Durante diez días al año, el pueblo de Sitges se convierte en sinónimo de horror, ciencia ficción y –en general- cualquier cine en el que ocurran sucesos sin explicación. Seres de otro mundo, criaturas del averno y plagas de fans ávidos se reúnen durante la semana y media que dura el festival de cine fantástico, un certamen que este año ha cumplido 50 años.
En CinemaNet hemos estado allí, y -tras muchas experiencias- queremos compartir con vosotros lo que hemos vivido a partir de cinco reflexiones. Cinco ideas o apuntes para nuestra vida surgidos de las ruedas de prensa, las presentaciones o, directamente, de las películas que hemos visto: cine que tal vez no llegue a las salas españolas pero que merece atención. Reflexiones desde dentro para trasladar algo de Sitges a nuestros lectores.
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“El cine italiano de terror es locura y pelotas enormes”
Guillermo del Toro no es precisamente fino, pero no le hace falta: dijo esta frase durante una mesa redonda que reunía a tres figuras centrales del cine de género italiano. Darío Argento, Lamberto Bava y Sergio Martino se sentaron juntos y recibieron del director mexicano una definición que nos puede servir como inspiración para ser valientes. El valor de dar un primer paso aun con todo en contra, como hicieron estos directores.
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La violencia en el cine es cosa de calidad, no de cantidad.
Mutafukaz y Brawl in cell block 99 son dos cintas que podríamos etiquetar como “violentas”, pero se parecen como un huevo a una castaña. Mientras que la primera es un film de animación trepidante en el que la violencia aparece exagerada y estilizada, usada de forma omnipresente como un recurso cómico, la segunda es un descenso a los infiernos sucio y brutal en el que la violencia aparece en contadas ocasiones. Sin embargo, el modo de rodar dicha violencia y su impacto en la trama –su calidad– hacen que esta segunda película sea mucho más perturbadora y desasosegante, como lo es la violencia en la vida real.
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Los monstruos reptantes son metáforas perfectas para estudiar Historia.
No es nada nuevo, pero esta edición del festival vuelve a poner sobre la mesa el papel de las criaturas de ultratumba para encarnar sucesos trágicos del pasado. Un monstruo ávido de sangre puede ser la metáfora perfecta para ilustrar la desgracia de la Guerra de los Balcanes –como en Maus– y unos fantasmas opresivos, la viva imagen de la dominación que sentía una Irlanda sometida tras la I Guerra Mundial. Esto último lo hemos visto en la película que cerraba el festival, The Lodgers.
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El trabajo duro y el esfuerzo tienen su recompensa, como demuestra Loving Vincent.
Esta película es, lisa y llanamente, un prodigio. Una maravilla visual. Cuenta la vida de Vincent Van Gogh, pero se aleja del biopic convencional en base a su forma: es la primera película rodada íntegramente al óleo. Esto significa que cada frame es un cuadro y que la gestación de la cinta ha sido de siete largos años. Un esfuerzo titánico que, una vez en pantalla, encuentra su recompensa: ojiplático se queda el espectador al ver las pinturas del genio holandés cobrar vida ante sus ojos con total naturalidad.
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Romper con las convenciones puede servir para crear algo inesperado.
A la hora de rodar, hay una serie de normas o principios visuales básicos que cualquier director tiene impresas en los genes. Dejar aire o espacio en la dirección de la mirada del personaje en pantalla, situar el punto de vista del espectador a la altura de los ojos del personaje, editar sin dejar tiempos muertos… justo lo contrario de lo que hace Yorgos Lanthimos en su última película, The killing of a sacred deer. Al tergiversar las bases de aquello a lo que los espectadores nos hemos acostumbrado durante décadas de cine, el griego logra crear una sensación constante de incomodidad y perturbación sin necesidad de alterar nada en el guion.
Estas han sido, obviamente, solo cinco de las muchas ideas y reflexiones que han surgido durante estos días. La lista es corta y Sitges da para mucho. Si has estado en el festival y quieres compartir con nosotros lo que más te ha llamado la atención, ¡no dudes en dejar un comentario!