Caballero Luna (Miniserie) | Aire fresco para el MCU

Gabriel Sales

Periodista y especialista en Comunicación y Branding digital. Cinéfilo y crítico de cine y series de televisión.

Jeremy Slater (Umbrella Academy, 2019) ha sido el encargado de llevar a la televisión a uno de los personajes menos conocidos de Marvel Comics. Moon Knight se presenta en 2022 ante el público como aire fresco dentro de la sobrecarga con la que el MCU estaba desgastando al fandom. Esta miniserie sobre el avatar de Khonsu abre definitivamente la puerta a nuevas realidades dentro del macrocosmos de la franquicia. Hasta ahora, todos y cada uno de los detalles reflejados en los productos iban en la misma dirección y narraban un mismo origen, más cercano a la ciencia-ficción que a la fantasía o la mitología. Con las nuevas deidades egipcias mostradas en esta serie, Marvel se adentra en el terreno de lo místico y trascendental.

Slater desarrolla al protagonista, Marc Spector en la personalidad de acción y lucha y Steven Grant cuando se transforma en ‘the quiet man’, a través de un relato parecido al de Múltiple (2016), por el trastorno disociativo, pero desde la perspectiva del mismo personaje, no desde fuera. El televidente ha de ir descifrando lo que sucede a medida que transcurren los capítulos, y de esta forma participa de la incertidumbre vivida por Marc y Steven. A partir de ahí, la historia irá contando el duro enfrentamiento entre las figuras encarnadas por un asombroso Oscar Isaac (El contador de cartas, 2021) y un inquietante Ethan Hawke (El hombre del norte, 2022).

El sello Slater está presente, ese cierto tono de comedia negra plasmado en Umbrella Academy, un cariz agradecido y prácticamente nuevo para los productos MCU, y sobre todo perfecto para cómo el creador desea avanzar en la narración del protagonista enfermo. Esta mezcla de humor y sangre acompaña siempre a una trama que en todo momento crece y resulta tan acertada como entretenida. Y que goza de gran mérito al basarse tan solo en el personaje del Caballero Luna, sin necesidad de ser impulsado por agentes externos pertenecientes al resto del Universo Cinematográfico de Marvel.