Entre la violencia morbosa, el sexo desinhibido, la degradación moral, las violaciones y los asesinatos en masa, la nueva película del provocador Paul Verhoeven, «Elle», no resulta en absoluto recomendada por CinemaNet.
Título Original: Elle |
SINOPSIS
La vida de Michèle Leblanc (Isabelle Huppert) da un vuelco cuando un día, sin previo aviso, un hombre enmascarado irrumpe en su casa y la viola. Tras el ataque, la exitosa ejecutiva –directiva de una empresa de desarrollo de videojuegos- buscará venganza.
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CRÍTICAS
[Guille Altarriba. Colaborador de Cinemanet]
Ha llovido mucho desde los tiempos en que Marcel Duchamp buscaba escandalizar a los burgueses colocando un váter en medio de una exposición de arte. Al espectador de hoy, uno podría pensar, no se le espanta con vísceras chorreando por la pantalla, ni con sexo explícito y descarnado. Frente a un público de piel gruesa y correosa, pues, un director con fama de provocador como Paul Verhoeven ha querido esmerarse al máximo.
Lo cierto es que pone toda la carne en el asador: en muy resumidas cuentas –y ojo con el resto del párrafo porque es un SPOILER o destripamiento del guion en toda regla-, “Elle” cuenta la historia de cómo la hija de un sociópata asesino es violada y termina enrollándose con su violador. Todo ello contado con menos sutileza que un asesinato a cámara lenta rodado por el Tarantino más desaforado.
“Elle” es una película de moral fundamentalmente torcida, una cinta que desde CinemaNet no podemos recomendar. Desde luego, en clave de humor negro la película puede llegar a resultar divertida por su acumulación de excesos, pero es ese tipo de humor en el que te ríes de algo que te ensucia, que te endurece los intestinos o la empatía hacia el sufrimiento.
Verhoeven juega con la sexualidad desinhibida y hardcore, con la morbosidad de una relación enfermiza, con la violencia como única salida a una crisis personal y con una visión de la religión católica como un elemento para fanáticos que o bien castra o bien hace enloquecer. Todo ello conducido por una Isabelle Huppert fría como un témpano y entregada a la causa del director de “Showgirls” o “Desafío Total”.
En definitiva, “Elle” resulta una broma macabra de Verhoeven, una especie de sublimación de más de dos horas de la escena del pene de mármol de “La naranja mecánica”. Ultraviolenta y encantada de haberse conocido, “Elle” no es, desde luego, una película recomendable para quien quiera mantenerse alejado de la salvajada gratuita y embrutecedora.
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