La acción se traslada al Budapest de 1957 para plantear una durísima crítica a la terrible y burocrática deshumanización que generó el comunismo. Una historia de espionaje cuyo guión a veces resulta demasiado teatral, pero que consigue mantener su progresión dramática en un meritorio reflejo de la cotidianidad de los protagonistas con atmósfera opresiva. En definitiva, una película de género sobre unos hechos pocos conocidos que conviene difundir.
ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título original: A vizsga. |
SINOPSIS
La revolución de 1956 ha caído. Reina el terror. Nombrado por la Unión Soviética, el nuevo Primer Ministro ordena que la lealtad de cada uno de los oficiales de la Defensa Nacional debe ser probada basándose en nuevas y rigurosas directrices. Jung es un ambicioso oficial de la Defensa Nacional que vive haciéndose pasar por profesor particular, mientras se reúne con agentes e informadores de forma regular en su apartamento. La tarea de Jung es recopilar información y transmitirla a sus superiores. Markó, el superior directo de Jung y su único amigo, es ahora un héroe de guerra y una leyenda entre los oficiales, por lo que se le ordena, según las directrices del Primer Ministro, vigilar el apartamento de Jung y las actividades que este realiza para probar la lealtad de su amigo con el nuevo régimen. Pero todo dará un giro salvaje cuando Markó descubra inquietantes secretos en la vida de Jung. Secretos que pueden destruir fácilmente las carreras de ambos hombres.
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CRÍTICAS
[Jerónimo José Martín – COPE]
Budapest, Nochebuena de 1957. Tras la violenta represión del levantamiento del año anterior, el miedo reina en las desoladas calles y en los destartalados edificios. Para evitar nuevas algaradas, el nuevo Primer Ministro, János Kádár, ordena que, antes del 31 de diciembre, se someta a prueba la lealtad al comunismo de los oficiales del temido Servicio Secreto. Uno de ellos es Jung András (Zsolt Nagy), un ambicioso espía del ámbito de la cultura, que usa de tapadera su supuesto trabajo como profesor privado de alemán. En su apartamento se suceden encuentros clandestinos entre agentes e informadores. El prestigioso teniente-coronel Markó Pál (Janos Kulka), su superior y único amigo, tiene el encargo de espiarle. La vigilancia toma un cariz inesperado cuando Markó descubre el secreto romance de Jung con Gát Éva (Gabriella Hámori), una misteriosa mujer con antecedentes contrarrevolucionarios.
Premio al mejor director novel en el Festival de Chicago 2012, esta segunda película del húngaro Péter Bergendy (“Állítsátok meg Terézanyut!”) sigue los pasos de “La vida de los otros”, del alemán Florian Henckel von Donnersmarck, y plantea una durísima crítica a la terrible y burocrática deshumanización que generó el comunismo. A ratos, el guión de Norbert Köbli es un poco confuso y excesivamente teatral. Pero nunca pierde su progresión dramática, subraya acertadamente los humanísimos conflictos cotidianos de los personajes —espías profesionales con una compleja vida familiar—, rompe la tensión con eficaces golpes de humor —alguno con un negro toque tarantiniano— y dosifica muy bien las diversas intrigas hasta el catártico desenlace.
Por su parte, Péter Bergendy dirige con rigor a sus sobrios actores, acrecienta la tensión con una inquietante planificación hiperdetallista —véanse los espléndidos créditos iniciales—, y crea una atmósfera muy opresiva a través de la espléndida fotografía expresionista de Zsolt Tóth y de la minimalista y machacona banda sonora de Gergely Parádi. Sólo cabe reprocharle una escena sexual demasiado morbosa y dilatada. Queda en todo caso una notable película de género, que desvela hechos pocos conocidos que conviene difundir.
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