Sinopsis
Jesse (Elle Faning) es una adolescente que llega a Los Angeles, California, para hacer su sueño realidad: convertirse en supermodelo. Una vez allí, sin embargo, su juventud y belleza despertarán al demonio, y la joven se verá atrapada en un peligroso mundo de envidias y celos en el que las modelos están dispuestas a todo para triunfar.
Crítica
La belleza del demonio
Nicolas Winding Refn es un esteta. Un director obsesionado por la sensualidad del color, por el atractivo chillón de la forma y la capacidad de epatar de la composición de plano y la banda sonora. Era cuestión de tiempo, pues, que tras perpetrar el estilizado homenaje al noir de los 80 que fue Drive –y su mala fotocopia, Solo Dios perdona-, el realizador danés se lanzara a una película sobre aquel lugar donde la estética prevalece sobre la ética: la pasarela.
The Neon Demon, vaya por delante, es una cinta violenta. Desagradable. Una película no apta para estómagos sensibles ni corazones sosegados. Por más que su sinopsis parezca la de un drama –o incluso una comedia de medio pelo al estilo El diablo viste de Prada-, la cinta de Winding Refn es una película de terror. Hay sangre, y –atención- hay muerte. Una cinta, por tanto, que en CinemaNet no podemos recomendar: no vayan al cine buscando valores al uso. Aun así, personalmente creo que es una de esas películas de moral retorcida de cuyo análisis se puede extraer jugo.
La odisea de Jesse es un thriller psicológico desasosegante en que se dan cita las dos pulsiones clásicas de la literatura freudiana: Eros y Thanatos. En la película aparece un personaje –repulsiva, y por tanto acertada, Jena Malone– que se dedica a maquillar cadáveres y modelos. Pulsión de vida y pulsión de muerte, dos caras de una misma moneda frívola bajo el flash de los fotógrafos.
The Neon Demon funciona como una fábula retorcida sobre el poder corruptor de la envidia. Sobre un mundo –¿el nuestro?- en el que la belleza trascendente, la belleza de la esperanza, ha sido sustituida por el leviatán del maquillaje, por el culto a la carne joven. “La belleza no lo es todo, es lo único”, asegura en la película un famoso diseñador. Un nihilismo voraz que vuelve lobos a los hombres, que convierte el panteón mortal de las páginas centrales de Vogue en el único Olimpo concebible para las maniquíes del demonio de neón.
Entre estos cuerpos sin mácula sobresale Jesse –magnífica Elle Faning, toda sutileza y matices-. Ella es la caperucita roja que se adentra en los dientes de la bestia, la virgen inocente y pura que, sin embargo, no lo es tanto. La pieza que corona la pirámide: ella encandila a los fotógrafos y lo sabe, es consciente de su belleza lánguida. Se enfrenta a la jungla con una jungla interior. Es, en definitiva, peligrosa y tan villana como el resto.
Todo este análisis del contenido no puede desligarse, desde luego, del plano formal –ya hemos dicho antes que Winding Refn es un apasionado de lo visual, de lo plástico-. El mundo de The Neon Demon es una dimensión desconocida de vapores, rayos de luz artificial y contrastes lacerantes. Una mezcla de colores que gritan, música que envuelve y atmósferas viciadas, sofocantes bajo el calor de los focos. Una dimensión paralela, sinuosa y espectral: el diablo fosforescente habita un espacio tan distorsionado que no parece real. Pero, ¿y si lo es..?
Ficha técnica

- Título Original: The Neon Demon
- Dirección: Nicolas Winding Refn
- Guión: Nicolas Winding Refn, Mary Laws, Polly Stenham
- País: Francia
- Año: 2016
- Duración: 117 min. min.
- Género: Terror, thriller
- Interpretación: Elle Fanning, Jena Malone, Keanu Reeves, Christina Hendricks, Bella Heathcote, Abbey Lee, Karl Glusman
- Productora: Space Rocket Nation / Vendian Entertainment / Bold Films
- Música: Cliff Martinez
- Fotografía: Natasha Braier
- Estreno en España: 25 de noviembre de 2016