Los años que separan 1939 de 1945 fueron tiempos difíciles, pero la industria del cine, como muchas otras, vio en esta guerra una oportunidad para crecer. Si bien es cierto que gran parte del esfuerzo se dirigió al reclutamiento y ofensa del bando contrario, los filmes también se convirtieron en una forma de distracción para las familias americanas. En las siguientes 3 películas se muestran las dos corrientes que hicieron uso de la infancia para hacer patentes sus intereses y tesis..
[María Iserte. Colaboradora de Cinemanet]
La infancia en el cine II ( IIª Guerra Mundial)
Durante la Segunda Guerra Mundial, las películas más taquilleras fueron tres producciones de Disney: Bambi (1942), Fantasía (1940) y Pinocho (1940). Y si de números dentro de la industria hablamos, cabe destacar una de las que más estatuillas consiguió en los premios de la Academia: How Green Was my Valley (John Ford, 1941). De hecho, con 5 Oscar, se puso por delante de Ciudadano Kane (O. Welles).
La película empieza con una voz en off que nos remite a la infancia, al pasado. La infancia como concepto no se vive en presente, sino que cobra todo su sentido cuando un presente adulto mira hacia atrás. El Huw Morgan niño vive en un mundo despreocupado y feliz, impregnado de folclore y valles verdes. Unos valles que se tornan oscuros como el carbón cuando el pequeño Huw conoce las profundas minas. Muchos autores son los que dicen que hay algo de autobiográfico en este filme de J. Ford. J. A. Place escribió al respecto: “The present of How Green Was My Valley is Ford’s idealized past, seen through the memory of a boy who lost it before he was able o posess it”. (8)
Escribir sobre cada aspecto referido a la infancia en esta película necesitaría varios artículos dedicados sólo para ella. Pero se hace más fácil si nos centramos en los valores familiares que se desprenden en su narración. Para el niño, sus héroes son sus padres y hermanos mayores. Héroes tan cotidianos como esos anónimos que van a la guerra para salvaguardar la patria americana. Son esos adultos que se sacrifican para dar lo mejor de sí mismos a su comunidad.
How Green Was My Valley es una guía sobre cómo convertirse en adulto, una suerte de duro realismo desde la mirada melancólica de Morgan-Ford. Hay aquí un rasgo que diferencia al cine de esta época con la que le precede: la independencia que se puede adquirir en la infancia tiene sentido si en ese proceso se adquieren responsabilidades. Sólo así se puede entrar en la edad adulta. La infancia es el reducto idílico, pero tarde o temprano se debe adquirir una toma de conciencia.
Un año más tarde, se estrenó la película The Jungle Book (Zoltan Korda, 1942) en los cines estadounidenses. Mientras que How Green Was My Valley mostraba que el crecimiento personal se llevaba a cabo en el seno de una comunidad social (ya fuese familiar, obrera, etc.), The Jungle Book mostraba una realidad bien distinta, en la que el paso de la niñez a la edad adulta se da de forma individual y solitaria. Se podría decir, incluso, que en este caso no existe el concepto de infancia como tal. Según Kathy Merlock Jackson (p. 76) esta película ofrece dos temas que estaban en boga en la primera mitad de la década de los 40. La primera “it is a tale of a child of nature, on who was raised without constraints, without secrets. In total freedom”; la segunda es que la película parte de la teoría de que el niño “enters the world as a blank slate and gains all knowledge from experience” (9). Esta teoría conocida como “Tabula rasa” era una idea que estaba en boga entre los intelectuales americanos de la época. Continúa la autora diciendo “the story supports the belief that children come into the world as innocents, to be molded then into products of their experience and enviroment”. (10) Un ejemplo cercano es National Velvet, (Clarence Brown, 1944), película alentada en la idea marcada por el psicólogo infantil James H. S. Bossard acerca de las relaciones que existen entre los niños y los animales y sobre la importancia que tienen los unos para los otros.
Por último, no se puede hablar de cine durante la IIª Guerra Mundial sin entrar en el cine propagandístico. Estados Unidos produjo una gran cantidad de películas es este estilo, entre las que el tema de la infancia no se quedó al margen. Un claro ejemplo es el filme dirigido por Edward Dmytrik: Hitler’s Children (1943). El director quiere hablar al espectador de la época sobre el pesimismo con el que los niños alemanes afrontarán el futuro. Sin embargo, Dmytrik estereotipa hasta tal punto a los personajes que éstos no logran conmover al espectador de la época y no consiguió situar a esta película entre las más destacadas dentro de su filmografía.
¡Debate este artículo en nuestros foros!
Tengo carencias importantes en lo que se refiere a esta época. Así que me apunto muchas de las que propones. ¡Gracias!