La película Camino a la gloria (2006), dirigida por James Gartner, está basada en hechos reales. El de Little Rock (Arkansas) firmó una gran labor al elaborar este film, en el que enseña el racismo que sufrieron los afroamericanos en manos de los blancos en Texas en los años 60. Es una fuerte apuesta, ya que quería que la sociedad se diese cuenta de la importancia de los problemas sociales y del racismo en las universidades de baloncesto.
La película cuenta la historia de un equipo llamado Texas Western. Don Haskins, el nuevo entrenador, ficha hasta siete jugadores de color y genera polémica tanto dentro como fuera de la cancha. El futuro de sus integrantes está en juego.
En mi opinión, Camino a la gloria es una de las mejores películas de baloncesto, gracias al contenido y el guion que ofrece la cinta. Los actores no defraudan, pues viven horribles momentos debido al racismo y los problemas sociales que muestra el film. De hecho, no es sencillo interpretar este tipo de escenas. Josh Lucas (que encarna a Don Haskins) ha interpretado importantes papeles en el mundo del cine. Cabe destacar, cintas como American Psycho (2000), Una mente maravillosa (2001), Sweet Home Alabama (2002), Poseidon (2006) y Ford v Ferrari (2019), pero nunca había interpretado a un entrenador de baloncesto.
La verdad es que Lucas no defrauda en su rol de técnico estricto y a la vez de gran preparador. Su meta consiste en que se haga justicia en el mundo del baloncesto. Por esta razón es tan exigente con sus jugadores. La obsesión se adueña de Don Haskins, pues quiere ganar a las mejores universidades de Estados Unidos para demostrar que los integrantes de color tienen hueco en el baloncesto estadounidense. Esta actitud me gustó mucho, ya que saca su orgullo por el bien de los afroamericanos desfavorecidos.
Por otra parte, Derek Luke es un experto en películas deportivas como Friday Night Lights (2004), de fútbol americano. En esta ocasión, realiza su papel de Bobby Joe Hill a las mil maravillas. Bobby es un joven adolescente que debe enfrentarse a las mejores plantillas del panorama universitario estadounidense, juntamente con el resto de jugadores y personajes tanto dentro de la cancha como fuera.
La película te atrapa desde la primera escena debido a lo familiar, a lo deportivo y a lo personal. No obstante, la cinta quiere enseñar los problemas de racismo de los años sesenta. En el apartado de fotografía, las escenas no favorecen al espectador, pues carecen de visibilidad y de brillo.
Lo mejor del film es el sacrificio que protagonizan los integrantes de Texas Western para superar las adversidades raciales. Por otra parte, lo peor es el racismo que presenta la cinta.