Sinopsis
Rahim (Amir Jadidi) está en la cárcel por una deuda que no ha podido devolver. Durante un permiso de dos días, trata de convencer a su acreedor (Mohsen Tanabandeh) para que retire su reclamación de desembolso de una parte del pago. Pero las cosas no irán como tenía previsto.
Crítica
Lo noble y lo mezquino
Me atraen las películas del cineasta Asghar Farhadi. Todas transmiten con tal profundidad las distintas dimensiones de la condición humana, que potencian el conocimiento sobre la riqueza existencial de la persona y de la sociedad. También los espectadores son atrapados por las interesantes historias de este director y guionista. La Academia ha reconocido sus aportaciones; ha sido galardonado con el Oscar a la mejor película extranjera en dos ocasiones: Nader y Simin, una separación en 2012 y El viajante en 2017.
Ahora, diez años después, vuelve a su Irán natal para contarnos la historia de Un héroe. Repleta de humanidad, la cinta invita a una reflexión real y también esperanzada de una página de la vida misma, donde la mala fortuna y las relaciones humanas pueden complicarse por circunstancias adversas -no tan raras- que con frecuencia sobrepasan las fuerzas de quien las vive. La escena inicial, con el protagonista subiendo un tramo interminable de escaleras, es una acertada representación de las abrumadoras circunstancias actuales en las que se encuentra.
La película nos presenta a una buena persona, a Ramin -interpretado magistralmente por el actor Amir Jadidi– que, con su constante sonrisa a pesar de su trágica situación, trasmite un atractivo optimismo que capta de inmediato al espectador. No le ha ido bien en la vida. Cada una de las acciones que emprende, esencialmente buenas, se resuelven contra él con un final desastroso. Trata de la progresiva caída este hombre atrapado en una red de situaciones difíciles -y de las consecuencias al afrontarlas equivocadamente y mal aconsejado- que le llevan a un callejón sin salida del que no hay forma de escapar.
Está en la cárcel por un error del pasado. Cumple una condena por un préstamo impagado a su tiempo. Sus problemas comienzan cuando su socio escapa de la ciudad con el dinero prestado por su cuñado, una persona avara con hondas heridas y un orgullo que no cede, que lo denunciará ante la ley. Como consecuencia, su mujer lo abandona y Ramin se queda con el hijo de ambos -al que adora-, un niño con graves problemas para hablar que vive con sus tíos. La unidad y cariño de este entorno familiar es admirable.
En uno de los permisos carcelarios intenta encontrar una solución para no tener que volver a ese infierno. Su familia y la novia con la que piensa casarse intentan ayudarle. Casualmente, ella ha encontrado un bolso con monedas de oro que le ofrece para que pueda saldar la deuda. Aunque en un principio decide hacerlo así, ante las primeras dificultades, la caída del precio del oro, y también por el peso de su conciencia, decide devolverlo a la persona que lo perdió.
Pone en marcha un plan alocado que le ayude a encarrilar su vida y a recuperar algo de la dignidad perdida en el trabajo, el honor ante la familia de su novia, y la necesidad el quedar bien ante su hijo. Declara que fue él el que encontró el bolso y decidió devolverlo. Pega carteles por todas partes con el fin de encontrar a su auténtico dueño que, efectivamente aparece. Se convierte en un héroe con gran impacto en la opinión pública. Pronto es noticia en la televisión, en la prensa, en las redes, y ante el mismo director de la cárcel que se presta a ayudarle para que sea liberado: se trata de un preso desinteresado al que todos parecen admirar.
Pero surge la sombra de la duda. No todo el mundo está convencido y la historia terminará enredándose para mal ante la desesperación del preso que, al no poder demostrar los hechos, intenta mantener la fama adquirida tratando de persuadir a todos, por cualquier medio, de su valía personal y de su honestidad jugando a mantener personalmente su status de héroe. Aparece así la complejidad propia de los humanos: queremos obrar bien, con rectitud, pero con frecuencia aparecen en nuestra conducta intereses menos nobles.
Asghar Farhadi nos presenta el retrato brillante de lo abrumadora que puede ser la sociedad iraní con todo el mundo pendiente del otro, metidos en dilemas éticos, frente a un estado intimidante. De nuevo sorprende el cineasta al conseguir recrear sobre la rutina de la vida, una intriga tan agobiante como sencilla y complicada a la vez, que no solo afecta a su tierra natal, sino que de ella puede ser protagonista cualquier persona en cualquier punto del mundo.
Rueda, con su habitual maestría -con toques de humor y de retrato social-, un drama realista que bebe tanto de otras propuestas del minimalismo iraní, como del neorrealismo italiano cuyo objetivo fue mostrar en la pantalla las condiciones personales y sociales más auténticas, alejándose del estilo histórico y musical de la época. Deslumbra su capacidad para reflejar como un espejo, lo más noble y lo más mezquino del comportamiento humano, la autenticidad y la mentira y, de fondo, las razones de todos para actuar de un modo u otro ante situaciones conflictivas de calado que, con frecuencia, son difíciles de manejar.
Durante más de dos horas, Farhadi sumerge al espectador atento en una fábula moral que invita a la reflexión sobre la dignidad, el engaño, la redención y sobre el precio de la libertad, y lo mantiene en tensión intentando adivinar la asombrosa escena final.
Ficha técnica

- Título Original: A hero
- Dirección: Asghar Farhadi
- Guión: Asghar Farhadi
- País: Irán
- Año: 2021
- Duración: 127 min min.
- Género: Drama, thriller
- Interpretación: Amir Jadidi, Abolfazl Ebrahimi, Mohsen Tanabandeh, Sarina Farhadi, Fereshteh Sadrorafaei
- Productora: Asghar Farhadi Productions, Memento Films International, Memento Films Production, arte France Cinéma
- Música: --
- Fotografía: Ali Ghazi, Arash Ramezani
- Estreno en España: 4 de marzo 2022