PERLAS CINÉFILAS
Año 1183. Navidad. Enrique II Plantagenet, rey de Inglaterra, convoca a sus vástagos Ricardo, Juan y Geoffrey para comunicarles quién va a sucederle en el trono. El rey apuesta por el príncipe Juan (sin Tierra). La reina, Leonor de Aquitania (a quien su marido había encerrado en la torre de Salisbury), prefiere a Ricardo (Corazón de León); sólo por intrigar un poco más. Del pobre Geoffrey no se acuerda nadie… de momento. La lucha encarnizada por el poder no ha hecho más que empezar. A dentelladas. Los hijos del León —y algún invitado sorpresa— que no son sino lobos (“El hombre es un lobo para el hombre”) o aún peor, hienas, dan rienda suelta a sus intrigas, trampas, conspiraciones, traiciones, mentiras, puñaladas; una guerra que saca a relucir lo peor de cada cual: sus tormentos secretos, sus pasiones, sus complejos teñidos de venganza, su dolor…
Una precisa representación de lo que puede llegar a corromper el deseo de poder, la ambición sin escrúpulos, la falta de valores elementales. En 1183 o en 2017. Y, de paso, una extraordinaria demostración de cómo con un magnífico guion, una dirección medida y unos actores inmensos (Peter O’Toole, Anthony Hopkins, John Castle, Timothy Dalton) se puede crear una obra maestra sin necesidad de mucho más. Bueno, sí; una sutil, maquinadora y extraordinaria Katharine Hepburn, que se los come a todos. «Podría pelarte como a una pera y a Dios le parecería que estoy haciendo justicia.»
PELÍCULA RECOMENDADA POR CINEMANET Título original: The Lion in Winter |