65 años después de su primera edición, el Festival de San Sebastián ya está aquí: el encuentro cinematográfico más importante del país acaba de comenzar y en CinemaNet hemos venido hasta Donosti para contároslo en vivo. Durante una semana, os ofreceremos crónicas diarias sobre lo bueno, lo malo y lo feo -o lo bello, esperemos-. Arrancamos con el primer día de festival, uno en el que la ciudad vasca nos ha regalado un inusual cielo despejado y mucho, mucho cine:
Nos ha gustado…
La buena mano de Manuel Martín Cuenca en El autor, una propuesta divertida y a la vez incómoda que indaga en el lado más oscuro del egoísmo: el protagonista -que toma cuerpo en pantalla gracias al músculo actoral de Javier Gutiérrez– se revela ante el espectador como un ser sin autoestima que no duda en manipular a sus vecinos con tal de obtener su objetivo de escribir una novela auténtica. Cine español del que golpea en las entrañas.
No nos ha gustado…
El desastroso guion de Inmersión, la película inaugural del Festival. A pesar de la química entre los actores protagonistas –Alicia Vikander y James McAvoy-, la película se resiente por culpa de una estructura reiterativa, que pretende hacer avanzar en paralelo dos tramas sin el mismo grado de interés, y un halo de pretensión vacía que no suma, sino que resta.
No hemos aguantado despiertos…
En el pase nocturno de Fireworks, Should We See it from the Side or the Bottom? En este caso, las expectativas nos han jugado una mala pasada: al tratarse de una cinta anime en la Sección Oficial, íbamos ilusionados pensando en revivir la experiencia que supuso la fabulosa Your name el año pasado, pero el resultado deja mucho que desear. Una lástima.
La frase del día
Durante la rueda de prensa de Inmersión, su director, Wim Wenders, dejó caer una reflexión muy aguda. Tras una sonora carcajada, el realizador -autor de, entre otras, La letra escarlata o París, Texas– aseguró que, con el tiempo, ha dejado de leer las críticas: «los comentarios positivos te vuelven un engreído, y los negativos te dejan hecho una mierda, así que he llegado a la conclusión de que lo mejor es no mirar nada». No le falta razón.
Genial primera crónica! Con muchas ganas de El Autor, pues!
Espero la siguiente con ganas 😉