Sinopsis
Tenemos un barco de vapor de inmigrantes europeos rumbo a Nueva York con el fin de encontrar un futuro mejor en el nuevo mundo. Durante el largo trayecto se toparán con otro buque a la deriva, que resulta ser un famoso navío recordado hace tiempo por haber desaparecido sin dejar rastro. En el proceso sufrirán todo tipo de misterios, terrores y conexiones entre pasado, presente y futuro, e irán saliendo a la luz todos los secretos más oscuros.
Crítica
Partiendo con fuerza
¿Qué esperábamos de 1899 sino una nueva Dark (2017) donde los creadores nos volvieran a encandilar con sus locuras? Netflix estrenó ayer 17 de noviembre en su plataforma la última aventura de Baran bo Odar (creador, guinista y director) y su pareja Jantje Friese (creadora y guionista). Una que, en su primera temporada, no ha decepcionado en prácticamente nada. Y ha sembrado, al menos a mi parecer, sensaciones parecidas a las que se vivieron con el primer éxito alemán en la empresa de streaming.
¿Qué podía fallar? De partida metieron en la olla los ingredientes necesarios para hacer un cocido muy sabroso: premisa tan original como potencialmente compleja, un cast muy convincente, más presupuesto que lleva a mayor ambición en el desarrollo, los géneros de misterio y ciencia ficción que tanto dominan los creadores, y el inteligente y elevado trabajo del matrimonio suizo-alemán, que inevitablemente nos da un guion perfectamente trabajado y una abundante carga dramática y simbólica.
Emily Beecham (se llevó el premio a mejor actriz en el Festival de Cannes por Little Joe, 2019) y Andreas Pietschmann (Dark, 2017) lideran un asombroso elenco coral en el que también encontramos la sorpresiva (y acertada porque le queda como un guante) presencia del actor español Miguel Bernardeau, hijo de la famosa Ana Duato y protagonista en las primeras temporadas de la exitosa (y vergonzosa) Élite (2018).
Dark 2.0
Varios años hemos esperado este producto los que vivimos en su tiempo el nacimiento de la particular cosmovisión de Odar y Friese en Netflix. Concretamente desde que anunciaran estar trabajando juntos allá por 2018, para poco después confirmar la escritura del episodio piloto y empezar la preproducción a finales de 2020.
Es una de mis series favoritas de todos los tiempos, junto a Lost (2004) y Fringe (2008), y sigo manteniendo que es una obra maestra dotada de una inteligencia poco acostumbrada. Jamás he visto algo tan bien construido, una masterpiece de misterio y ciencia ficción que lleva al extremo la más absoluta frialdad para hacer reflexionar sobre el peso que las decisiones individuales tienen sobre el destino del colectivo. Un soberbio rompecabezas soportado por un guion sobresaliente que habla de la existencia humana. Siempre sin humor ni vaciedad, de manera muy seria.
Es solo pensar en Dark y me pongo nervioso. Me acuerdo perfectamente de mi experiencia, desde 2017 apuntando cada personaje en un papel imaginario y sus futuras posibilidades que pertenecían a ese siniestro y calculado árbol genealógico. Una pieza insuperable que va tejiendo a la perfección cada elemento hasta hilar un collage indescifrable para ese pobre ‘desgraciado’ que no haya estado atento.
Precisamente se criticó este punto, su excesiva dificultad. Yo siempre he sido adicto a estos planteamientos. Los he visto todos, de la tipología que sea. Soy un entusiasta del género. Cuando vi lo que esta serie me proponía, me tiré de cabeza. Mi cerebro se llenó de teorías, especulaba en todo momento, apuntaba personajes en un papel imaginario. Mientras los creadores iban conectando las tramas subterráneas de la serie, yo iba recogiendo pedazos para componer la melodía final. ¡Y qué melodía!
Comienzo prometedor
En esta ocasión nos encontramos con 1899, una primera season que sienta las bases para algo que puede llegar a ser muy grande. ¿Al nivel de su predecesora? Todavía es pronto para dictar sentencia. Al margen de ser mejor o peor, yo prefiero verla como una segunda obra magistral, la continuación de la sublime representación teatral que es la mente de Odar y Friese. En Dark se nos reprodujo la importancia del ‘yo’ sobre el colectivo y la familia, y en esta se narra ese salto al vacío y lo desconocido. No hay tantos personajes ni tramas como en la otra, pero sigue siendo una cantidad espectacular. Menuda cabeza tienen estos tipos. Y es cierto que la atmósfera es más humana, sin llegar a forzar tanto la máquina de la apatía.
De manera similar a la anterior, 1899 evoluciona en cada capítulo hacia la más absoluta complejidad. Con el paso del metraje general, la locura se va apoderando en mayor medida de la historia y hay una intención clara de exprimir al máximo el intelecto del espectador. Se repite esa fórmula de unos planteamientos, desarrollos y resoluciones del todo complicados y a primera vista indescifrables. No esperes tramas fáciles de entender, porque los creadores no son así. Para eso ve a disfrutar de Stranger things, una propuesta exquisita pero de desenlaces más livianos.
Más riqueza narrativa
Eso sí, una gran diferencia respecto a Dark es que esta no limita su evolución narrativa a una sola nación, la alemana en su caso, sino que el barco protagonista de la historia está integrado por pasajeros de todo tipo de países, razas y culturas. Hay una influencia coral muy significativa, recurso que aumenta aún más la potencia de las tramas y enriquece enormemente el relato. Punto a favor respecto a la otra serie. Por eso mismo te recomiendo verla en versión original (subtitulada incluso) para no perderte la infinidad de matices propios a las voces de los intérpretes y las relaciones interpersonales entre personajes.
Y algo que me ha fascinado, una vez más gracias a Odar y Friese, y que en cierta medida es muy de Perdidos (salvando las distancias), es que este producto no solo se hace fuerte en su complejidad estructural y argumental, sino también en el profundo desarrollo de los individuos (además del elevado número). Ahonda muchísimo en la vida de cada uno, explicando sus decisiones y contextos. Y esto, como sabéis, me encanta. Evidentemente, incrementa si cabe la altura dramática del discurso. Al fin y al cabo muy Lost también por su obvia semejanza de géneros.
Mismo estilo
Otro punto a discutir es que, siendo que la situación no tiene nada que ver, los creadores alemanes repiten su particular estilo de escritura y dirección, sobre todo ese tono tan frío y explícito. En 1899 tampoco hay tabúes ni filtros a la hora de abordar las esferas de violencia. Si has de ver morir a alguien de manera cruenta lo harás, siempre que aporte al sentido de la narrativa. Hay momentos, como en Dark, de auténtica brutalidad. De nuevo abordan la oscuridad del corazón humano con ese cariz tan característico, que se suma a unos aparatados visual y sonoro de grandísimo nivel (la fotografía es brillante y la música perfecta). No hace falta que diga que esta es una obra muy seria con unas formas que no son para niños. Sensatez ante todo.
A modo de conclusión, me he visto delante de una nueva pieza exquisita de Odar y Friese, una continuación bárbara a su visión a veces torcida de la realidad y finalmente tan lógica y recompuesta. Te la recomiendo al 100%, pero siempre con voluntad de exprimir al máximo los detalles y con mucha paciencia. No te desesperes al principio, porque estarás perdido, pero es un primer paso que debes recorrer y forma parte del plan de los creadores. Sin duda una de las mejores series de 2022 y de lo más fresco desde Dark.
Ficha técnica
- Título Original: 1899
- Dirección: Baran bo Odar
- Guión: Coline Abert, Emil Nygaard Albertsen, Baran bo Odar, Jerome Bucchan-Nelson, Jantje Friese, Emma Ko, Joshua Long, Darío Madrona, Juliana Lima Dehne
- País: Alemania
- Año: 2022
- Duración: 60 min.
- Género: Intriga, misterio, terror
- Interpretación: Emily Beecham, Aneurin Barnard, Andreas Pietschmann, Miguel Bernardeau, Maciej Musial, Lucas Lynggaard Tønnesen, Rosalie Craig, Clara Rosager, Maria Erwolter, Yann Gael, Mathilde Ollivier, José Pimentão, Gabby Wong, Jonas Bloquet, Alexandre Willaume, Anton Lesser
- Productora: Dark Ways, Netflix
- Música: Ben Frost
- Fotografía: Nikolaus Summerer
- Estreno en España: 17 de noviembre de 2022