Sinopsis
Estamos ante una versión original en formato musical de animación stop-motion del clásico Pinocho, dentro del género de fantasía oscura y con el contexto histórico de la Italia de los años 30, donde nos encontramos con el carpintero Geppetto que ha perdido a su hijo Carlo por culpa de la guerra y el fascismo, y en un acto de desesperación talla en madera a Pinocho.
Crítica
Un gran equipo
Presentada en el Festival de Londres el 22 de octubre y estrenada en cines seleccionados el 25 de noviembre, el pasado viernes 9 de diciembre Pinocho de Guillermo del Toro vio la luz de todos los televisores (y dispositivos móviles) a través de la todopoderosa Netflix, que en su momento salió al rescate de un proyecto iniciado en 2008 por el cineasta mexicano, quien por aquellos años buscaba financiación para su entusiasta concepción de lo que sería finalmente el clásico de Carlo Collodi.
El de Guadalajara ha contado con la codirección del maestro en stop-motion Mark Gustafson y las brillantes y curtidas voces de Ewan McGregor (haciendo de Pepito Grillo, narrador de la historia), David Bradley (Geppetto), el jovencísimo Gregory Mann (Pinocho), Cate Blanchett, Christoph Waltz y Tilda Swinton.
Excelsa obra del director
Antes de nada debo admitir que el gran Guillermo del Toro me ha sorprendido gratamente con su nueva apuesta de animación. Nunca he sido un apasionado de su trabajo y ninguna de sus películas me ha cautivado. Al contrario, ciertas cosas me han tirado mucho para atrás. Pero jamás se me ha ocurrido cuestionar su altura como director y sobre todo creador de mundos de fantasía. Pinocho es sin duda una de sus dos mejores piezas cinematográficas, junto a El laberinto del fauno (2006). Si bien entonces dispuso un discurso de forma con el molde de la Guerra Civil Española, en esta ocasión es el fascismo italiano de Mussolini el que entra en escena.
Yo le aplaudo, porque entre tanto remake de este gracioso personaje de madera, él ha conseguido fabricar, nunca mejor dicho, una historia que ha respetado la esencia del clásico y que a su vez se reinventa. Siempre contando algo mucho más profundo, no solo en relación a ese fondo histórico sobre los peligros del mal y el fascismo, sino también de temas alegres como al amor, la amistad y la relación paterno-filial, y existenciales como la soledad, la desesperanza, el destino o el propio sentido de la vida y la muerte.
Cuestiones profundas
Y lo hace de manera magistral, con puntos algo siniestros he de decir, pero con una forma de hacer cine de esos que marcan y se muestran tan particulares. Empezando por ejemplo con la fuerza del propio stop-motion, esa representación en imagen continua de miles de fotogramas separados, pieza a pieza, otorgando a la narración esa carga dramática inevitablemente melancólica. Sobre todo hay que tener en cuenta la valentía de haber recreado la historia de Pinocho con esta técnica, que se aleja enormemente de la tendencia de animación de prácticamente todo lo que se produce en la actualidad. Aquí es donde el mexicano y todo el equipo de animación dan un golpe maestro, regalándonos un personaje que nada tiene que ver con lo que nos han dado durante toda nuestra vida. Yo siempre seré de la original, que es bárbara, pero Del Toro da una profundidad nueva, con esa presentación del mal en la forma del fascismo, pero no se queda ahí, sino que ahonda en el dolor por la pérdida de Geppetto.
¿Cuál es el sentido de la vida de Pinocho? Aquí está la cuestión. A través de un relato eminentemente fantástico con tintes de horror y drama, el director te cuenta una historia orgánica y al corazón. Nunca sencilla, siempre con el gancho de lo que a menudo vimos de Pinocho, pero con otras ramas dramáticas. ¿Qué sucede con Geppetto? Le han arrancado la vida de cuajo y debe enfrentarse a la dura realidad sin su hijo (desgarrador y brillante comienzo de la cinta por cierto). ¿Cómo afronta haber creado ese muñeco de madera? ¿Le querrá como un hijo o lo rechazará como un monstruo? Todas estas cuestiones existenciales están presentes. Y se confrontan a la ingenuidad, inocencia y demás virtudes/debilidades del niño de madera, que ve el mundo de manera muy simple.
Con Pinocho de Guillermo del Toro, el cineasta mexicano consigue hacer esta reinterpretación del clásico con una sensibilidad pasmosa, por medio de un continente del todo llamativo e impactante por su propia forma de hacer cine, pero capaz de tocar esos puntos emocionales en el espectador. Nos cuenta una historia preciosa y logra llegar al corazón. Y lo hace con estilo propio. Sin edulcoramientos, adentrándose con fuerza en lo más genuino de aspectos como la muerte y el destino, o el mismo sentido de la vida. De hecho, estas figuras se representan materialmente en este Pinocho.
Ficha técnica
- Título Original: Guillermo del Toro's Pinocchio
- Dirección: Guillermo del Toro y Mark Gustafson
- Guión: Guillermo del Toro (Personaje: Carlos Collodi)
- País: Estados Unidos, Francia, México
- Año: 2022
- Duración: 117 min.
- Género: Animación stop-motion, fantasía, musical
- Productora: Netflix
- Música: Alexandre Desplat
- Fotografía: Frank Passingham
- Estreno en España: 9 de diciembre de 2022