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Título original: Legend of the Guardians: The owls of Ga’Hoole. |
SINOPSIS
Mientras Soren sueña con unirse algún día a sus héroes, su hermano mayor, Kludd, se burla de ellos y ansía cazar, volar y arrebatarle a su hermano menor el favor de su padre. Pero la envidia de Kludd tendrá terribles consecuencias, ocasionando que los pequeños búhos caigan de su casa, en la copa del árbol, directamente a las garras de Los Puros. Ahora depende de Soren que puedan conseguir una arriesgada escapada, con la ayuda de otros jóvenes y valientes búhos. Juntos surcan los mares y atraviesan las más espesas nieblas, en busca del Gran Árbol, hogar de los legendarios Guardianes de Ga’Hoole, la única esperanza que le queda a Soren para derrotar a Los Puros y salvar el reino de los búhos.
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CRÍTICAS
[Jerónimo José Martín, COPE ]
Soren es una joven e imaginativa lechuza macho del pacífico Bosque de Tyto. Las floridas historias que cuenta su padre entusiasman a Soren y a su hermana pequeña, Eglantine, pero enervan al hermano mayor, Kludd, que las considera una patraña. Los protagonistas de esos relatos son los Guardianes de Ga’Hoole, lechuzas y búhos míticos, que hace muchos años salvaron heroicamente su mundo sin humanos de Los Puros, unos visionarios que pretendían establecer una tiranía. Cuando Soren y su hermano Kludd son secuestrados por dos siniestras aves descubrirán el fundamento real de esas leyendas.
El violento Zack Snyder (300, Watchmen) cambia de registro y debuta en el 3D estereoscópico con esta adaptación de las tres primeras novelas —La captura, El viaje y El rescate— de las quince que componen la popular saga juvenil de la estadounidense Kathryn Lasky, claramente inspirada en la fantasía heroica de J.R.R. Tolkien, C.S. Lewis y sus numerosos discípulos.
La película padece alguna caída de intensidad y una cierta confusión narrativa, causada quizás por el excesivo hiperrealismo de sus diseños y animaciones, que no ayuda a distinguir a los personajes. Por otro lado, la cosmovisión del filme es menos nítida que la de sus referentes, y resulta un poco difusa y tenebrosa respecto a Los Puros.
Sin embargo, estos defectos menores —pero a los que son sensibles los niños más pequeños— se compensan con una sensacional animación 3D —muy espectacular en las escenas de acción—, una agresiva planificación, una épica banda sonora de David Hirschfelder —a veces, algo enfática— y unas cuantas ideas enriquecedoras sobre la amistad, la lealtad, la integración racial, la conciencia social, la valentía y el valor de los libros.
Pájaros en la cabeza
Debut en el cine de animación digital de Zack Snyder, solvente realizador conocido especialmente por sus adaptaciones de comics para adultos al cine, pues es el autor de 300 y Watchmen. Ahora cambia por completo de registro, pues el elemento predominante de su filmografía es la violencia, pero en esta ocasión adapta una serie de novelas juveniles de Kathryn Lasky, sin abandonar el tono familiar. En concreto, abarca los tres primeros libros («La captura«, «El viaje» y «El rescate«), de un total de 15 que comprenden la saga.
Si en Watchmen ya había un personaje que se llamaba Búho Nocturno, aquí el protagonista es una lechuza, Soren, que vive en un gigantesco árbol del boscoso reino de Tyto. Se puede decir que Soren tiene pájaros en la cabeza por las historias legendarias que su padre le cuenta a él y a sus dos hermanos, Kludd, el mayor, y Eglantine, la pequeña, sobre los Guardianes de Ga’Hoole, héroes que expulsaron el mal de los reinos de los búhos. Soren se pregunta si esas historias son reales, y tendrá la ocasión de conocer la verdad, cuando él y su hermano Kludd son raptados por dos siniestras aves que pertenecen a un clan con aviesas intenciones.
A Snyder le viene al pelo esta historia épica de enfrentamiento entre el bien y el mal, que trata temas como la lealtad, las leyendas y la traición, y que por momentos recuerda a películas como El Señor de los Anillos, Los vikingos, de Richard Fleischer, y la propia 300. El realizador vuelve a demostrar su poderío visual y se luce especialmente en las secuencias de acción, que cuentan con un alto grado de originalidad al estar protagonizadas por aves. Éstas han sido animadas con gran realismo, sin ceder a la tentación de humanizar sus movimientos. A nivel técnico, la cinta está muy cuidada, pues se ha puesto mucho esmero en los detalles de los personajes y los decorados.
Sin embargo, el film resulta un tanto oscuro, lo que la aleja del público más infantil. Además, y como ocurría en sus trabajos de acción real, Snyder no cuida tanto como las batallas el desarrollo de los personajes. Es cierto que sus búhos son tan atractivos visualmente que se empatiza algo con ellos, pero el realizador no logra del todo acercarlos al espectador, por lo que la acción se sigue un poco desde fuera.
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