Josee, el tigre y los peces

Willy García

Valenciano. Licenciado en Historia. Amante de la animación japonesa y friki en términos generales.

Josee, el tigre y los peces es la adaptación de un relato corto de la autora Seiko Tanabe, una afamada novelista de la región de Osaka, llevada a cabo por el prestigioso estudio BONES, responsable de la producción de una gran cantidad de series de animación de éxito entre el publico juvenil. Es curioso que sea precisamente este estudio el que se haya encargado de la producción de la película, pues el ritmo sosegado que nos presenta no es el habitual de sus obras anteriores.

BONES esta especializado en el genero shonen (juvenil) en el cual -aunque se pueden transmitir ideas interesantes de fondo- suelen ganar protagonismo las peleas y las escenas de acción. Tienen una larga trayectoria de éxitos consolidados como son Fullmetal Alchemist, Soul Eater, Noragami o la actualmente popularBoku no Hero Academia todos ellos respaldadas por legiones de fans. Igualmente la dirección recae sobre uno de los directores asociados al estudio Kotaro Tamura el cual esta mas acostumbrado a trabajar en el departamento artístico que en labores propias del director y que sin embargo ha resultado ser la elección acertada.

La película se centra principalmente en la relación que surge entre Tsuneo y Kumiko, dos jóvenes que en mayor o menor medida han tenido que enfrentarse a sus propias realidades y dificultades para salir adelante. Josee (apodo que se ha auto asignado Kumiko) es una joven discapacitada que vive con su abuela, la cual sufre grandes dificultades para cuidar de ella. La joven desconfía del mundo exterior y apenas sale de su casa, actitud que ha sido alentada por la anciana «el mundo exterior esta lleno de bestias aterradoras» se le oye espetar en mas de una ocasión.

Su primer encuentro con Tsuneo se produce después de que el joven le sirva de colchón en una aparatosa caída producida después de que alguien (quien sabe si intencionadamente) empuje la silla de la joven cuesta abajo. Tras invitarlo a cenar como agradecimiento la anciana le hace una oferta al  estudiante. Le ofrece ser el sirviente de su nieta a cambio de una compensación económica.

Inicialmente Josee utiliza a Tsuneo para desquitarse obligándole a llevar a cabo tareas absurdas pero tras un tiempo la joven le pide que la lleve a ver el mar. Es en este trayecto cuando Tsuneo es consciente de lo que algo tan sencillo para él puede resultar una autentica odisea.

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Es en este instante en el cual la comunicación empieza a fluir entre los dos protagonistas, siendo el inicio de una serie de salidas al exterior que resultan enriquecedoras para ambos: por un lado Josee descubre un mundo que le había sido vedado hasta entonces, mientras que Tsuneo redescubre ese mismo mundo a través de los ojos de la joven –«Tengo curiosidad sobre como ves el mundo. Bosques, desiertos, Nueva York, París…. Nunca los había imaginado así», le dice- y, poco a poco, el muro entre los dos empieza a quebrarse.

En estos momentos la película aprovecha para ahondar en la cuestión de las metas personales y como luchamos para conseguirlas (un clásico en el genero animesco) y que en cualquier otro filme se centraría en la lucha de los jóvenes para conseguir sus sueños y como tras mucho esfuerzo al fin son recompensados. Pero la película que nos ocupa no plantea esta cuestión desde una perspectiva tan simple. Josee ira mejorando su forma de relacionarse con los demás, se volverá mas amable y abierta en ocasiones pero, ¿de verdad a la protagonista solo le basta con esforzarse para cambiar su situación?

No es habitual que en un anime se trate el tema de la discapacidad y menos aún del modo en que lo trata Josee, el tigre y los peces. La película juega con el espectador, inicialmente consciente de las dificultades que tiene la protagonista debido a necesitar una silla de ruedas. En su casa Josee se arrastra por el suelo para trasladarse de una estancia a otra y  no puede realizar tareas sencillas. Con la aparición de Tsuneo (que la trata con cariño pero no con condescendencia) y el cambio en el comportamiento de la protagonista el espectador normaliza estas situaciones y puede pensar que independientemente de su situación todo ira bien.

Tsuneo habla por el espectador al intentar animar a Josee  a que no se rinda y siga sus sueños, «una persona sana no lo entendería» sentencia la joven

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La película da una visión positiva de lo que implica sufrir una discapacidad, pero no quiere coger de la mano al espectador y ofrecerle un relato fácil. Hay momentos de duda, de dolor, de pensar que todo lo avanzado no ha servido para nada. Pero también hay hueco para la esperanza y por supuesto el amor. El film pretende ser un acercamiento a una realidad que es compleja y que en ocasiones no vemos porque se lleva en silencio.

Josee, el tigre y los peces no es la típica historia de amor simple, aunque se vale de algunos de los tópicos propios del anime dedicados a este genero. Es una historia de preocupación por el prójimo, por pura bondad, que debido a una serie de circunstancias acaba evolucionando en una relación de pareja. Seguramente el espectador pueda sacar diferentes ideas y reflexiones positivas tras cada visionado, pues la película se deja disfrutar y sabe meterte en su atmosfera rápidamente.

La animación japonesa esta en uno de sus momentos de oro en lo que a distribución internacional se refiere. Nunca antes se habían visto en las salas española tantos estrenos de anime y de tanta calidad como los que podemos disfrutar ahora mismo. Os animo a no dejar pasar esta oportunidad