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Título: The tourist. |
SINOPSIS
Frank es un turista americano que viaja a Italia para curarse del mal de amores. Elise es una mujer extraordinaria que se cruza deliberadamente en su camino. Con una asombrosa Venecia de telón de fondo, Frank persigue lo que podría convertirse en un romance pero descubre que el perseguido es él, y ambos quedan atrapados en un torbellino de peligro e intriga.
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CRÍTICAS
[Jerónimo José Martín, COPE ]
Elise (Angelina Jolie) es una misteriosa y sofisticada mujer a la que sigue de cerca un grupo de policías de París, dirigido por el concienzudo inspector John Acheson (Paul Bettany). Éste espera que Elise se reúna con su novio, un famoso estafador que ha robado una millonada a la mafia. Como la policía no conoce el rostro del timador, éste pide a Elise que viaje en tren a Venecia y, durante el trayecto, entable amistad con el primer tipo que se parezca un poco a él. El elegido es Frank (Johnny Depp), un despistado profesor de Matemáticas estadounidense, que está haciendo turismo. Los dos sufrirán una frenética persecución por la ciudad de los canales.
Después de triunfar en todo el mundo con La vida de los otros, el alemán Florian Henckel von Donnersmarck da un giro inesperado hacia la comedia romántica de intriga en este remake de la notable película francesa El secreto de Anthony Zimmer, de Yvan Attal. El cineasta de Colonia confirma aquí sus cualidades para la planificación, y salta con agradable fluidez de la intriga a la acción, y de ésta al melodrama o a la comedia disparatada. En este sentido, se nota que ha contado con un equipo técnico de primera categoría y que ha trabajado en todos los géneros fílmicos: James Newton Howard (música), John Seale (fotografía), Joe Hutshing y Patricia Rommel (montaje), Jon Hutman (diseño de producción) y Colleen Atwood (vestuario.).
También la mayoría de los actores están metidos a fondo en sus papeles, sobre todo Angelina Jolie y Paul Bettany. Sin embargo, Johnny Depp insiste en el gesticulante histrionismo de sus últimas películas —especialmente las de la saga Piratas del Caribe—, y mantiene el tono con dificultad, sobre todo en sus muchos diálogos con Angelina Jolie. Por otra parte, el guión no aporta nada nuevo, de modo que cabe preguntarse: ¿por qué hacer una nueva versión de una película que ya era buena y que sigue vigente? De todas formas, también cabe replicar que nunca sobran las comedias elegantes, con aromas hitchcocknianos a clásicos del estilo de Con la muerte en los talones, Cómo robar un millón o Charada.
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[Enrique Almaraz Luengo, CinemaNet]
Venecia se convierte en el escenario perfecto para esta historia en la que una bellísima mujer, Elise Clifton-Ward (Angelina Jolie), seguida por la Interpol y por un mafioso desde París, enreda en sus vicisitudes a Frank Tupelo (Johnny Depp), un profesor universitario norteamericano que viaja en su mismo tren. Los perseguidores de Elise lo confundirán con el hombre que estaban buscando, amante de ella, que había robado una importantísima cantidad de dinero al segundo, Reginald Shaw (Steven Berkoff) y por lo cual lo perseguía la primera. Desde ese instante, Frank se verá envuelto en un cúmulo de adversidades y peligros incomprensibles e insólitos hasta entonces en su vida.
Esta intriga rodada a la antigua usanza está basada en una película francesa de 2005 titulada “El secreto de Anthony Zimmer”, dirigida por Jérôme Salle y con Sophie Marceau e Yvan Attal como protagonistas. El director de la presente, Florian Henckel von Donnersmarck, decidió con su equipo no ver el film original para asegurarse de realizar un trabajo libre de las irremediables influencias que esto acarrearía. El resultado es un correctísimo largometraje de entretenimiento con aromas clásicos donde resuena Hitchcock, especialmente por constantes de su filmografía como son la confusión de identidad, las intrigas de espionaje elegante o la elección del tren como elemento germinal del azaroso e inminente futuro del personaje masculino.
Dentro de los convencionalismos que suele deparar este género del thriller romántico, es justo reconocer las virtudes que “The Tourist” (la distribuidora ha decidido mantener su título original a pesar de la trivial traducción) ofrece, comenzando por dos protagonistas sinónimos de éxito como son la bellísima Angelina Jolie, más hermosa de lo habitual si cabe, mimada especialmente por la cámara y demostrando su ya legendaria fotogenia, y Johnny Depp, alejado esta vez de los extraños e histriónicos papeles que frecuenta y muy convincente como hombre corriente que no tardará en enamorarse de su misteriosa compañera de viaje.
El romance se deja ver poco después de ser intuido. Tampoco se pueden pasar por alto el lujo y Venecia, valga la redundancia, ya que compensan con categoría algunas carencias del relato mostrando un ambiente de ensueño. La ciudad italiana, más aprovechada de noche que de día, se convierte en un personaje más, aparte del lujo y el misterio que impregnan sus calles y canales, haciéndola absolutamente idónea para este patrón cinematográfico.
El humor tampoco podía ser ajeno a la historia, destacando en los momentos de flirteo de la dama con el asombrado profesor o en las reacciones del último ante los líos que lo rodean, cuando la confusión lingüística se da la mano con la vital (utilizando el español como sucedáneo del italiano o respondiendo a un “Buongiorno” con un “Bon Jovi”, entre otras perlas). Como broche a unos elementos de gran nivel, algunos de los intérpretes que se dan cita en “The Tourist” son el citado Steven Berkoff, un fugaz pero espléndido Timothy Dalton, Christian De Sica y Raoul Bova, entre otros. Con este cóctel, el resultado, sin ser perfecto, depara un divertido espectáculo donde no faltan los elementos necesarios para un presumible éxito de público que agradecerá haber dedicado algo más de cien minutos de su tiempo en compañía de la carismática pareja en el tren y más tarde, en la incomparable, eterna e inmortal Venecia.
Rueda de Prensa en Madrid
El pasado 16 de diciembre tuvo lugar en el Hotel Villamagna de Madrid la presentación de la película “The Tourist” que llega a nuestras pantallas el día 29. Un gran despliegue de medios ocupaba el lugar en el que comparecerían el director Florian Henckel von Donnersmarck y los protagonistas, Angelina Jolie y Johnny Depp. Aunque se hicieron esperar más de media hora respecto a la hora prevista (que a su vez había sido alterada días antes, previo aviso a la prensa), no importó demasiado, a juzgar por la amabilidad y disposición que mostraron los convocantes en todo momento.
Durante la multitudinaria rueda de prensa, el director comentó que lo que le resultó atractivo de la historia fue que podía haber sido rodada hace cincuenta años. Añadió que ni él ni su equipo quisieron ver la película francesa en que estaba inspirada para rodar una película nueva, al margen de comparaciones. Por su parte, al ser preguntados los protagonistas por la presunta escasa química que desprenden, Angelina bromeó diciendo: “En realidad nos llevamos fatal, pero somos muy buenos actores.”. Depp, con rictus mucho más serio durante la sesión fotográfica, supo jugar a la perfección con ese aire distante que transmite para posteriormente participar con buen humor en las preguntas.
Cuando se le inquirió cómo consigue mostrarse atractivo con ese desaliño que lucía tanto en el film como en la presentación, no tuvo reparos en reconocer que “a veces parezco un cerdo y muchas veces lo soy.”. También comentó que si tuviera que elegir entre sus dos últimas compañeras de reparto, Penélope Cruz y Angelina Jolie (“ten cuidado con lo que dices, porque estás en España y tienes a Angelina muy cerca”, bromeó la reportera), se quedaría “con las dos”.
La pregunta que yo formulé comenzaba con un agradecimiento a la imagen “normal” que imprimió Johnny Depp al personaje de un matemático (porque yo lo soy), seguía con un piropo a la protagonista (“yo estuve en Venecia durante el rodaje en marzo, pero no tuve la suerte de encontrarme con una mujer como Angelina”) y terminaba con la pregunta propiamente dicha y dirigida al director: cómo se había sentido al trabajar con una leyenda como Timothy Dalton. La reacción de los tres: aplausos de Depp, risas de Jolie y respuesta del director, que recordó los tiempos de James Bond añadiendo que no habían sido determinantes en la elección y sí su gran estado de forma – “tiene el cuerpo de un hombre de treinta años” – y que había sido un placer trabajar con él. Tampoco faltaron referencias a nuestro país, con halagos al arte (Depp habló del Guernica de Picasso como algo excepcional, “de otra dimensión”).
Al finalizar la rueda de prensa, que duró unos cuarenta minutos en los que entraron muy pocas preguntas, los entrevistados se retiraron y yo tuve la oportunidad de fotografiarme con los protagonistas, que se mostraron muy cercanos y amables a pesar de la imagen estelar y distante que puedan transmitir con su aureola de Hollywood. Por la noche volvieron a mostrar esa cercanía en la proyección de la película, donde Depp, Jolie y su marido Brad Pitt posaron con los muchos fans que se agolpaban para verlos de cerca. Una jornada para recordar.
Enrique Almaraz (CinemaNet) con Johnny Depp y Angelina Jolie
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