El pasado 27 de Octubre tuvo lugar la I Jornada de Cine y Educación en Madrid, con el lema «La cultura del esfuerzo, el cine como recurso para la formación«.
Tras la Inauguración de la misma por su Presidente D. Daniel Arasa, tuvo lugar la intervención de Dña Susana de la Sierra, Directora General del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales. Inmediatamente después Jerónimo José Martín pronunció la conferencia titulada «La cultura del esfuerzo en el cine contemporáneo» terminando la mañana con la ponencia del Juez de menores Emilio Calatayud «Educar hoy para no tener que castigar mañana«.
Ya en la sesión de tarde, tuvo lugar la Entrega del Premio Propuesta Didáctica a través del Cine, con la exposición de los trabajos premiados, un resumen de lo que significa Tribu 2.0 a cargo de Ana Municio, que resultó realmente interesante y el análisis de la película Soul Surfer para su aplicación en el aula llevada a cabo por Ninfa Watt y Mª Ángeles Almacellas.
Soul surfer: Una historia de superación personal
La historia real de Bethany Hamilton, la joven surfista de 13 años que en el 2003 perdió un brazo por el ataque de un tiburón, es una historia de superación personal, de lucha por afrontar una experiencia traumática a base de constancia y espíritu positivo, con el apoyo de la familia, la amistad y las firmes convicciones que la llevan a entregarse a los demás.
Llevada al cine por Sean McNamara, Soul surfer es una película estadounidense interpretada por Annasophia Robb, Helen Hunt y Denis Quaid, que ha conmovido a los espectadores desde su estreno en 2011.
En la I Jornada de Cine y Educación organizada por CinemaNet, dedicada a “La cultura del esfuerzo. El cine un recurso para la formación”, Soul surfer ha tenido su espacio propio. En el apartado “Didáctica aplicada al cine y el valor del esfuerzo”, Mª Ángeles Almacellas y Ninfa Watt presentaron actividades, dinámicas y estrategias destinadas a trabajar con adolescentes y jóvenes ese valor necesario para afrontar las dificultades de la vida y madurar adecuadamente.
Aportaron claves de interpretación fundamentales sobre el valor de la persona –que “no tiene un cuerpo, sino que es un espíritu corpóreo”–; sobre su alta dignidad, merecedora de todo respeto, y sobre el valor del esfuerzo para orientar la vida y colmarla de sentido. Todo ello con dinámicas adecuadas, principalmente, para adolescentes. Del mismo modo analizaron algunos fragmentos de la película y destacaron los momentos fundamentales del proceso de superación de la protagonista, con quien pueden identificarse quienes están en proceso de formación y maduración personal.
Todo ello porque el cine, además de una fuente de placer estético y tantas otras cosas, puede ser un recurso excelente para la educación.
Pistas sobre la cultura del esfuerzo en el cine contemporáneo
El esfuerzo siempre ha estado presente en ciertos ámbitos: deportivo, artístico, bélico, heroico… y así lo ha reflejado el cine a lo largo de su historia. También en las películas más recientes. En la memoria cinéfila de cada espectador hay imágenes imborrables que condensan el sentido de la superación personal para alcanzar una meta.
Todo esto y mucho más fue lo que ofreció Jerónimo José Martín en su recorrido por las producciones cinematográficas más significativas sobre este tema:
Por un lado, el esfuerzo cuestionado por la pedagogía de la espontaneidad y por el individualismo hedonista que busca el placer personal como principal objetivo vital y genera situaciones de incomunicación y soledad al no dar respuesta al sufrimiento; la cultura yuppie del esfuerzo denodado por triunfar a cualquier precio en busca de una recompensa meramente material que nunca llena, o la que fomenta un voluntarismo individualista y materialista, origen de muchas de las crisis que ahora padecemos.
Por otro lado, la recuperación progresiva de un sentido profundo de la cultura del esfuerzo necesario para el desarrollo completo del ser humano.
Fragmentos escogidos de numerosas películas fueron ilustrando cada una de las ideas expuestas. Al final, una antología de escenas de cine comentadas quedaron en la retina de los participantes como la mejor muestra del valor del cine como expresión de la condición humana, y de su capacidad para contribuir a mejorarla.