[M. Consuelo Tomás y Garrido – Colaboradora de CinemaNet]
El amor es el acontecimiento más extraordinario y radical de la vida de los hombres. Se trata del sentido más profundo y último de la existencia humana; única luz que ilumina el mundo y da fuerzas para vivir; única realidad con distintas dimensiones. En la multiplicidad de sus manifestaciones destaca, como arquetipo por excelencia, el amor entre el hombre y la mujer en el que se abre una promesa de felicidad que parece irresistible –escribe Benedicto XVI-, en comparación con la cual palidecen, a primera vista, todos los demás tipos de amor.
La importancia del cine supone un medio imprescindible para favorecer y difundir el verdadero humanismo basado en el amor porque en el buen cine, se pueden encontrar paradigmas de la excelencia del actuar humano
Veamos esta realidad en alguna de sus dimensiones, reflejada en la gran pantalla a través a través de películas basadas en verdaderas historias.
AMOR ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER
- Camino a la libertad (2010, Peter Weir) narra la gesta llevada a cabo por siete fugitivos de un gulag soviético. Relato sobre la superación del ser humano y su lucha por la supervivencia es sobre todo una película de amor, de un amor que hace lo imposible por encontrar a la persona amada y ofrecerle lo que más necesita: el perdón. Impresiona la historia del joven polaco Janusz cuando manifiesta cuál es el sentido de su vida: perdonar a su amada. Todos sus pasos -impactantes al final del film- se dirigen, también materialmente, hacia el perdón.
AMOR ENTRE AMIGOS
- A lo largo de la historia del cine un número grande de metrajes han puesto en la pantalla el valor de la amistad. Se trata de una relación humana muy especial que provoca un sentimiento entrañable tanto en momentos buenos como en los de mayor dificultad. Este es el eje vertebrador de Cadena perpetua (1994, Frank Darabont), espléndida historia de amistad entre dos presos. Sus maravillosos diálogos, el magnífico estudio de los personajes, la magia que despierta el protagonista, el especialmente ingenioso desenlace, hacen del film una de las grandes obras maestras del cine.
AMOR A DIOS
- El escenario de la acción, de enorme belleza gestual y dramática, de la película De dioses y hombres (2010, Xavier Beauvois), nos lleva a mediados de la década de los noventa a las montañas del Magreb, donde se encuentra un monasterio cisterciense en el que viven siete monjes en perfecta armonía con la población musulmana a la que llevan años ayudando con su presencia, favores y atenciones. La mirada del director es capaz de penetrar hasta lo más íntimo del alma de los personajes para explicar la decisión de estos hombres, sin vocación al martirio, a acceder a él por amor a Dios y a sus semejantes.
AMOR A LA PATRIA
- El patriotismo, verdadero amor a la Patria, vincula al ser humano con la tierra en la que ha nacido a la que se siente ligado por unos determinados valores, afectos, cultura. La magnífica película El Patriota (2000, Roland Emmerich) con escenas bélicas de una espectacularidad increíble, aborda este tema al filmar una historia de aventuras en la que queda claro que, para defender a la propia familia, hay que luchar también por el país donde esa familia convive con muchas familias.
AMOR AL TRABAJO, A LA PROFESIÓN
- Lo que más importa en la propia profesión es sobre todo cuanto amor ponemos en el trabajo que realizamos. El climax de El festín de Babette (1987, Gabriel Alex) lo constituye la suculenta cena que prepara Babette. La joven pondrá sobre la mesa todo el arte y la pasión de la gastronomía francesa para despertar, sin ella saberlo, la caridad sincera y el calor humano de sus fríos y puritanos comensales. Durante el festín se produce el milagro de la liberación de sus almas y de sus cuerpos, incapaces de comprender hasta entonces que ni la belleza, ni el gozo de las cosas buenas son obstáculos para llegar a Dios y darse a los demás.
AMOR A LA BELLEZA
- En la segunda guerra mundial el patrimonio artístico europeo fue también víctima del pillaje y saqueo de la barbarie nazi. Más de cinco millones de objetos artísticos fueron robados para Hitler y otros dirigentes del nacionalsocialismo. Cuando el tirano firmó el “Decreto Nerón”, que ordenaba la destrucción de ese tesoro antes de dejarlo caer en manos de los aliados, siete hombres crearon el grupo The Monuments men (2013, George Clooney) que tratará de poner a salvo esos grandes logros de la humanidad. La película contagia el amor por las obras de arte, por cuya defensa merece la pena arriesgar la vida.