Sinopsis
'Bohemian Rhapsody' es una celebración del grupo Queen, de su música y de su extraordinario cantante Freddie Mercury, que desafió estereotipos e hizo añicos tradiciones para convertirse en uno de los showmans más queridos del mundo.
Crítica
Un gran homenaje a Queen
Historia moderna en la gran pantalla. Bohemian Rhapsody es una película que relata los orígenes de uno de los grupos musicales más importantes de todos los tiempos, uno que no solo deslumbró por su música, sino que también lo hizo por el impacto que tuvo en la sociedad.
Su chispa no se ha apagado por mucho que su líder, Freddie Mercury, falleciera años atrás, sino que sigue más viva que nunca. La película permite acompañar a sus miembros desde los inicios hasta el clímax y más allá sabiendo que Queen, de una manera u otra, acabará bañando con su música a personas de todo el planeta.
Cuando la música no es lo único que importa
En el momento en que nos sentamos en la sala y nos preparamos para disfrutar de Bohemian Rhapsody, sabemos que Rami Malek no es Mercury. Unos minutos después, si no supiéramos que el cantante falleció en 1991, Malek bien podría pasar por Freddie. La película nos sitúa en el año 1970 donde el estudiante Farrokh Bulsara, después de haber estado viendo tocar a la banda Smile, les propone unirse a ellos como vocalista.
Ese es el punto de partida, el momento clave, el inicio de un sueño, o de una pesadilla momentánea en algunos momentos. Es el comienzo de una leyenda, de un fuego que nunca se apaga, de Queen, de lo hermoso, de lo bonito de la música, de la esperanza de saber que por muy oscuro que sea el mundo siempre habrá una luz que lo iluminará: la voz inmortal de Freddie.
Me gustaría deciros algo muy simple, y es que Bohemian Rhapsody no trata de música. Puedes conocer o no a Queen, puede gustarte su música o ser de los que se emocionan como locos cuando comienza a sonar We will rock you en Destino de caballero, pero en todos los casos vas a disfrutar de la película.
Primero, porque no es una simple biografía. No es otro aburrido relato de cómo se fundó ese grupo tan molón que tanto ha vendido, ni estamos ante uno de esos pseudo-documentales de grupos coreanos que están invadiendo nuestras salas en estrenos limitados.
No: esto es un peliculón con todas las letras. Una historia que no busca complacer, sino narrar, resumir acontecimientos de manera que se refleje lo que vivió no solo Queen, sino especialmente su líder. Es una película que todo el mundo disfrutaría: si nos borraran los recuerdos y olvidásemos que Queen existió, diríamos “la banda sonora es una pasada y no sabemos quién la interpreta, pero la historia te corta la respiración”.
Hay muchos sentimientos –feelings in the air, como dicen los periodistas británicos-, muchas emociones, y todo ello acompaña al espectador a través de una montaña rusa de sensaciones.
Yo no soy cantante, ni he tenido un grupo, pero creo a ciencia cierta que este es el tipo de película a la que Freddie Mercury le habría dado su aprobación… o quién sabe si ya se la habrá dado desde otro lugar (eso depende de vuestra inclinación religiosa, aspecto en el que por supuesto no vamos a meternos, aunque -por cierto- la familia del cantante practicaba el zoroastrismo).
Obstáculos que reflejan el tono de la historia
Me sorprende que la película haya salido tan bien, teniendo en cuenta toda la movida que hubo en la producción, con el despido del director al cargo de la película, el ahora muy polémico Bryan Singer. Distintos problemas con el cineasta, como que estuviera más ausente que otra cosa en el set de rodaje (ausente en plan “mañana y pasado no me esperéis”) y que tuviera encontronazos con miembros del equipo, llevaron a su despido.
Hasta hace unos años, la figura de Singer había sido la de uno de los chicos buenos de Hollywood, capaz de hacer películas que entretenían aunque se pasaran por el forro las licencias que adaptaban (él fue quien inició el universo X-Men en la gran pantalla). Poco después empezaron a salir escándalos de acoso sexual… y la cosa se desmadró. El despido de Bohemian Rhapsody ya es la gota que colma el vaso y posiblemente ahora ni siquiera le responda las llamadas su primo, el actor Marc Singer. Sí, el intrépido protagonista de la serie V (la versión original, ¡chavales!).
In extremis, la producción puso al frente de la película, para acabar el trabajo, a Dexter Fletcher, que suponemos que salía barato, no le importaba no salir acreditado salvo con una excepción en los créditos y era un buen títere que se portaría bien durante el resto del trabajo. Se puede decir que la decisión fue acertada, porque, aunque la película tiene algunas inconsistencias históricas, acaba siendo una buena manera de celebrar la historia de Mercury y de Queen por todo lo alto.
Es decir, si esta es la idea que va a quedar de su persona y del grupo, lo que posiblemente será así, porque no vemos a nadie más haciendo ahora otro biopic, me parece que el resultado cuadra y que todo el mundo debería quedar satisfecho a grandes rasgos.
Rami Malek y los números musicales
Si nos tenemos que quedar con solo dos cosas de la película, no hay ningún tipo de duda de que serían el protagonista y las escenas musicales. El trabajo que realiza Malek es encomiable y, como decía antes, hay momentos en que llegamos a olvidarnos de que a Mercury le está interpretando un actor.
No es fácil conseguir ese efecto en el espectador. Por mucho que nos guste pensar en la idea de un biopic de Queen con Sacha Baron Cohen en el papel principal, tal y como era la idea original para esta producción, lo cierto es que ahora agradecemos que el trabajo no cayera en sus manos.
No solo porque Cohen estaba buscando una versión de la película demasiado dura, hardcore y poco conveniente para extender la leyenda de Queen, sino porque la interpretación de Malek es soberbia.
Para conseguir que su trabajo estuviera al nivel de lo que esperaba el mundo, Malek comenzó a entrenar y practicar la forma de convertirse y mimetizarse lo máximo posible con la huella que había dejado el cantante. Aprendió a vocalizar con prótesis en los dientes y practicó con un entrenador el movimiento que debía hacer para que cuando apareciera en escena pareciera que era el propio Mercury.
El tiempo apremiaba y el trabajo que hizo Malek tuvo que ser contrarreloj, retrocediendo en la psique de Mercury hasta los propios orígenes de su imagen sobre los escenarios. Dado que Mercury inspiró su forma de moverse en el escenario en los movimientos de Liza Minnelli, Malek hizo lo mismo: estudio a la Minnelli y aprendió de la misma forma en la que Mercury había aprendido décadas atrás.
Al mismo tiempo tuvo que reajustar su acento, aprender a tocar el piano y dar lecciones de canto. La situación con la que Malek se encontraba en muchas ocasiones era de desesperanza, de querer tirar la toalla. Tal y como él mismo dice “pensaba que era una causa perdida”.
Pero el actor siguió adelante por mucho que a sus ojos hubiera momentos en los que le diera la sensación de que el proyecto no podía acabar bien de ninguna de las maneras. Y cuando acabó el rodaje de Bohemian Rhapsody no podía evitar sentir en su interior la forma en la que el propio Mercury le había impactado e influido a él, convirtiéndole en uno de sus mayores fans.
Los números musicales, por su lado, son espectaculares. Consiguen poner los pelos de gallina tal y como lo harían si estuviéramos en el escenario viendo al grupo. Quien tuviera la oportunidad de disfrutar de uno de los conciertos en vivo posiblemente notará como alguna que otra lágrima caerá por su mejilla mientras siente ráfagas de nostalgia de las que nunca quieres dejar de sentir.
Para las canciones se combinan grabaciones originales de Queen, con participación de otros músicos y con el papel del propio Malek y el resultado es para quitarse el sombrero. Pero vamos a dejar de contaros las maravillas de la película, porque las expectativas ya están suficientemente altas ¿verdad?
Ficha técnica

- Título Original: Bohemian Rhapsody
- Dirección: Bryan Singer
- Guión: Anthony McCarten (Historia: Anthony McCarten, Peter Morgan)
- País: Reino Unido
- Año: Newton Thomas Sigel
- Duración: 134 min. min.
- Género: Drama | Biográfico. Música. Años 70. Años 80. Homosexualidad. SIDA
- Interpretación: Rami Malek, Joseph Mazzello, Ben Hardy, Gwilym Lee, Lucy Boynton, Aidan Gillen, Tom Hollander, Mike Myers, Allen Leech, Aaron McCusker, Jess Radomska, Max Bennett, Michelle Duncan, Ace Bhatti, Charlotte Sharland, Ian Jareth Williamson, Dickie Beau, Jesús Gallo, Jessie Vinning
- Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; GK Films / New Regency Pictures / Queen Films Ltd. / Tribeca Productions / Regency Enterprises. Distribuida por 20th Century Fox
- Música: John Ottman (Canciones: Queen)
- Fotografía: Newton Thomas Sigel
- Estreno en España: 2018
La mejor película que he visto en los últimos tiempos, desde entonces no paramos de escuchar una y otra vez Queen. Creo que se merece el grupo esta avalancha de reconocimiento y rescatar a un grande de todos los tiempos. Sin duda Fredie era un máquina
Fantástica película, hacía tiempo que una peli no me gustaba tanto, han tardado tiempo en terminar la grabación pero el final a sido apoteósico, es de esa película que volvería a ver varias veces seguidas para no perderme ni un solo detalle. gracias por el articulo.