Sinopsis
Ambientada en la Oklahoma de la década de 1920, narra los asesinatos en serie de los miembros de la nación indígena Osage, que era muy rica en petróleo; una serie de crímenes brutales que más tarde se conocería como el "Reinado del Terror".
Crítica
Los asesinos de la luna | Siempre Scorsese
El director que nunca falla
A día de hoy, a no ser que vivas completamente ajeno al maravilloso universo del séptimo arte, sabes que las grandes películas se presentan en los grandes eventos de cine, y el más elevado es el Festival Internacional de Cannes. Por eso los directores de dimensión superior, es decir, los contrastados por su talento y carrera, buscan a toda costa poner su nombre en dicho certamen. Ganen o no, siquiera lo busquen, deben estar ahí para trascender. Y si hablamos de cineastas activos que continúen engordando su ya sólido legado, hemos de citar al maestro Martin Scorsese, que para el imaginario popular y cinéfilo es uno de los autores de mayor excelencia de la historia de la gran pantalla. Y allí que fue a presentar oficialmente su última hazaña, con sus 163 centímetros de memorable altura, un valiente western llamado Los asesinos de la luna (Killers of the flower moon, en su versión original).
Digo «valiente» porque el género ha estado en continua revisión y frecuente menosprecio, pero cada cierto tiempo han ido saliendo piezas de enorme factura a modo de reivindicación, de esas que recordamos y nos redirigen al western como fuente inagotable de arte. Scorsese lo sabe de sobra, y es especialista en recuperar y mantener el ojo del pueblo en temáticas para otros tantos casposas y sin potencial para rentabilizar la inversión. Esta pieza es para museo, como prácticamente la mayoría de sus grandes éxitos, si bien es cierto que no la pondría en mi lista de preferidas, porque no termina de apasionarme ni llevarme a una nueva dimensión, como sí hace con tantas otras de sus obras maestras. Tampoco creo que sea de sus cinco mejores cintas, pero sí un producto de muchísima calidad, bien estudiado con el material de Grann y minuciosamente trasladado al film.
Dura durabilidad
A partir de ese notable nivel de Los asesinos de la luna de Martin Scorsese entramos en el mundo de las ópticas. Una de las probadas virtudes del creador neoyorkino es darnos cualidad en la cantidad, y una certificada durabilidad de fondo y forma de sus mismas creaciones. En esto no hay debate posible, la calidad y el éxito, que muchas veces no van de la mano según la connotación del último, no dependen de la duración de la película. Tantas veces hemos sido víctimas de guiones débiles para 90 minutos, eternos a cada segundo, y nos hemos maravillado con propuestas de tres horas. Sí hay correlación, pero no una inflexible proporcionalidad. Y como digo, Scorsese sabe lo que se hace en esto.
Pero también están las ópticas, las perspectivas y sobre todo la relación que cada persona tenga con el séptimo arte. Desde los que solo buscan evadirse, no pensar y entretenerse durante un rato, hasta los puristas que solo invierten su tiempo en lo que consideran obras singulares. Y tenemos a los nuevos públicos, diametralmente opuestos a los clásicos asistentes a las salas de cine y los teatros, las nuevas generaciones herederas de la sociedad líquida que ha obligado a la industria a satisfacerle en base a productos fast food, rápidos de digerir y sin una intencionalidad hacia la reflexión o el debate social. Esto se suma a la generalizada incapacidad de mantener la atención en algo durante largo tiempo, sin distraerse con la infinidad de estímulos a los que estamos sometidos. ¿Ver un film de casi cuatro horas? Estamos locos si pensamos que Killers of the flower moon es para todos. Requiere, todavía más en estos tiempos, de una férrea voluntad de observar al detalle el discurso, una habilidad desarrollada para analizarlo con criterio y todavía más compromiso a la hora de razonar las conclusiones, personales y generales.
Arte en definitiva
Esto de la extensión en el tiempo de películas y series es un debate tanto inabarcable como eterno, jamás se resolverá, porque las conclusiones dependen con gran peso de la subjetividad del espectador. Tú puedes saber perfectamente que delante de ti hay una obra maestra del cine, pero si no te entra no hay nada que hacer. El poso que llaman, que a su vez está ligado con esa duración. Pero no hay objeción en la materia prima, en este caso del escritor de Z, la ciudad perdida, que con Scorsese se transforma en una cinta de muchísimo nivel. Como digo, en su caso la prolongación no va en detrimento del atractivo, que evidentemente está en su constatada virtud para dar a la audiencia algo sobre lo que reflexionar, en este caso recuperando un crimen histórico endémico de Estados Unidos.
El pulido apartado visual que el director de fotografía lleva hasta los ojos del espectador forma parte de una narrativa muy clara. Nunca hay cabida a la confusión, puesto que la estructura clásica de western con el cineasta americano se vuelve firme y limpia, sin caos ni cabida a interpretaciones desviadas del primer objetivo: tomar conciencia de un hecho atroz que forma parte de sus contemporáneos. Lo que ves en gran pantalla es tan duro en el fondo como precioso por su forma.
Y en el centro de todo tenemos los diálogos que van conduciendo el mensaje y las tramas, muy de Martin, hechos poesía cuando se encarnan en la boca y la sabida expresividad frente a cámara del reparto principal. Todo está tan bien dirigido que podríamos sacar a la palestra a intérpretes con menos cuota de pantalla como Brendan Fraser, recién oscarizado por su papel en The Whale, Jesse Plemons con su característica química con los focos, o el curtido John Lithgow, que hace nada cumplió años. Pero son Robert De Niro, palabras mayores a pesar de hacer de sí mismo, como se suele decir, la fantástica Lily Gladstone en constante desgaste de personaje, y por encima del resto, como nos tiene habituados, un Leonardo DiCaprio derrochando talento y experiencia en un personaje de muchas capas, lejos de cualquier interpretación vista en él, y mira que tiene.
Esto es Los asesinos de la luna, un thriller de conspiración, crimen y finalmente policíaco que resulta muy fresco y placentero dentro de la desgastada y ligera industria cinematográfica estadounidense en la que nos movemos. Un buen drama histórico que, como digo, restituye la justicia de un pueblo masacrado en tierras americanas, con un desarrollo en el que Scorsese no prioriza el misterio, pues queda palpable con los actos de los protagonistas, sino que se empeña en que gocemos con el proceso de tal fechoría.
Ficha técnica

- Título Original: Killers of the flower moon
- Dirección: Martin Scorsese
- Guión: Eric Roth, Martin Scorsese. Libro: David Grann
- País: Estados Unidos
- Año: 2023
- Duración: 206 min.
- Género: Thriller, western, basado en hechos reales, años 20
- Interpretación: Leonardo DiCaprio, Robert De Niro, Lily Gladstone, Jess Plemons, Brendan Fraser,
- Productora: Appian Way, Apple TV+, Imperative Entertainment, Sikelia Productions, Apple Studios
- Música: Robbie Robertson
- Fotografía: Rodrigo Prieto
- Estreno en España: 20 de octubre de 2023