Sinopsis
La abadía de Sion, en la localidad holandesa de Diepenveen, ha sido siempre un núcleo espiritual para la comunidad: por eso, cuando de repente se pone en venta, supone un choque para la directora Anne Christine Girardot, que se lanza cámara en mano a rodar esa historia. De este modo, la película nos abre a las vivencias cotidianas de un pequeño grupo de religiosos que ya no pueden hacerse cargo de los gastos de su monasterio y se ven obligados a dejarlo y marcharse a la isla de Schiermonnikoog: literalmente, “la isla de los monjes”.
Crítica
Luz del mundo, sal de la tierra
Si hay un elemento que resulta omnipresente a lo largo de La isla de los monjes, el último documental de la francesa Anne Christine Girardot, es el faro: la imagen de una torre en cuya cúspide gira un haz de luz se repite a lo largo del documental, salpicando el metraje con su figura. No es manierismo, así es como la directora ve a sus protagonistas, los monjes de la abadía de Sion: figuras erguidas y firmes ante el oleaje de un mundo cada vez más cambiante que, con su mera presencia sirven de guía y punto de referencia.
Faros en una película con título de isla: las reminiscencias marineras no son casuales en una película que habla de cómo una sociedad a la deriva choca con la roca firme de un monasterio. No de un grupo de monjes, sino de un monasterio: a pesar de tener que dejar físicamente su edificio, los protagonistas de esta película hacen buena la frase de Jesucristo. “Allí donde allá dos reunidos en mi nombre, estaré”, decía el Nazareno, preconizando una Iglesia que es “asamblea” y no “construcción física”.
En esta confrontación entre el mundo contemporáneo y la tradición monástica hay momentos de comedia tierna –como cuando uno de los monjes intenta comprar en un supermercado y no sabe cómo funciona la tarjeta de crédito- e instantes de profunda exploración. De indagación en la vocación de los protagonistas: siete personas tan humanas como cualquiera que han respondido a una llamada y a una pasión.
Esto es fundamental, porque rompe con los estereotipos sobre los monjes y demás religiosos: frente a una creencia que los visualiza como santos incorruptos –y, por tanto, inaccesibles-, La isla de los monjes nos los revela como personas corrientes, con sus dudas, caídas e inseguridades, pero con la conciencia profunda de haber respondido a una llamada de amor. Es precioso ver cómo, en sus testimonios frente a la cámara de Girardot, los monjes no hablan de obligaciones ni de privaciones, sino de un deseo profundo que les llevó a entrar en la abadía.
Todo ello va tejiendo una película contemplativa, que nos introduce en el día a día del monasterio y que, con suavidad, va dejando caer piedrecitas para que las sigamos si queremos. Pequeñas perlas de sabiduría y amor sencillas como guijarros, pero hermosas como mármol de Carrara: aparecen de repente, en la frase de un monje o en la reacción espontánea de un niño.
Porque la isla de los monjes es Schiermonnikoog, un lugar físico, pero también un estado del alma. Una meta espiritual en la que los siete protagonistas de esta película se mantienen de pie haciendo de faro a todos los que peregrinamos.
Si quieres explorar más esta película, aquí tienes la entrevista que le hicimos a su directora, Anne Christine Girardot
Ficha técnica
![La isla de los monjes](https://www.cinemanet.info/wp-content/uploads/2017/12/001_ph3dga.jpg)
- Título Original: De terugkeer van de monniken op Schiermonnikoog
- Dirección: Anne Christine Girardot
- Guión: John Gruter
- País: Holanda
- Año: 2017
- Duración: 69 min.
- Género: Documental
- Interpretación: (Documental)
- Productora: Nachtzon Media / Broadcast Station KRO-NCRV
- Música: Ton Snijders
- Fotografía: Gerrit Albada
- Estreno en España: 8 de diciembre 2017
Gran análisis. Pienso muy parecido. Me conmocionó ver y escuchar el testimonio de su vida, entregada a Dios, respondiendo a una vocación de amor. Y ver sus dificultades al descubrir su propio «apego» a un sitio, y cómo tienen que descubrir que han entregado la vida a Dios. Y Dios les quiere despegados de todo. La peli me hizo pensar mucho y dar muchas gracias a Dios.
La película es maravillosa. Aunque más bien debería decir que la obra de Dios en estos hombres es la maravilla. Espero llegue a muchos.
Los monjes son la forma del alma del hombre que busca a Dios hecha signo visible.