La película es un relato duro, crudo y algo descarnado de las atrocidades que el ser humano puede llegar a cometer amparándose en la ley vigente. En esta línea ofrece una interesante reflexión en torno a la prevalencia de los principios morales universales sobre las leyes temporales y cambiantes que favorecen a unos en perjuicio de otros. Otra idea interesante que pone sobre la mesa el film es la de la diferencia entre vivir y sobrevivir.
ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET
Título original: 12 years a slave
País: EEUU
Año: 2013
Dirección: Steve McQueen
Intérpretes: Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Benedict Cumberbatch, Brad Pitt, Paul Dano, Garret Dillahunt, Paul Giamatti, Sarah Paulson, Scoot McNairy, Lupita Nyong’o, Alfre Woodard
Guión: John Ridley; basado en la autobiografía de Solomon Northup
Fotografía: Sean Bobbit
Distribuidora en cine: DeAPlaneta
Duración: 135 min.
Género: Drama
Estreno en Estados Unidos: 08 de Noviembrede 2013
Estreno en España: 13 de Diciembre de 2013
SINOPSIS
Basada hechos reales, refleja la lucha de un hombre por su libertad y supervivencia. Dos décadas antes de la Guerra Civil estadounidense, Solomon Northup, un hombre libre de raza negra que vivía en el estado de Nueva York, fue secuestrado y vendido como esclavo. En los años siguientes, en los que conoció la crueldad (personificada por un despiadado propietario de esclavos) y también la amabilidad en momentos inesperados, Solomon luchó no sólo por conservar su vida, sino también su dignidad. Pero en el duodécimo año de su suplicio, un encuentro casual con un abolicionista canadiense cambió su vida para siempre.
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CRÍTICAS
[Marta Gª Outón – Colaboradora de CinemaNet]
Salomon Northup fue un hombre libre de Saratoga que fue raptado y vendido como esclavo. Durante doce años tuvo que trabajar para diferentes amos en las enormes plantaciones del sur de Norteamérica, renegando a su identidad y a su dignidad, pero siempre aferrado a un mismo sueño y esperanza: volver con su familia y a ser el hombre que era. Él fue uno de los pocos hombres libres raptados que recuperó su libertad y gracias a un libro que escribió, 12 años de esclavitud, se ha podido pasar a la gran pantalla esta increíble historia.
Destaca una fotografía realista, como la del siglo XIX, con esos grandes encuadres que acogen a los trabajadores reunidos frente al foco de la cámara para el retrato o inmersos en la labor de los campos, con mucha luz y tonos fuertemente contrastados, que resaltan la dureza del trabajo diario bajo el sol y sin descanso en esos rostros cansados y curtidos de los esclavos, quienes silencian sus palabras pero que con sus miradas lo expresan todo. La riqueza fotográfica de la obra es fruto del talento de Steve McQueen, quien antes de ser director de cine era fotógrafo y escultor, y que presenta claras influencias estilísticas de la nouvelle vague.
Además de contar con un equipo artístico magistral, Steve McQueen siempre selecciona un elenco de intérpretes capaces de dar la talla en tal semejante drama: entre ellos, su actor preferido, Michael Fassbender, siempre presente en sus películas (Shame, Hunger) y de una ambigüedad no solo interesante, sino también inquietante; Chiwetel Ejiofor en el papel protagonista, a quien solemos ver como secundario en películas conocidas como Hijos de los hombres, 2012, American Gangster… pero que tras su aparición en esta historia, por su fuerza dramática y su imponente presencia en la pantalla, habrá acaparado toda la atención de futuros directores; e interpretando personajes menos importantes, pero igual de interesantes, Benedict Cumberbatch, el actor de moda tras protagonizar la serie de Sherlock de la BBC, Star Treck y El quinto poder, y Brad Pitt, quien además se encuentra a cargo de la producción de la obra.
Siempre desde el punto de vista de nuestro protagonista y a favor de los esclavos, Steve McQueen sigue cronológicamente el tiempo de esclavitud al que Salomon fue sometido, pasando por los diversos amos para los que tuvo que trabajar y trasladándonos a través de sus recuerdos a su vida en libertad, de felicidad, con su familia. Un relato muy realista que hace que los momentos más duros de la trata de esclavos puedan resultar excesivos y difíciles de seguir. El director siempre coloca la cámara durante el trabajo en las plantaciones, para captar la situación miserable de los hombres y mujeres de color y el sentimiento despectivo que todos ellos compartían hacia su situación como propiedad, como material de cambio y uso libre. McQueen, por su atento detallismo, se recrea sobretodo en la relación de los esclavos con los amos, en el reconocimiento de su trabajo y, bastante más, en los castigos que recibían por su excesiva muestra de humanidad, desobediencia o pobre efectividad.
Nos encontramos en un año en el que el cine busca recordar episodios de grandes desprecios hacia la naturaleza humana, historias protagonizadas por hombres y mujeres de color, como vimos en Lincoln, El mayordomo o Django desencadenado, con una mirada crítica de la situación que tantas personas vivieron y que durante tanto tiempo ha permanecido silenciada, tema tabú en la historia de Norteamérica, de donde se están sacando a relucir extraordinarios y a la vez espeluznantes dramas. Con esta obra, el director pretende contarnos la vida de un hombre libre que sobrevivió en la esclavitud, que resistió el dolor y la inhumanidad por una esperanza, por seguir aferrado a su verdadero ser, su interioridad, a pesar de que su identidad y su dignidad le fueron arrebatadas una vez que sus manos y sus pies volvieron a quedar atrapados en las cadenas.
[Ramón Ramos – Colaborador de CinemaNet]
El director Steve McQueen, artífice de Shame, ha vuelto a contar con Michael Fassbender, aunque esta vez en un papel algo más secundario, para meterse de lleno en 12 años de esclavitud (12 years a slave), la espeluznante historia de Solomon Northup, un hombre libre de Nueva York que fue secuestrado y vendido como esclavo para trabajar en las plantaciones de algodón de Georgia.
La película es un relato duro, crudo y algo descarnado de las atrocidades que el ser humano puede llegar a cometer amparándose en la ley vigente. En esta línea ofrece una interesante reflexión en torno a la prevalencia de los principios morales universales sobre las leyes temporales y cambiantes que favorecen a unos en perjuicio de otros. Otra idea interesante que pone sobre la mesa el film es la de la diferencia entre vivir y sobrevivir. No es lo mismo asumir todos los males y hacer lo imprescindible por la supervivencia que luchar contra la injusticia y querer llevar una vida plena y digna.
Protagoniza con gran fuerza y convicción Chiwetel Ejiofor, visto en roles secundarios en títulos tan dispares como Love Actually, American gángster o 2012. En 12 años de esclavitud lleva el peso protagonista y lo hace muy bien, tanto que no sería de extrañar que le dieran el Oscar, o al menos la nominación creo que la tendrá. Le acompañan, además del ya citado Fassbender, Paul Dano, el chico traumatizado de Prisioneros, Benedict Cumberbatch, el villano de Star Trek: en la oscuridad, y en papeles más secundarios Brad Pitt y Paul Giamatti.
El film tiene ecos de La hora 25, protagonizada por Anthony Quinn, en la que un honrado labrador rumano es denunciado como judío ante los nazis por un agente de la ley encaprichado con la esposa del campesino, de forma que éste acaba en un campo de trabajos forzados, en el que a pesar de repetir una y otra vez que él no es judío, que está ahí por error, nadie quiere hacerle caso, e incluso se ensañan con él porque no quieren escuchar cualquier cosa que les complique la vida, lo mismo que le ocurre a Solomon cuando repite una y otra vez que él no es un esclavo sino un hombre libre.
Por otra parte cabe destacar la sensacional partitura de Hans Zimmer que suena durante el metraje, así como una correcta y cuidada fotografía para retratar la época. Tan solo alguna caída de ritmo puntual, y algunas concesiones a prolongar gratuitamente escenas de extrema violencia pueden empañar parcialmente el resultado global, que no obstante es de alto nivel.
Los carteles la anuncian como favorita a los Oscar. Personalmente creo que la película del año es Gravity, pero está claro que 12 años de esclavitud se encuentra entre los grandes títulos estrenados en este año 2013 que está a punto de terminar.
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Excelente película que te deja el ánimo encogido y «apaleado». De lo mejor que he visto durante el año. Me impresionó sobre manera los segundos en que Solomon gira su mirada hacia el espectador en busca de comprensión o de invitación a tomar partido y comprometerse por la lucha de la dignidad de todo ser humano. Me fascinó.