Your name

Guillermo Altarriba

Director de contenidos de CinemaNet. Periodista y politólogo por formación, dibujante y cinéfilo por vocación. Creo que pensar el cine para cambiar el mundo es una meta difícil y loca: por eso vale la pena dedicarle tiempo y esfuerzo. VTR.

Your name tiene algo que fascina. Tiene esa cualidad de los mundos que perduran, de esos de los que quieres saber más al encenderse las luces del cine. Y es curioso, porque la sinopsis puede no parecer nada del otro jueves: a fin de cuentas, es un drama romántico entre adolescentes con elementos de fantasía. Nada especial, ¿o sí?

Resulta que sí tiene algo especial. Un nosequé reconfortante que la hace una pequeña joya oriental. Tal vez sea la forma en la que Your name juega con su premisa, ofreciendo un guion que no teme explorar las posibilidades narrativas del planteamiento. Una trama que mantiene al espectador activo a base de saltos temporales y flashbacks bien encontrados.

O tal vez no: tal vez sea el modo que Makoto Shinkai tiene de integrar en la historia la tradición milenaria del shinto. Hay un misticismo ritual que recorre la historia de Mitsuha –es decir, también la historia de Taki-, un aire añejo y entrañable que se encarna en la figura de la abuela. ¿Habla Your name del respeto a los mayores? Sí, pero tal vez su encanto no resida solo en eso.

Tal vez sea la vida que rezuman unos personajes que llegan al corazón. Tanto los dos protagonistas como la pléyade de secundarios que les rodean están desarrollados con no más de cuatro pinceladas, pero acaban resultando tan tiernos, carismáticos y divertidos que a uno le apetece acompañarles más allá de los 106 minutos que dura el film.

Puede que ese algo esté en el regalo que Your name supone para los ojos. La animación –por más que exagerada, como buen anime japonés- resulta sencilla pero cuidada: una colorista y cuidada combinación de la tradición del dibujo animado con una línea gráfica más moderna. Vida en dos dimensiones, vaya.

En realidad, el conjunto resulta –aun a riesgo de caer en el cliché- mayor que la suma que sus partes. Your name resulta una película muy interesante sobre la pervivencia del amor, sobre cómo este surge al entrar en la piel del otro. No es cine para todos los gustos –si no te atrae la estética japonesa, aquí te va a chirriar la forma de los diálogos o el gusto por el j-pop-, pero a ojos de este redactor es una gozada visual. Un pequeño caramelo que nos regala Shinkai desde el lejano Oriente.

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