Sinopsis
Nos situamos tras la muerte de T’Challa, rey de Wakanda y último Black Panther, que ha dejado una nación levemente frágil, posibilitando que las potencias mundiales quieran intervenir el país para aprovecharse de su Vibranium. La restituida reina Ramonda, madre de T’Challa, Shuri, su hermana, las Dora Milaje y demás miembros del consejo wakandiano tendrán que lidiar con esta amenaza a sus recursos naturales mientras que se enfrentan a un nuevo peligro inminente que sale del océano: Namor.
Crítica
Muerte y desorden
Lo primero a tener en cuenta es que la desgraciada muerte (por cáncer y a los 43 años) de Chadwick Boseman hizo que Marvel Studios tuviera que reconfigurar por completo la incursión del superhéroe wakandiano en su mundo cinematográfico. Con su repentino fallecimiento en 2020, su marca y esencia argumental se esfumaron y la empresa tomó la inteligente decisión de no forzar un cambio por otro actor ni hacer una recomposición digital. La solución más lógica era comenzar una línea nueva partiendo de la muerte del personaje. Es por esto que Black Panther: Wakanda Forever comienza de esa manera algo diferente y forzada.
En ningún momento estoy diciendo que sea una introducción mala, no veo problema en lo que han hecho, pero sí he observado un gran inconveniente en que esta misma haya sido una declaración de intenciones. Terminé la cinta en el cine con una sensación concreta de un excesivo homenaje al difunto actor protagonista, de haber visto más una obra sentimentaloide que una del género de superhéroes del MCU. ¿Me llegó a convencer? No del todo. Me pareció excesiva y bastante pomposa.
Más discurso que espectáculo
Una de las cosas que más rabiar me hacen cuando veo una película o serie de televisión es que me traten de estúpido. Pero voy más allá: me enfurece que lo hagan para introducir un discurso ideológico en la narrativa. Una que, tratándose del género que se trata y de la franquicia de la que hablamos, siempre se debe presuponer adaptada al máximo a los intereses del fandom comiquero.
Ideas, políticas o reivindicaciones concretas. Me da igual la naturaleza de dicho engaño, me parece incorrecto. Lo digo así de claro, a riesgo de que me acusen de cualquier tontería (no sería la primera vez). En esta secuela de Black Panther existe un discurso de fondo del todo reivindicatorio sobre los ‘oprimidos pueblos africanos’ por parte de las potencias mundiales (obviamente de blancos). Wakanda se ha convertido en eso, en un cauce para demonizar a las fuerzas nacionales supuestamente racistas y supremacistas. Evidentemente, aunque la cinta sea pretenciosamente seria, el argumentario es algo infantil y contradictorio. Pero hay más: en esta ocasión también se suma la lucha del pueblo latinoamericano (proveniente de mayas, aztecas y una especie de popurrí de aquellas culturas) contra los colonizadores españoles y por ende sus sucesores en el tiempo (también los blancos).
Y no nos olvidemos de otro de los puntos de la agenda Disney que afecta de lleno a la totalidad de sus subdivisiones y franquicias adquiridas. En Wakanda forever también tenemos el privilegio de deleitarnos con la acostumbrada reflexión feminista y el grito reivindicativo que siempre le acompaña. Este es un producto de mujeres, de raza negra (por si todavía quedaba alguna duda), que juntas han de resolver los contratiempos de su cultura oprimida. Están empoderadas, tienen la fuerza necesaria y son decisivas. En tono sarcástico podríamos decir que las naciones blancas deben pagar por sus fechorías. Eso sí, se salva el personaje de Martin Freeman, figura que confirma la regla a modo de excepción.
Sin heroicidad
El problema no es solo el discurso en exceso, que lo hay y afecta totalmente a la narrativa, sino que esta misma se ve mermada también por la falta de líder en el argumento. Ya no existe T’Challa, por lo que no tenemos a un héroe marcado que determine el viaje natural de una historia Marvel (la que nos han hecho entender hasta ahora). Y como ya no veremos a este héroe tan preciso, tampoco lo haremos con el villano, al menos no al uso. En cambio ahondan en un potente conflicto de intereses culturales y sociopolíticos entre naciones vecinas. Eso sí, siempre víctimas de la opresión del hombre blanco y casposo. Las personas de color y los descendientes latinoamericanos han sido mangoneados.
Claro, a raíz de la carencia de héroe masculino impuesto por el cómic, la agenda Disney también ha caído en la oportunidad de forzar el manto heroico a un personaje femenino, el de la hermana de T’Challa, que literalmente fue de lo más flojo de la primera cinta del hombre pantera. Tenemos a una actriz sin más carisma que el suficiente y un aporte pobre a la historia. Pero no está sola, porque forma dupla con otro personaje forzado, una jovencita de raza negra que es un portento intelectual y también está perseguida por el gobierno opresor. En este último caso, no es que no destile demasiado atractivo argumental, es que directamente resta sentido a la narrativa y minutos al metraje (del que sobra una hora fácilmente). Eso sí, la película ya va a la moda y este dueto puede con todo, incluso con el sistema.
Relacionado con estos personajes adolescentes veo otro problema no catastrófico pero que sí palidece en ocasiones. Hablamos del guion, que en determinados momentos, sobre todo de conflicto, nos ha dado diálogos del todo surrealistas. Situaciones en las que el espectador sabe perfectamente que nadie habla así ni puede reaccionar de determinada manera.
No todo es malo
Respecto al resto de apartados lo dejo claro. El visual me ha convencido sin llegar a asombrarme (hay algunos momentos de ‘cartón piedra’ en los decorados y CGI que merma levemente siguiendo la tendencia FASE 4 de Marvel). Las escenas de acción y secuencias de batalla me han parecido de lejos lo más notorio. Sí me ha gustado el conflicto de culturas e incluso de líderes, pero más el de Namor con la reina que de éste con Shuri.
Me han funcionado bien ciertos puntos emotivos pero que están bien explicados y profundizados, sobre todo en relación a la reina con el duelo y la responsabilidad. Pero creo que la película tiene demasiada carga melodramática que en ocasiones parece más una terapia familiar que otra cosa, no una cinta de superhéroes. Y debió resolverse en máximo dos horas. Una más de Marvel.
Ficha técnica

- Título Original: Black Panther: Wakanda Forever
- Dirección: Ryan Coogler
- Guión: Ryan Coogler, Joe Robert Cole. Historia: Ryan Coogler
- País: Estados Unidos
- Año: 2022
- Duración: 161 min.
- Género: Superhéroes, cómic, Marvel
- Interpretación: Letitia Wright, Angela Bassett, Winston Duke, Danai Gurira, Florence Kasumba, Lupita Nyong'o, Martin Freeman, Tenoch Huerta, Dominique Thorne, Michaela Coel
- Productora: Marvel Studios, Walt Disney Pictures
- Música: Ludwig Göransson
- Fotografía: Autumn Durald
- Estreno en España: 11 de noviembre de 2022