñado de episodios y curiosidades más o menos biográficos con la disciplina ambiciosa del quiero y no puedo. La mordacidad de Hitch, su negro sentido del humor y sus obsesiones no son coartada suficiente para permitirse licencias con elementos emblemáticos y curiosidades varias sobre la trastienda en la gestación de “Psicosis”.
Buena parte de la lacra reside en la colocación de otros marcos y otros rostros para relatar determinadas anécdotas, lo que rompe —suavícese el verbo por “estropea”— el recuerdo de las mismas. Lo cinematográfico se funde de manera desequilibrada con la intimidad del matrimonio y en un afán de reivindicar la figura de Alma Reville, indiscutible pero en la sombra, se le da una relevancia más o menos pública de la que, injustamente, nunca gozó. Pocos minutos más de profundidad en este personaje habrían hecho falta para que la película llevara por título “Alma”. Helen Mirren se torna la base de sustento en este argumento aderezado por —a la vista del resultado, más que construido a partir de— una irregular sucesión de anécdotas que beben de la realidad, la ficción y la leyenda en un ‘collage’ superficial sin apenas profundización ni la pretendida consecuencia de complicidad con quienes hayan buceado mínimamente en la personalidad del cineasta británico.
Llega el momento de hablar de quien da vida al famoso director. Comparte bandera e iniciales con él: Anthony Hopkins. Bueno, Hopkins y su maquillaje, su caracterización, sus prótesis… A pesar del gran esfuerzo interpretativo realizado, por desgracia ni la dicción ni los movimientos ralentizados hacen olvidar quién se esconde tras el disfraz. La mimetización es intermitente, mostrando a ‘Hipkons’, o ‘Hotchcick’, pero nunca del todo a Hitchcock. Le basta abrir bien los ojos para que ni las lentillas oscuras camuflen al oscarizado actor. La cámara hace lo que puede, con un casi abuso de los perfiles para emular la famosa silueta, pero determinados puntos del guión —ay, esas conversaciones imaginarias con el hombre que inspiró el personaje de Norman Bates— llevan el resultado casi al límite de la parodia.
Se niega a los secundarios una buena oportunidad para el siempre agradecido desvelo sobre los secretos del rodaje, los platós, el montaje y los despachos. La lástima de este punto apoya el anterior lastre imposible de ocultar para esta aproximación reduccionista a un creador cuya figura, con la prensa, los ensayos y sobre todo sus propias películas, ya tenía más que suficiente.
[Juan Orellana – Cope]
No es la primera vez que una ficción cinematográfica recrea la gestación de una película. A veces se trata de una película real, como RKO 281, que reconstruía el rodaje de Ciudadano Kane, o Mi semana con Marilyn, que revisitaba la producción de El príncipe y la corista. En otras ocasiones, la película era una ficción que evocaba una época, como Cantando bajo la lluvia o La noche americana.
Hasta ahora nadie se había atrevido a asomarse al mundo íntimo y personal de uno de los grandes gentelmen del cine, Alfred Hitchcock, el maestro del suspense. El londinense Sacha Gervasi —guionista de La terminal y director del documental Anvil. El sueño de una banda de rock—, traduce en imágenes un guión de John J. McLaughlin basado en el libro Alfred Hitchcock and the Making of Psycho, de Stephen Rebello. Y así se adentra en los entresijos del rodaje de Psicosis, un filme que puso a prueba la carrera del director, y que reveló un Hitchcock mucho más inquietante y turbio de lo que la gente conocía, incluidos los productores de la Paramount. Gervasi aprovecha la ocasión para contarnos en realidad la historia de su matrimonio y el papel decisivo que su esposa, Alma Reville, tuvo en la carrera profesional del cineasta.
El gran activo del filme es su reparto, encabezado por Anthony Hopkins en el papel de Hitchcock, y Helen Mirren en el de su esposa. Scarlett Johansson hace magistralmente de Janet Leigh, y Jessica Biel de Vera Miles. A lo pintoresco del personaje de Hitchcock, se le suma el telón de fondo de la política de los Estudios, los comités de censura…, aunque la película no se centra tanto en el proceso creativo como en la extraña psicología del director británico.
La sólida relación de Hitchcock con su esposa se ve interferida por su pasión por las rubias y su tendencia al voyeurismo. Sobran quizá las escenas más psicoanalíticas, en las que el cineasta conversa con el verdadero psicópata, Ed Gein (Michael Wincott), que inspiró el libro Psycho, de Robert Bloch. La película es más interesante que brillante, y la disfrutarán sobre todo los cinéfilos conocedores de la obra del cineasta inglés.
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Sin duda el mejor director que ha dado el cine. No obstante algunas de sus excentricidades suelen pasar por alto, a pesar de que eran bastante notorias. Estaría bien hablar de ello jeje.
Sin duda, el mejor director del cine. Aunque tenía excentricidades notorias, su genialidad suele eclipsarlas. Sería interesante discutirlas, jeje.