Mi madre siempre veía todas y cada una de las películas antes de ponérnoslas. Bendita sea. Ahora me doy cuenta de cuántas horas dedicó para no embrutecer nuestra inocencia. Gracias mamá.
[María Ros. Colaboradora de CinemaNet]
Y me diréis, ¿tengo que hacer eso para ser un buen padre? Y yo os diré, ¿quién quieres que eduque a tus hijos? ¿Tú mismo bajo tus propios criterios o un desconocido que juzga con los parámetros de un orangután? Tú eliges.
- Que sean dibujos animados no implica que sea apta para todas las edades.
No te dejes engañar por la forma. Ya sabes, “lo que importa es el interior” y bla bla bla. Mira ‘Los Simpson’ o ‘Padre de Familia’ (aunque no sean películas, son buenos ejemplos para ilustrar lo que digo), pueden ser muy divertidas, pero su humor es para los mayores. Lo que te importa a ti como educador es el mensaje que da la historia a tu hijo. Si la tienes que ver antes, hazlo.
- Que diga “apta para todos los públicos” no significa que sea cierto.
Desgraciadamente el criterio de quien valora las películas no siempre es fiable. Fui con mi sobrina a ver ‘Pan. Viaje a Nunca Jamás’, tiene siete años. Incluso yo estaba emocionada por el simple hecho de que existiera esta adaptación del cuento que tanto me hizo soñar de pequeña. Insistí en ir a verla.
Pensé que, aunque era con personas (‘de verdad’, como dice ella), cualquier película dónde sale Hugh Jackman, tiene que ser buenísima. ¿Y qué pasó? Pues que mi sobrina salió confusa del cine la verdad. Era una película para niños y sin embargo era oscura, sin colores vivos y llamativos en su mayor parte, los diálogos carecían de la simplicidad que se espera de un cuento de niños. Y sobre todo, era demasiado larga para que ella la aguantara de cabo a rabo.
No me malinterpretéis, a mí me encantó, pero a mi compañera de butaca de siete años la aburrió sobremanera. Ese fue el fallo de la película, no su calidad, si no el target al que se dirigía.
- Nadie piensa en el bien de tu hijo.
Vivimos en un mundo en el que “los valores” no están de moda. Así que, o se los inculcas tú o nadie lo hará. Es más, el mundo te hará la competencia y te deseducarán al niño. Solo puedes esperar que tus enseñanzas prevalezcan en tu hijo por encima del hijoputismo de nuestra sociedad.
Lo malo de ser pequeño es que absorbes todo lo que ves, y lo haces tuyo. Si los niños ven en la pantalla que las cosas se arreglan peleando, así lo harán. Si ven que hacer travesuras se plantea como algo divertido (pienso en ‘Doce en Casa’), las harán sin pensar que pueden herir a alguien. Si se percatan de que intercambiar las vidas, como Lindsay Lohan en ‘Tú a Londres y yo a California’, es algo que acaba tan bien y es tan súper bonito, no se darán cuenta de lo peligroso y del riesgo que encierra.
- El rango de edad no suele acertar.
Estamos tan anestesiados ante el horror, la sangre y las muestras de afecto que ya nada nos sorprende. Pero los niños no deberían pagarlo. Soy consciente de que voy a tirar de tópicos y no hay nada que me dé más rabia, pero es que son ciertos.
Para que no molesten les damos la consola (¿consola? Parezco una vieja jaja) y les anulamos la capacidad de escandalizarse ante la sangre o la violencia. Y como nosotros ya no tenemos esa capacidad de reacción no los protegemos a ellos de perderla. Entonces viene cuando ven desmembramientos en ‘La Guerra de las Galaxias’ y no se inmutan.
Sinceramente, no sabía si poner este ejemplo, porque ni siquiera a mí me resulta violenta una escena así de tan acostumbrada que estoy. Pero si lo piensas fríamente, es una salvajada. ¿De verdad queremos niños tan insensibilizados? Hay que ser listos. Si pone “apta para 7”, sube unos cuentos años más, siempre. Más vale prevenir, ¿no?
5. Escenitas
¿Qué las hay? Sí, y de todo tipo. Tampoco hay que vetar todo el mundo audiovisual a los hijos por ser susceptible de perder la inocencia. No seáis sobreprotectores. Como hija os diré algo padres: vigilad porque puede saliros el tiro por la culata. Cuanto más protejáis a vuestros niños, más se buscarán la vida para encontrar lo prohibido. Y probablemente más rápido y de mejor calidad de lo que encontraríais vosotros. Han nacido con la tecnología.
Si queréis que entiendan por qué hay escenas para cada edad, enseñádselo. Hablad, conversad, ved cosas juntos y formadles el criterio. Y sobre todo, que sepan que tienen la puerta abierta para preguntar. No hay nada peor que temer que tocar ciertos temas con tus padres porque “son tus padres”. Si no estáis ahí, buscarán a otro. Fijo.