[Fragmento de un artículo publicado originalmente en Religión en Libertad. Puedes leer aquí el texto completo, escrito por Pablo J. Ginés]
Este viernes 24 de julio se estrena en los cines españoles la película Mi hermano persigue dinosaurios, una coproducción italo-española, divertida, tierna y edificante, que en Italia en 2019 fue la segunda película italiana más vista del año.
Narra unos hechos reales que sucedieron en 2015: Giacomo Mazzariol, «Jack», con 17 años, entrevistó a su hermano Gio, que tiene síndrome de Down, en un vídeo simpático que subió a YouTube y se hizo viral. Un editor animó a Jack a escribir un librito sobre sus experiencias con su hermano Gio. «A mí me gustaba escribir de antemano, pero nunca había pensado en escribir nuestra historia», admitió Jack.
Lo escribió como una novela, Mi hermano persigue dinosaurios (Nube de Tinta- Penguin Random House), con experiencias reales y vividas en su casa, aunque cambiando algunos lugares y personas. El joven Gio no es tanto un protagonista como un «filtro» para ver la realidad. Jack cuenta su lucha personal para aceptar a su hermano sin avergonzarse de su enfermedad. Acaba señalando las cosas hermosas de Gio: «a sus trece años tiene una sonrisa más ancha que sus gafas, adora a los dinosaurios y el rojo; no puedes ser falso con mi hermano, se da cuenta y se va».
Jack señala que la clave de su hermano es su mirada pura y sincera. Quizá por eso, al pasarse la historia al cine, el director Stefano Cipani apuesta por la sencillez directa. También porque es lo que a él le gusta, citando al pintor Henri Matisse: «No trates de ser original, sé simple».
La película es divertida, avanza a buen ritmo y cuenta una historia de adolescentes que gustará a mayores, niños y adolescentes. El mazazo inicial de saber que el niño es síndrome de Down lo asumen los padres con sencillez, constancia, amor y unidad.
Los ritos y trucos familiares, las reuniones, la necesidad de equilibrar entre logística y vida real, siempre estarán ahí, pero todo al servicio del amor familiar, que es auténtico. Es el tipo de película que hoy, tras meses de confinamiento por la pandemia, muchos pueden entender mejor.